Las venta tocan mínimos de los últimos cinco años

Las colocaciones de manzanas destinadas al mercado interno totalizaron, en estos primeros diez meses del año, poco más de 194.000 toneladas. Este volumen refleja una caída interanual del orden del 3% y del 8% cuando se lo compara con el promedio del período 2019-2022.

En términos absolutos, en el presente año se dejaron de consumir cerca de 5.000 toneladas menos de manzanas respecto del año 2022.

Así lo refleja un reciente estudio realizado pro el Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) en el que se destaca que el 42% del total de la manzana comercializada, en lo que va del año, se orientó al consumo local. El 14% se fue a la exportación y el restante 44% tuvo como destino final la industria.

“La caída que se observa es por la baja de consumo, producto de la pérdida de poder adquisitivo del asalariado”, confió un operador del Mercado Central de Buenos Aires (MCBA) al se consultado por +P. En este punto hay que señalar que la aceleración de la inflación de los últimos meses hizo retroceder sensiblemente el consumo en toda la economía argentina.

“Pese a ello hay que destacar que la manzana de calidad sigue teniendo muy buenos precios que son convalidados sin problemas por la demanda”, agregó la fuente.

Tal como se refleja en el gráfico adjunto, los valores promedio de la manzana -precios mayoristas- muestran una tendencia creciente en los últimos años. Esto se debe fundamentalmente a dos causas: la primera -y principal- el retraso cambiario que se viene observando en la economía argentina en los últimos años; la segunda, una mayor presión de la fruta de calidad que impulsa los precios promedios del producto.

Sobre este último punto, la fuente del MCBA detalla que la demanda por fruta de calidad está creciendo, en forma proporcional, mucho más respecto de aquella segunda y tercera. "Claramente esto muestra que aquel que tiene poder adquisitivo demanda la manzana de calidad; el que perdió poder adquisitivo dejó las manzana, y deriva su consumo a otras frutas alternativas más económicas", aseguró.

Sin dudas, el cambio de modelo que promueve sobre la economía argentina el electo presidente Javier Milei generará cambios muy importantes en la estructura comercial de la fruticultura del Valle de Río Negro y Neuquén.

Peras, con otra tendencias

Las colocaciones de peras en el mercado interno muestran una clara tendencia al alza. En estos primeros diez meses del año se enviaron hacia este destino poco más de 113.000 toneladas de la especie, cifra que muestra un salto interanual del orden del 13% y una suba del 12% cuando se la compara con el período 2019-2022.

Tal como se puede analizar en el gráfico adjunto, contrariamente a lo que ocurre con la manzana, los envíos de peras al mercado interno son los más altos del quinquenio.

Sobre esta fruta, la participación que tienen las góndolas locales es mucho menor que en manzana: tan sólo el 18% del total comercializado se orienta hacia el mercado interno. El resto se distribuye en un 48% a la exportación y un 34% a la industria de concentrados.

En relación a los precios, también aquí observamos una tendencia distinta a lo que ocurre con la manzana.

Las estadísticas del Mercado Central de Buenos Aires dan cuenta que los valores de la especie se mantuvieron relativamente estables en estos últimos años. Pero si tenemos en cuenta el retraso del tipo de cambio que viene afectando a la actividad hace ya varios años, los valores, en términos reales reales del producto, vienen cayendo en tos estos últimos años.

Para algunos analistas de mercados, son los bajos precios consolidados en góndola lo que hace más atractiva la pera al consumidor; una de las causas de por qué suben los volúmenes enviados a este destino.

Tanto el consumo de manzanas como los precios en las peras muestran una preocupante tendencia negativa desde hace ya más de dos décadas. Intentar revertir este contexto es, sin dudas, una de las materias pendientes que tiene toda la cadena frutícola del Valle de Río Negro y Neuquén.