Preocupación por los altos niveles de peras almacenadas en frío

Los stocks de peras almacenados en las cámaras frigoríficas alcanzaron, al cierre de julio del corriente año, las 111.573 toneladas, volumen que representa un incremento interanual del orden del 46% y del 38% cuando se lo compara con el promedio del cierre de julio de las últimas cinco temporadas (2019-2023).

Así lo detalla un reciente informe elaborado por la secretaría de Fruticultura de Río Negro en el que se observa que el dato de julio mantiene la tendencia de meses anteriores. Los elevados stocks profundizan la preocupación dentro de la actividad teniendo en cuenta que en el segundo semestre se reduce la venta de exportación de peras argentinas y que el mercado interno continua sin reaccionar, ni en precio ni en volumen.

"Mucha de la pera que estaba almacenada, a esta altura del año, ya fue orientada a la industria ya que no tuvo salida comercial. Debemos pensar que las estadísticas que maneja la secretaría de Fruticultura tienen un retraso de más de un mes", confió un importante operador del mercado al ser consultado por +P.

"Pese a ello, no hay que descartar que los niveles de stocks para el cierre de agosto se mantengan altos en comparación interanual", agregó la fuente.

Según detalla el estudio oficial, Julio de 2024 se presenta en base a las Declaraciones Juradas de 132 Frigoríficos sobre un total de 173 lo que significa que solo el 76% de la industria presentó la información. Los datos suministrados para el informe de Existencia de Fruta en Frío, muestran la existencia de 260.936 toneladas de fruta en frío. Del total de estas especies, el 57% corresponde a manzana y el restante 43% a pera.

Por otra parte, señala que solo el 24% del total de la pera almacenada se encuentra en atmósfera controlada y el resto en frío convencional. Esto significa que durante el período agosto-septiembre unas 80.000 toneladas de peras deberían estar saliendo de las cámaras de frío ya que su condición de almacenamiento se encontraría en puntos críticos.

Por su parte, el informe de la secretaría de Fruticultura da cuenta que la existencia de manzanas en frío totaliza, al cierre de julio del corriente, las 149.363 toneladas, cifra que representa un crecimiento de poco más del 4% cuando se la compara con el mismo período del año anterior y del 6% cuando se toma el promedio de las últimas temporadas (2019-2023).

"Los números de los stocks en frío son un fiel reflejo de lo que ocurre hoy en el mercado. El consumo está frenado y solo se defiende la fruta de calidad o aquella que tenga algún intangible adicional como puede ser la marca, que son muy pocas las que funcionan en el mercado", señaló un operador del Mercado Central de Buenos Aires (MCBA) al ser consultado por el tema.

Unas 82.000 toneladas del total mencionado que se encuentra almacenado en las cámaras frigoríficas se encuentra en atmósfera controlada. Esto representa poco más del 55% del total de manzana en frío.

Sobre esta especie, el mayor volumen en la segunda parte del año se orienta al mercado interno. Tradicionalmente muchos productores y empresarios guardan la fruta en frío a la espera de mejores precios, en especial para el período octubre-enero que es donde normalmente se disparan los valores por la menor oferta existente en el mercado. Sin embargo, el escenario para la presente temporada estará condicionado por los niveles de consumo esperados para esas fechas.