Desregulación en la carne: el Gobierno elimina el peso mínimo de faena

El Gobierno nacional oficializó este martes una medida de alto impacto para el sector ganadero: eliminó el requisito del peso mínimo obligatorio para la faena de bovinos. La resolución, publicada en el Boletín Oficial, marca el fin de una política instaurada hace casi dos décadas y representa un nuevo paso en el proceso de desregulación económica impulsado por la actual administración.

La decisión comenzará a regir a partir del 1° de enero de 2026, y deja sin efecto todas las normativas establecidas desde 2007 que imponían límites mínimos de peso para faenar animales destinados al consumo y la exportación. La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca justificó la medida señalando que “los productores cuentan con los conocimientos técnicos, la experiencia y las herramientas de gestión adecuadas para determinar el momento óptimo de faena”.

Desde el año 2007, con la resolución 68, se había instaurado un esquema progresivo de peso mínimo de faena, que fue modificado varias veces a lo largo de los años. En 2010 se fijó en 99 kilos por media res para novillitos y vaquillonas, y en 2019 se establecieron nuevos mínimos diferenciados por sexo: 165 kilos para machos y 140 para hembras.

Sin embargo, la Secretaría de Agricultura argumentó que estas restricciones no lograron los objetivos planteados. “La experiencia de casi dos décadas ha evidenciado que tales restricciones no han logrado mejorar de manera sostenida la productividad ni la calidad”, sostiene la resolución. Además, se subraya que el peso medio de faena en Argentina ha mostrado variaciones más relacionadas con factores externos como el clima, las condiciones del mercado y las restricciones a las exportaciones, que con la normativa vigente.

La resolución se enmarca en el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023, base legal sobre la cual el Gobierno de Javier Milei viene desregulando múltiples sectores económicos. El texto señala que “para asegurar un sistema económico basado en decisiones libres”, se deben eliminar las restricciones que interfieren en la libre competencia y la planificación privada.

El Ministerio de Economía —del cual depende la Secretaría de Agricultura— explicó que la normativa original de 2007, junto con sus sucesivas modificaciones, “generó un escenario de incertidumbre normativa” que perjudicó la autonomía de los productores. Por eso, considera que “estas regulaciones resultan innecesarias en el contexto actual” y que su eliminación permitirá “dinamizar la economía y liberar el potencial de los sectores productivos del país”.

Desregulación y adecuación del sector

El Gobierno aclaró que, si bien la eliminación del peso mínimo de faena es definitiva, su implementación será gradual. El cambio entrará en vigencia a partir del 1° de enero de 2026, con el objetivo de permitir que los productores, frigoríficos y demás actores de la cadena cárnica puedan adecuarse al nuevo marco. Hasta entonces, seguirán vigentes las normativas actuales, incluidas las sanciones por incumplimientos.

“La implementación requiere un plazo razonable, a fin de garantizar una transición ordenada y efectiva hacia un régimen basado en la libre determinación del momento óptimo de faena por parte del productor”, concluye la resolución.

Con esta medida, el Gobierno busca dejar atrás lo que considera una “lógica de intervención estatal” y avanzar hacia un modelo donde la eficiencia y la competitividad estén determinadas por las decisiones del sector privado.