Guanacos: entre las leyes truncas, proyectos fallidos y la sobrepoblación
En Argentina está el 95% de la población mundial de guanacos, de los cuales el 90% está en la Patagonia. Una vez más se está discutiendo cómo aprovechar el recurso y hacerlo de forma sustentable.
Buscan reflotar el proyecto para comercializar carne de guanaco en Chubut. Se trata de una iniciativa que contemplaba un plan de manejo similar al de Santa Cruz ante la superpoblación.
En Chubut viven cerca de 600.000 guanacos, es un dato oficial. Y esta cifra es el principal argumento para movilizar un proyecto que contemplaba un plan de manejo de esta especie, como el que lleva adelante desde hace años Santa Cruz ante su superpoblación.
Allá por 2020, el diputado provincial Tirso Chiquichano presentó un proyecto que contemplaba fomentar la cría de guanacos en toda la provincia y la explotación de sus productos y derivados, como una alternativa distinta a la cría de ovinos y caprinos. Sin embargo, en su momento no prosperó.
Por estos días, el proyecto de Chiquichano vuelve a estar en agenda. De hecho, el intendente de Dolavon, Dante Bowen, contó durante su presencia en la cumbre de gobernadores patagónicos en Puerto Madryn de la semana pasada, que se encuentra trabajando junto al diputado provincial Emanuel Coliñir para poder reflotar el proyecto de plan de manejo del guanaco que presentó el fallecido diputado Chiquichano .
"Dialogamos sobre reflotar el proyecto, que es parecido al de Santa Cruz para comercializar el guanaco y regular la actividad", reveló en diálogo con Diario el Chubut.
El proyecto del 2020 buscaba replicar el marco legal santacruceño para el manejo sustentable y aprovechamiento integral del guanaco. Además, proponía la creación de una planta de faena en el Valle, para comercializar dentro y fuera del país.
El caso de Río Mayo
Los intentos por convertir la superpoblación de guanacos en un negocio rentable no son algo nuevo. Al proyecto de 2020 y la reformulación de este año, sumamos una muestra en marcha concreta. A mediados de los noventa, los Mazquiarán, una emblemática familia de Comodoro Rivadavia, apostaron por la cría de guanacos en Río Mayo.
“Tratamos de valernos de los recursos naturales para diversificar nuestra actividad, Así comenzamos con la cría de guanacos, se logró toda la cadena de valor con prendas con marca propia”, contaba Norma Mazquiarán en 2015.
Guenguel, como habían llamado al proyecto de manejo, esquilaba una vez por año. Esa fibra se enviaba a Pico Truncado (Santa Cruz) y allí se separaba la fibra corta del pelo largo. Finalizado ese trabajo, ocurría la magia de los hilados y prensas.
Ese proyecto, llevado adelante por una familia “con espalda”, no llegó tan lejos como se esperaba. Por aquellos días, Norma nos contaba que “es una asignatura pendiente. Seguimos trabajando, pero no se logró que sea masivo. Tenemos puesta la tecnología y creemos que la Patagonia es el lugar donde transformar la sustentabilidad en negocio. Personalmente, creo que el guanaco es el futuro de la ganadería”.
El optimismo de los Mazquiarán se fundamentaba en datos concretos: el 95% de la población mundial de guanacos está en nuestro país, del cual el 90% está en la Patagonia. Por otro lado, la fibra de guanacos es de 14 micrones, al tener esta finura entraba en la categoría de fibras preciosas, es muy valorada en mercados internacionales, y el recurso es regional.
Comercializar el guanaco, regular la actividad o transformar la sustentabilidad en negocio, distintas lecturas de la realidad de los 600.000 animales en la estepa chubutense.
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