Así transformaron la carne de cerdo en un modelo productivo exitoso
En Catriel, Río Negro, lograron convertir la producción de carne de cerdo en un sistema autosustentable que genera empleo y valor agregado.
Con el cambio de gestión que hubo en el municipio de Catriel, a partir del triunfo de la peronista Daniela Salzotto, hubo nuevas metas para la Fundación Polo Tecnológico y Social, una entidad que, si bien preside la jefa comunal, es independiente y administra tanto el frigorífico local, la granja de cerdos, como la planta que produce alimentos balanceados. Con la premisa de lograr el equilibrio financiero, se resolvió modificar la estrategia: se pasó de la venta de medias reses de cerdo, sobre todo en el Alto Valle, a una elaboración propia de subproductos para agregarle valor a la producción.
El proyecto se inició hace 8 años, cuando Carlos Johnston (veterinario) era intendente y volcó los fondos que se enviaron a los municipios por la renegociación de los contratos petroleros hacia un proyecto productivo. Todo comenzó con un frigorífico modular portátil, que era un poco más grande que un contenedor y que servía para faenar unos 10 animales a la semana.
“Antes casi todo lo que se faenaba salía como media res, y casi el 50% se vendía en el Alto Valle, pero ahora casi todo queda acá”, aseguró Soledad Angeli, veterinaria y directora técnica del frigorífico, que tiene una faena promedio de 70 animales semanales. “Antes estábamos en 75 a 80 animales, pero ahora estamos en 70”, detalló. Es que se debe organizar el trabajo a lo largo de la semana para hacer frente a los nuevos compromisos.
El nuevo rumbo está marcado por agregarle valor al producto base, que es la carne de cerdo, y mejorar la comercialización en el punto de venta propio que tiene la fundación en el centro de la ciudad. Encontraron un local más amplio, y se hicieron algunas acciones de marketing. Sumaron un segundo vehículo para reparto, y abastecen a unas 25 carnicerías locales.
Fabrican hamburguesas y milanesas a partir de la compra de alguna maquinaria, “y ahora también hacemos secos”, dice Angeli. Tienen 3 líneas de chorizos, bondiola, morcilla, una paleta cocida, queso de cerdo y se prepara un nuevo lanzamiento: nuggets de cerdo. La propia veterinaria hace pruebas en su casa para ajustar la receta, sobre todo la consistencia de la mezcla.
“El resultado es un producto bastante artesanal, y que es muy bien recibido por el público. Al menos los comentarios son muy buenos”, dijo en diálogo con +P, quien resaltó un logro vital para el proyecto: “Hoy, salvo algunos detalles, somos autosustentables. La intendenta, como presidenta de la fundación, nos había puesto como meta lograr la autosuficiencia en dos años, pero ya lo logramos”. Salzotto asumió en diciembre de 2023.
Los salarios del personal son afrontados desde la fundación, y la plantilla está conformada por 7 personas en faena y elaboración, 2 maestranzas y 3 serenos, además de la directora técnica.
A la actividad porcina de la región también la golpeó la apertura de la barrera sanitaria, y ahora entra asado de cerdo desde Córdoba, criado con un maíz que allá pagan a unos 220 pesos el kilo, mientras que para producir el mismo cerdo en Catriel, se lo hace con un maíz en torno a los 270 pesos, todo por la incidencia de los fletes. “No estamos tan desentonados con los precios que están llegando”, aseguró Angeli, y se mostró confiada en que podrán ser competitivos, aunque reconoció que “a nosotros nos matan los fletes”.
Es que el proyecto es integral, y además del frigorífico, existe una granja porcina con unas 180 madres que garantizan la producción cotidiana.
Diferencias entre cerdo y vacuno
El frigorífico de Catriel, cuyo edificio es municipal, “nació pensado para la faena bovina”, recuerda la directora técnica del establecimiento. En torno a esta ciudad, que es uno de los portales a la Patagonia, se desarrollan casi 3.000 hectáreas bajo riego, que se generan a partir de una boca toma en el río Colorado. Está Valle Verde, y también Peñas Blancas, como zonas con tierras sistematizadas.
De esos campos, y otros de secano, salen al mes unos 280 animales para consumo, los cuales hoy son trasladados –en su mayoría–, hasta el frigorífico JJ Gómez, de General Roca. Catriel, además, se ha convertido en una ciudad de servicios para toda la actividad creciente de Vaca Muerta, atento el conocimiento adquirido por sus PyMEs y vecinos a lo largo de 65 años de actividad petrolera. Muchas empresas se desempeñan en la cuenca neuquina, donde el crecimiento del consumo es significativo en ciudades próximas como Rincón de los Sauces (150 kilómetros) o Añelo (170 kilómetros).
“No es fácil porque hay que hacer inversiones para las modificaciones que requiere el vacuno”, comenta Angeli, quien acota que además “hay que hacer inversiones en maquinarias”.
Reconoce que la producción ganadera, de poder faenarse en la localidad, “la ecuación cambia”, pero todo queda sujeto al volumen, “porque habría que ver la cantidad de cabezas disponibles, que permitan hacer frente a las inversiones y amortizarlas”. Por eso, antes de tomar decisiones en falso, consideró necesario “hacer un buen estudio económico”.
Reconoce que “la intención siempre está”, y que se podría reforzar la idea de lograr que el complejo productivo que hoy se centra en el cerdo, se siga autofinanciando.
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