Ingresos en el Mercado de Cañuelas crecieron 17% en 2023
Se remataron 1,3 millones de cabezas de ganado bovino. Los valores del novillito saltaron 220% de punta a punta en el año.
Datos suministrados por el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG) detallan que los volúmenes de ingreso de hacienda crecieron durante el año pasado poco más del 17%. En términos absolutos ingresaron al mercado 1,32 millones de cabezas, unas 235.000 más en comparación con las del año pasado.
Con respecto a la evolución de las cotizaciones, tanto en vaquillonas como en novillitos, los números del MAG demuestra que entre enero y diciembre se triplicaron y terminaron imponiéndose a la inflación.
Por el lado de novillitos, el promedio en el primer remate de 2023 fue de 312,5 pesos. El máximo llegó a 1.909 pesos (una diferencia de 1.507 pesos) y cerró el año en 1.313 pesos, una suba de 1.001 pesos con respecto a enero, reflejando un crecimiento del 220%.
En el caso de las vaquillonas, la evolución fue similar. Comenzaron el año en 300 pesos, llegaron a un techo de 1.824 pesos (una diferencia de 1.524 pesos con respecto al piso) y finalizaron 2023 con un promedio de 1.245 pesos, una brecha de 945 pesos en relación al primer mes del año.
Evolución de precios en 2023
El año pasado se registraron dos períodos bien diferenciados, en medio de una sequía que tuvo un fuerte impacto en la actividad. Los campos ganaderos vieron deteriorada su capacidad forrajera y ante este contexto adverso, los productores se vieron obligados a adelantar la salida de hacienda.
Esto se reflejó en algunos de los números del sector, con un engorde a corral que creció, al igual que la faena de los frigoríficos. Pero más allá de este “veranito”, los precios del consumo estuvieron planchados durante buena parte del año, salvo alguna suba de carácter excepcional.
Esta situación se extendió hasta finales de julio, cuando novillitos y vaquillonas promediaban algo más de 500 peso el kilo. Pero la proximidad de las elecciones comenzó a impactar en los precios y ante la proximidad de las elecciones PASO de agosto, las cotizaciones comenzaron a dispararse.
A dos días de esos primeros comicios, los remates llegaron a superar la barrera de los 670 pesos y en la primer rueda comercial posterior a las PASO -tras la sorpresa que significó el 30% de votos que obtuvo el entonces candidato por La Libertad Avanza, Javier Milei- los valores rozaron los 900. Ese fue el primer tramo de un alza que tras ese pico, llego a finales de septiembre sobre los números previos a las elecciones.
La incertidumbre electoral era la tónica en las pasarelas de Cañuelas y marcaba el ritmo de los negocios. En esos días, el público convalidaba en parte los incrementos que indefectiblemente se trasladaban a los mostradores y tras las elecciones generales de octubre, los precios tuvieron un leve repunte y tras llegar a los 1.000 pesos, se acomodaron sobre los 880 pesos.
A partir de este momento, empezaron a confluir una serie de factores que finalmente desembocaron en un consumo que llegó a los 2.000 pesos y llevó a los mostradores de las carnicerías a precios nunca vistos.
Ante el faltante de animales pesados, la exportación comenzó a entrar de lleno en el negocio y en la puja con el consumo, contribuyó al incremento de vaquillonas y novillitos. Y también comenzó a pesar un hecho, advertido por analistas, consignatarios y productores: faltaba hacienda.
A partir de noviembre, los remates en Cañuelas no tenían techo y llegaron a superar la barrera de los 2.000 pesos pesos. Se generó algo nunca visto, porque la hacienda de consumo, medida en dólares, cotizaba a 2 dólares, cuando históricamente osciló entre 1,20 y 1,40 dólares. La calle no convalidó estos nuevos valores y en cuestión de pocos días, el consumo pasó de estos precios a promedios que no superan los 1.600 pesos. Por el momento, estas bajas se trasladaron a los mostradores.
Fuente: Infocampo con datos del MAG
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