Alerta: anticipan bajos niveles de lluvias sobre gran parte del país
Estudios del Servicio Meteorológico Nacional aseguran que la llegada de El Niño no tendrá el impacto esperado, complicando los campos agrícolas y ganaderos. Muchos seguirán con falta de agua.
Informes del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) conocidos ayer miércoles dejan en claro que las lluvias que espera el productor para recomponer sus campos, en muchas zonas, se hará desear. Esto compromete nuevamente tanto al sector ganadero como al agrícola.
Pese a que se confirmó que el fenómeno El Niño ya comenzó a activarse, la realidad es que las precipitaciones en general siguen escaseando y, al menos hasta el verano, asoma difícil que las condiciones cambien de manera radical. Por el momento, según destacan estos informes, solo algunas regiones del país recibirían lluvias abundantes hasta que finalice el invierno, entre otras razones porque los vientos polares impiden una incidencia más fuerte de El Niño.
El SMN actualizó su pronóstico trimestral con las condiciones de precipitaciones y temperatura media previstas para agosto, septiembre y octubre; es decir, para el final del invierno e inicio de la primavera. Allí destaca que “a pesar de la altísima probabilidad de que el trimestre que se inicia se desarrolle bajo condiciones El Niño, se prevén precipitaciones normales o inferiores a lo normal sobre el este de Salta, Chaco, Formosa, Santiago del Estero, Córdoba, este de San Luis y oeste de Santa Fe”.
Estas regiones con lluvias por debajo de lo usual sufrirían “la integración de varios indicadores globales (no solamente El Niño) y los resultados de los modelos numéricos de previsión de diferentes fuentes internacionales”.
La señal de alerta para estas zonas es que, “aunque se caracterizan por inviernos normalmente secos, la recuperación de las reservas hídricas suele comenzar en primavera”; y “si bien en el pronóstico se determinó apenas la primera categoría (40-45% de probabilidad) de lluvias escasas, es importante tener en cuenta que no se está previendo un plus de precipitaciones como efecto de El Niño en el próximo trimestre”, remarca el informe.
Las únicas zonas agrícolas que destaca el SMN con pronóstico de lluvias normales a superiores a las medias, son el norte del Litoral y el centro y este de Buenos Aires. Mientras que el mejor panorama del país es para parte de la cordillera patagónica. Otro punto a tener en cuenta es que, tal como ocurrió en las últimas horas, en general se aguardan temperaturas medias superiores a las normales en casi todo el país, lo que puede potenciar el estrés de los cultivos y los animales en los campos.
Freno a las lluvias
Por su parte, el pronóstico agrcolimático estacional de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que se actualiza todos los meses, señala que El Niño comenzó a activarse, lo que se cristalizó en las lluvias que llegaron a partes del interior del área agrícola, pero “su avance es lento e irregular debido a la interferencia de los vientos polares”.
Lo normal, cuando no existe este tipo de obstáculo, es que El Niño vigorice la circulación tropical, moderando tanto los fríos invernales como los calores estivales, y causando precipitaciones superiores a lo normal en la mayor parte del Cono Sur. “Pero durante la presente temporada, su desarrollo continuará siendo afectado por una actividad superior a lo normal de los vientos polares, lo que estabiliza la atmósfera, deprimiendo las precipitaciones”, explica el reporte elaborado por el climatólogo Eduardo Sierra, y presentado por Infocampo.
Bajo este panorama, “es probable que durante el invierno la gradual activación de El Niño siga llevando alivio a zonas necesitadas de aportes hídricos, pero conservando rasgos extemporáneos”, añade. Esto significa que en zonas donde El Niño suele tener efectos deprimentes, como el NOA, el extremo oeste de la Región del Chaco o el extremo oeste de la Región Pampeana, podrían registrarse precipitaciones muy superiores a lo normal; y por el contrario, donde se esperaría que los aportes hídricos mejoren, como el este de la Mesopotamia y el centro-sur de la Región Pampeana, se ubicarían por debajo del promedio.
Así, la esperanza está puesta, inicialmente, en la primavera, cuando El Niño alcanzaría su plenitud, aunque la interferencia de los vientos polares continuaría y la impediría eliminar totalmente los focos de sequía. “Recién durante el verano 2024 El Niño logrará reducir significativamente el área con déficit de precipitaciones”, completa el reporte.
En esta nota