La historia de una cooperativa que apuesta fuerte a los frutos secos
Se trata de El Avance, una cooperativa de trabajadores que tomaron las riendas del emprendimiento en la localidad de El Juncal, un pequeño poblado rural en el Valle Inferior de Viedma, en la provincia de Río Negro.
En el año 2014 se creó el Clúster de Frutos Secos de la Norpatagonia, una organización que agrupa a instituciones públicas y privadas y que tiene como objetivo consolidar a la región como productora de frutos secos. La actividad de este clúster logró reunir a productores, empresarios, docentes, investigadores, técnicos y funcionarios públicos vinculados a la producción y comercialización de frutos secos en los valles de Río Negro y Neuquén.
A partir de estas gestiones, en el año 2017 se pone en marcha la creación del Centro SEPAV (Centro de Servicios Para El Agregado de Valor), con la colaboración del IDEVI, Instituto de Desarrollo del Valle Inferior.
En ese momento, se decide que la ubicación de la planta de procesado se instalaría en la localidad de El Juncal sobre la ruta 3, del departamento de Adolfo Alsina de la provincia de Río Negro. Un poblado rural, que según el Censo del 2010 contaba con 85 habitantes.
En esta planta se instaló una máquina clasificadora por tamaño de nuez y una descascaradora de nuez Chandler adquiridas en Mendoza, con aportes económicos públicos. En marzo del 2018 se inaugura el Centro SEPAV, un año a prueba, y el 4 de marzo de 2019 se oficializa el traspaso de la administración del Centro de Agregado de Valor a manos de la Cámara de Productores de Frutos Secos del Valle Inferior.
Tomar las riendas de la producción
Federico Amaro es el actual presidente de la Cooperativa el Juncal, que hoy administra el SEPAV, quien dijo: "Cabe destacar que la mano de obra utilizada desde el comienzo hasta hoy “fue siempre la misma. Por momentos mal administrada y sostenida irregularmente, los operarios propusieron un cambio en la gestión a partir de año 2021”, asegura.
El traspaso se oficializó con la firma de un convenio entre el IDEVI (Instituto de Desarrollo del Valle Inferior), el Clúster de Frutos Secos de la Norpatagonia con Alejandro Arancio como presidente y, el titular de la Cámara de Frutos Secos, Daniel Quintero. Este acuerdo permitió que sean los propios productores quienes administren este espacio que ofrece servicios de descascarado mecánico de nueces, avellanas y fraccionamiento de productos.
“Con la idea de no perder la fuente laboral y darle continuidad al sentido de pertenencia” los trabajadores propusieron ocuparse ellos mismos de la administración total, bajo la imagen de una cooperativa, la cual meses más tarde pasó a llamarse Cooperativa de Trabajo LTDA, El Avance.
“Se decidió darle continuidad al proceso del Centro SEPAV con las mismas prestaciones de servicios, pero con el cumplimiento de la premisa por la que fue creada el centro, que fue nada más ni nada menos que la de abastecer con los servicios a productores de Frutos Secos, desde Neuquén hasta el Valle Inferior de Río Negro, sin importar volumen y características de plantaciones”, cuentan desde la Cooperativa de la que forman parte seis asociados.
Un presente cooperativo
En El Avance todos se ocupan de la prestación de servicios, la atención al productor, las tareas administrativas, de mantenimiento de la cooperativa, el mantenimiento de la maquinaria y la limpieza del inmueble, entre otras tareas.
Los servicios que brindan van desde la clasificación por tamaño, el procesado o descascarado de nuez, avellana y almendra, selección por color hasta el estado y confección de la pulpa para su salida comercial, “este último ítem lo manejamos a gusto y demanda del productor” agregan.
La cooperativa cuenta con las habilitaciones de SENASA, como galpón de empaque, “podemos emitir Documento de Tránsito Vegetal (DTVe), somos galpón de empaque y acondicionamiento para exportación de fruta con cáscara, habilitaciones municipales, etcétera”, aseguran los asociados quienes cuentan con el Carnet de Manipulación de Alimentos y tienen en marcha la habilitación de la sala de fraccionamiento que les permitirá trabajar con RNE y RNPA.
“La materia prima con la que trabajamos en su mayoría es de productores de Viedma, pero desde que administramos nosotros tenemos relaciones con productores importantes de Valle medio y Alto Valle, quienes nos garantizan entre 10000 y 18000 kg anuales, lo que para nosotros en años de cosecha mala en nuestro Valle como lo fue este 2024, nos permite al menos trabajar y cubrir gastos”, afirma Amaro.
Cuando piensa en los desafíos que tuvieron que atravesar, el principal “fue superar el techo que nos quisieron proponer y lo venimos logrando. Este año la cosecha en el Valle Inferior se vio afectada por inclemencias climáticas y tuvimos que salir de la zona de confort, que es el productor vecino. Salir a la ruta y visitar chacras de Valle Medio y Alto Valle para darnos a conocer”, nos cuenta.
“El poco volumen cosechado también generó que aquel productor que tiene maquinaria semi industrial se volcara a prestar el mismo servicio que nosotros, generándonos competencia, si bien leve porque no manejan los mismos volúmenes que nosotros, pero nos resta ingresos”.
La mirada en lo que vendrá
El futuro puede ser incierto, pero a la vez prometedor, sobre todo si hay planes como la adquisición de una envasadora al vacío que permitirá conservar de mejor manera la pulpa descascarada, y le permitirá al productor descascarar mayor volumen.
“Un servicio nuevo para la temporada 2025, será el de secado de frutos secos, es una de las actividades más importantes en el proceso de post-cosecha”, aseguran con entusiasmo mientras imaginan como será el próximo año.
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