Australia

De plaga a recurso: el auge de la industria del camello en Australia

Durante décadas, los camellos salvajes fueron considerados una amenaza ambiental para Australia. Hoy, una granja en Queensland lidera un cambio radical.

camellos australia 1
Los camellos fueron introducidos a Australia hace aproximadamente 180 años, traídos desde la India, Afganistán y otras regiones del Medio Oriente.

Los camellos fueron introducidos a Australia hace aproximadamente 180 años, traídos desde la India, Afganistán y otras regiones del Medio Oriente.

En el árido corazón de Australia, los camellos salvajes vagan por el desierto, considerados plagas por las autoridades locales. Cazados desde helicópteros, sus cuerpos suelen ser dejados a la intemperie, pudriéndose bajo el sol implacable. Se estima que entre 300.000 y un millón de estos animales se mueven sin control por las zonas más remotas del país. Pero a más de 2.000 kilómetros de ese desierto, en una pintoresca región del sureste de Queensland llamada Scenic Rim, una pequeña revolución silenciosa está en marcha.

Allí, Paul Martin, un agricultor visionario y empresario audaz, está reescribiendo la narrativa del camello en Australia. Desde su granja Summer Land Camels, está transformando estos animales despreciados en una fuente de alimento, bebida, productos cosméticos y, lo más importante, una promesa de desarrollo sostenible.

Los camellos fueron introducidos a Australia hace aproximadamente 180 años, traídos desde la India, Afganistán y otras regiones del Medio Oriente para apoyar expediciones que buscaban conquistar el vasto e inhóspito interior del país. Fueron esenciales para transportar mercancías, abrir rutas comerciales y permitir la colonización de áreas áridas donde otros animales no podían sobrevivir.

Sin embargo, con la llegada del automóvil y el desarrollo de la infraestructura moderna, los camellos quedaron relegados al olvido. Muchos fueron liberados en el desierto, donde prosperaron sin depredadores naturales. Con el tiempo, pasaron de ser aliados del progreso a convertirse en plagas medioambientales.

“Fueron esenciales para abrir el país. Ahora estamos tratando de darles una segunda oportunidad”, afirma con convicción. Su granja, ubicada a solo una hora de Brisbane, se ha convertido en un centro de innovación y turismo, donde el camello es el protagonista inesperado de una historia de redención.

Camellos: del desierto al “camelccino”

Una de las principales atracciones de Summer Land es el “camelccino”: un café con leche hecho con leche de camello. Acompañado de helados artesanales, vodka destilado y quesos, este producto es solo la punta del iceberg en un esfuerzo por normalizar el consumo de leche y carne de camello entre los australianos.

camellos australia 5
Paul Martin, el empresario que está reescribiendo la narrativa del camello en Australia.  

Paul Martin, el empresario que está reescribiendo la narrativa del camello en Australia.

“La leche de camello es naturalmente baja en lactosa, rica en vitaminas y probióticos, y muy buena para la piel y el sistema inmunológico”, explica Martin. También destaca sus beneficios dermatológicos: "Los productos de cuidado de la piel a base de leche de camello son excelentes para condiciones como el eczema".

Uno de los mayores desafíos que enfrenta Martin no es técnico ni logístico, sino cultural. En Australia, los paladares se han acostumbrado a las carnes tradicionales como la vacuna, cordero y cerdo. La carne de camello, al igual que la de cocodrilo o búfalo, es percibida como exótica e incluso poco apetecible. Pero eso está empezando a cambiar. “El éxito de esta operación consiste básicamente en conseguir que la leche y la carne de camello se comercialicen masivamente”, sostiene Martin. Emily Riggans, gerente de turismo en Summer Land, concuerda: “Queremos cambiar la perspectiva de todos, desde verlos como plagas hasta verlos como recursos valiosos”.

La granja ofrece hamburguesas, curry, panecillos y pasteles rellenos de carne de camello. Según Riggans, muchos clientes ni siquiera notarían la diferencia si no se les dijera que están comiendo camello: “Es saludable para el corazón, bajo en grasa y rico en omega-3”.

La cocina del camello: ganando adeptos

El chef Heath Betts, conocido por popularizar carnes exóticas en mercados de agricultores de Brisbane y Gold Coast, ha jugado un papel fundamental en cambiar la percepción del camello como alimento. “Muchos de los que rechazan el camello nunca lo han probado. Cuando lo hacen, quedan sorprendidos”, asegura. Betts vende alrededor de 200 kilogramos de carne de camello al mes y está convencido de que, al igual que otras proteínas alternativas, esta puede tener un futuro masivo. “La clave es explicar el sabor —no tan fuerte como muchos creen— y enseñar a cocinarla: se cocina igual que la carne vacuna”, dice.

Si bien el entusiasmo es palpable, la infraestructura para sostener una industria ganadera de camellos aún está en pañales. “No se trata de construir solo una granja de camellos, se trata de construir una industria completa”, enfatiza Martin. Desde la captura ética de animales salvajes hasta el transporte, el procesamiento, y la distribución, cada paso debe desarrollarse prácticamente desde cero.

camellos australia 4
Al igual que con los vacunos, distintos productos se pueden obtener de la carne de camello.

Al igual que con los vacunos, distintos productos se pueden obtener de la carne de camello.

“Los camellos no caben en mataderos estándar, y los productores necesitan entender su estructura anatómica”, agrega Betts. Este tipo de barreras ha hecho que la carne de camello siga siendo más cara que otras, pero también subraya la necesidad de inversión e innovación.

Una solución cuestionada: el debate ecológico

No todos están convencidos de que esta transformación del camello sea la respuesta adecuada. El Consejo de Especies Invasoras de Australia, liderado por la doctora Carol Booth, advierte que tratar a las plagas como recursos puede tener efectos contraproducentes. “Hemos visto lo que pasó con los ciervos y las cabras: cuando se los empieza a valorar económicamente, sus poblaciones aumentan en lugar de reducirse”, explica Booth.

Según el Consejo, sin una intervención sostenida, las poblaciones de camellos podrían duplicarse cada 8 a 10 años, con impactos ambientales severos: destruyen vegetación nativa, contaminan fuentes de agua y compiten con el ganado doméstico. “Si se afirma que esto es una solución al problema de los camellos en Australia, entonces simplemente decimos que es ridículo”, afirma Booth tajantemente.

Sin embargo, el Consejo también admite que capturar animales salvajes para formar rebaños de cría no necesariamente tiene efectos negativos, siempre que se haga bajo regulaciones estrictas.

A pesar de las críticas, los pioneros de Summer Land siguen firmes en su misión. “Si piensas demasiado en ello, resulta desalentador, pero día a día es emocionante”, comenta Riggans, quien bromea diciendo que es “una pionera de la industria del camello”.

camellos australia 7
Cazados desde helicópteros, sus cuerpos suelen ser dejados a la intemperie, pudriéndose bajo el sol implacable.

Cazados desde helicópteros, sus cuerpos suelen ser dejados a la intemperie, pudriéndose bajo el sol implacable.

El futuro de este ambicioso proyecto es incierto, pero también está lleno de potencial. En un mundo que busca alternativas más sostenibles para alimentar a una población creciente, el camello —animal resistente, versátil y subestimado— podría ocupar un lugar inesperado en la mesa australiana. Martin lo resume así: “Si podemos gestionarlos, criarlos y crear empleo y proteínas, ¿por qué no lo haríamos?”.

Y mientras el sol se pone sobre los ondulados paisajes de Scenic Rim, los camellos mastican con tranquilidad en los campos de Summer Land, sin saber que son el centro de una revolución alimentaria que podría cambiar para siempre su destino en Australia.

Fuente: ABC News con aportes de Redacción +P.

En esta nota

Dejá tu comentario

Las más leídas