Quién es la diseñadora que tiende un puente entre Neuquén y Japón
María Abdala Zolezzi ha logrado unir Corrientes con Neuquén y, luego con Londres y Japón. Conozcamos el enorme puente que tendió desde una pasarela.
María Abdala Zolezzi es una diseñadora de moda autodidacta de Goya (Corrientes) que trabaja con materias primas neuquinas. Estudió publicidad en Buenos Aires y en 2001 hizo un curso de Diseño de Moda en Londres en el “London College of Fashion”.
En 2014 fundó su propia marca “MAYDI” con el objetivo de revalorizar técnicas ancestrales como el telar y el crochet. La firma, definida como “contemporánea y sustentable”, en 2018, fue la primera marca que obtuvo la certificación Wildlife Conservation Society (WCS) y ese mismo año comenzó un camino de ida con la fibra mohair neuquina, la cual incluyó en su colección “Vida”.
No concibe sus proyectos “separados de la sustentabilidad”, pero no comulga con la moda que le han impuesto al término. Ella no lo utiliza de manera vacía, se compromete y busca compromiso en quienes lo emplean.
Al hablar de inspiración imprime en su web que “las primeras inspiraciones siempre vienen de las maravillosas fibras argentinas y la conexión entre diferentes objetos: momentos vividos, la naturaleza extrema y sus colores, los animales y las diferentes texturas”.
A todo eso vino al sur, a experimentar, a conocer, a transmitir y a llevarse postales imborrables del recorrido que hace su materia prima, a recuperar la trazabilidad detrás de sus productos y los secretos que ellos llevan a otros rincones del mundo. Comencemos el recorrido.
El proyecto educativo
En Junín de los Andes, el colegio Técnico Laura Vicuña tiene orientación textil. La institución recibe a los alumnos, que provienen de comunidades mapuches y familias crianceras.
Con el afán de llevar adelante un proyecto que los pudiera acompañar de primero a sexto año, se pensó en la fibra producida en los campos de cercanía y en sus propios campos: el mohair.
Martín Tinari, del área de Educación Ambiental de la WCS, nos cuenta: “Teníamos la idea de llevar a una escuela técnica textil un proyecto de Educación Ambiental que atraviese todos los campos de disciplinas que se dan dentro del aula, que podamos ver qué contenidos pueden entrecruzarse con sustentabilidad”.
“En general se pensó para poder llegar a todos los años de primero a sexto un proyecto con el que los chicos vayan viendo cómo se puede hacer producción de fibras por ejemplo de distintas maneras y cuáles son los criterios de sustentabilidad para ello”, agregó.
En la escuela, los chicos terminan una prenda cada año y la idea de la compañía es que puedan ver el proceso que tiene ese producto final, pudiendo aprender a intervenirlo mediante diferentes prácticas adquiridas.
La planificación escolar en este sentido se está comenzando a implementar en primero y segundo año, por lo que los docentes también están ávidos de ir aprendiendo. “Queríamos acompañar ese proceso propio de la escuela”, asegura Martín, resaltando que hay pocas escuelas técnicas con orientación textil en el país.
“Nuestro proyecto se llama “Regenerativo” y lo que busca es poner en valor las fibras y además certifica fibras que tienen varios de estos criterios que queremos encontrar en el aula; son fibras con certificación, que tiene que ver con el cuidado de la fauna local por parte del productor y también poner en valor la Cooperativa de Pequeños Productores de Zapala, una planta donde se acopia, se clasifica y se procesa la fibra”, detalla.
“Queremos mostrarle a los alumnos que en la provincia de Neuquén ellos mismos pueden ver que se produce de distintas maneras y que en muchos lugares del mundo no se produce así. Queremos que puedan conocer esa variedad de posibilidades y el valor agregado que le da a una prenda tener esa trazabilidad desde el productor hasta una diseñadora”, señala.
“Por eso en el proyecto escolar también lo que hicimos fue traer a María, una diseñadora exclusiva que trabaja esa calidad”, asegura.
"Los chicos estaban sorprendidos”
“Cuando María empezó a sacar prendas los chicos estaban sorprendidos”, cuenta Martín. “Creo que no pensaban que alguien de Buenos Aires pudiera venir a su escuela y les mostrara productos hechos con la fibra que sale de Neuquén. Por eso pensamos en este encuentro como motivador, como propulsor de ideas, que pudiera fortalecer las ideas de los alumnos y sumara voluntades al estudio, a tener una salida laboral”, expresa.
“Siento que generé algo real, les transmití que se puede. Parada frente a ellos, sin imágenes, sólo yo hablando, les transmití que yo también vengo de una provincia y siempre digo que cuando uno tiene una motivación, el talento, hay que ir para adelante. Después los medios van apareciendo porque ese camino se abre solo. Les transmití que no pierdan las esperanzas de seguir sus sueños”, reflexiona María en diálogo con +P.
Y continúa: “Creo que se quedaron con esto de que salí de Goya-Corrientes y llegué a Japón, creé cierta ilusión en esos ojitos que me miraban. Vi mucho potencial en esta escuela, me hubiese encantado tener una escuela así, el lugar, los profesores. Los sentí muy interesados y curiosos de saber más”.
Oro en polvo
María hizo un llamado a quienes toman decisiones en las provincias. “Es importante hacer funcionar las economías regionales de cada punto de nuestro país, y yo creo que Neuquén tiene todo esto de la innovación en cuanto a la fibra, todo esto que estoy aprendiendo en la trazabilidad de mi producto, es oro en polvo y a ese oro en polvo hay que acompañarlo, darle un seguimiento, comprometerse. No puede quedar sólo en una gestión”, expresó María con el brillo en los ojos de las personas que van por la vida habiendo encontrado su pasión.
“En el 2023 yo vendí muchísimo, porque justamente contaba con la fibra y pude contar con muchos ejemplares. Fue la fibra el 50% de la colección y lo que más vendí fuera del país, Japón es el que más pide”, asegura.
“Es un mercado exigente, la piden porque conocen de esta fibra y no es sólo lo ancestral, entienden su valor, se sienten muy atraídos. Viajan a través de las fotos que les muestro, es como descubrir una parte del país con esas imágenes. Se fomenta el turismo de Argentina también con esto”, señala con vehemencia.
“Mi sueño es poder seguir trabajando con esta fibra”, expresa. “Tiene un enorme potencial. Yo deseo fuertemente que se invierta dándole la posibilidad a los productores y a la Cooperativa de Zapala para que esto pueda seguir creciendo, para que no se queden sólo con ‘Neuquén tiene 200.000 kilos de mohair’. Es acompañarlos en este proceso, y con esto me estarían acompañando a mí y a otras diseñadoras, la idea es que haya más diseñadores como yo”, concluye.
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