Boom del pistacho: el INTA confirmó la gran potencialidad de la Patagonia
Se trata de información clave para la toma de decisiones en un contexto de auge de la producción de pistacho en la que, en los últimos 5 años, la superficie dedicada a este cultivo creció más de un 500 %.
Originario del Medio Oriente, el pistacho llegó a la Argentina en 1980 de la mano de dos productores de San Juan que trajeron material vegetal desde Irán y California (Estados Unidos). Desde ese momento, las hectáreas implantadas se multiplicaron hasta que, en los últimos 5 años, la superficie con pistachero creció más de un 500%.
Es un cultivo que avanzó a paso firme en el sur de San Juan y norte de Mendoza. San Juan cuenta con 6.500 hectáreas dedicadas a la producción de pistacho, lo que representa 87% de la superficie cultivada en el país.
Si bien la Patagonia queda excluida del área señalada, lo cierto es que se está comenzando a producir en la región porque, tal como remarcan los expertos, “para alcanzar altas de producciones, la disponibilidad de agua es clave”.
¿En qué parte de la Patagonia? En Casa de Piedra (La Pampa), una zona alimentada por el riego que llega del río Colorado. “Nosotros llegamos aquí, podríamos decir, por casualidad. Yo soy diseñador gráfico y mi padre abogado; ambos radicados en Santa Rosa. Mi hermana vive en París junto con su pareja, cuyo padre produce pistacho en la región de Cuenca, España, hoy la zona más fuerte de Europa en este tipo de producción", comentó Santiago Gutiérrez, gerente de la firma Pampapist cuyo emprendimiento está ubicado en Casa de Piedra, en declaraciones a +P.
Mapeo
Según explicó Eduardo Trentacoste, especialista en fruticultura del INTA La Consulta (Mendoza), “a partir de las demandas recurrentes de los productores, se sistematizó una década de datos meteorológicos e información fenológica del pistacho y se realizó la primera zonificación agroclimática de la variedad de pistacho Kerman -la más difundida en el país”.
“Este documento de libre acceso es una herramienta clave de apoyo para la toma de decisiones de los productores respecto a este frutal”, aseguró Trentacoste.
El especialista no dudó en indicar que “este mapa aporta conocimiento para hacer más redituables las inversiones del sector privado, al reducir los riesgos y tener mayor probabilidad de éxito en la producción de un cultivo en auge con un consumo en alza”.
La zona ideal
El mapa sugiere que, en la Argentina, la zona agroclimáticamente apta para la producción del pistacho abarca una franja que conecta el sur de San Juan, norte-centro-este de Mendoza, sur de San Luis y centro-sur de La Pampa. Luego, otras zonas de estas mismas provincias presentan una aptitud media o condicionada, lo que significa que algunos años la producción puede verse comprometida.
Esa es la zona “ideal” para el cultivo. Pero no es la única y el cultivo muestra gran potencialidad en la Patagonia.
“Las casi cinco décadas que cuenta el pistacho en la provincia de San Juan, donde sigue prosperando, dan prueba de la aptitud de la zona”, detalló el especialista, al tiempo que reconoció el potencial de La Pampa en el caso de ser necesaria la expansión del cultivo.
Según detalló Luján Masseroni, jefa del INTA 25 de Mayo (La Pampa), la provincia es una zona con mucho potencial por sus condiciones agroecológicas y por contar con un recurso fundamental como es el agua.
En este punto, Gonzalo Sánchez, investigador del Conicet y del INTA San Juan, señaló: “Es sabido que el pistachero es tolerante a déficit hídrico, por la profundidad que alcanzan sus raíces y por sus adaptaciones anatómicas en las hojas, lo que lo hace un cultivo interesante para zonas áridas. Sin embargo, para alcanzar altas de producciones, la disponibilidad de agua es clave”.
Condiciones clave
El mapa final, que sugiere las mejores zonas del país para el cultivo en cuestión, resulta del cruce de cuatro mapas: uno que define niveles de aptitud basándonos en la acumulación de porciones de frío (PF), otro basándose en la acumulación de grados hora de desarrollo (GHD), otro respecto a grados días de desarrollo (GDD) y un cuarto que delimita áreas con diferente riesgo de heladas tardías, inferiores a -3ºC, durante el periodo de floración de los pistacheros.
El equipo técnico autor de esta zonificación, que para obtenerla realizó relevamiento y sistematización de datos meteorológicos, así como recolección de datos de fenología, (seguimiento de la floración, crecimiento de frutos y madurez) estuvo integrado por: Eduardo Trentacoste (INTA La Consulta); Javier Chaar (INTA Guaymallén); Gonzalo Sánchez (CONICET, UNSJ, INTA San Juan); Franco Calvo (CONICET, IASO-UNdeC, La Rioja); Luján Masseroni y Paolo Sartor (INTA 25 Mayo, La Pampa).
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