Merecido reconocimiento para Alcides Llorente
Desde ayer uno de los laboratorios del INTA Alto Valle lleva su nombre. Un reconocimiento al investigador y docente fallecido hace dos meses, que trabajó de forma incansable para lograr la inserción de la vitivinicultura regional.
El laboratorio de la sede del INTA Alto Valle lleva desde ayer el nombre del ingeniero agrónomo Alcides Llorente. Un merecido reconocimiento al investigador y docente fallecido hace dos meses, que trabajó de forma incansable para lograr la inserción y reconocimiento de la vitivinicultura regional en el mercado mundial de los vinos finos.
Federico Witkowski, agrónomo, y uno de los estudiantes que formó en Cinco Saltos, puso su voz para resumir el legado que dejaron Llorente y el ingeniero Casino: “Insertaron a la Patagonia en el mundo de los viñedos y vinos. A partir de su trabajo se empieza a reconocer a Río Negro como región productora de vinos de vinos de calidad”.
“Ellos exponían en los congresos internacionales y daban a conocer el prestigio de nuestra región vitivinícola”, añadió.
Julio Dalla Pozza fue su ladero-ayudante durante 30 años. Recordó sus recorridas por las chacras de la región en los `70, para asesorar a los vitivinicultores. Era el momento en que había que dejar la producción de vino común y pasar a las de calidad, con mejores variedades.
Alcides falleció el 19 de septiembre a los 85 años. Era hijo de inmigrantes españoles que se afincaron en Luis Beltrán. Su recorrido es el de la generación que en forma sacrificada pudo realizar sus estudios y brindarle a la región un conocimiento que ayudó al desarrollo.
Su esposa Mabel Baqueiro, familiares y sobrinos de Beltrán, junto a ex compañeros, autoridades del INTA y de Vitivinicultura, destacaron el compromiso de Alcides con sus tareas, pero por encima de todo mencionaron su “don de gente, siempre tratando de enseñar, con frescura y humor”.
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