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El euro ya roza los 1,10 dólares

Son los valores más altos desde principios del año pasado. La tasa de interés del BCE y las restricciones de Trump, validan este escenario

Aunque ellos mismos no lo acepten, el mercado sostiene que Jerome Powell y Christine Lagarde mantienen una tensa carrera por convertirse en el primer presidente de una gran entidad central en bajar los tipos de interés tras el fuerte incremento en el precio del dinero de los últimos años. Y esto puede tener consecuencias en las divisas.

El mercado ha colocado en las últimas semanas como favorita a la máxima mandataria europea. La gobernante del BCE se ha colocado como principal candidata a llevarse la victoria en esta carrera por bajar tipos. De ahí que el euro se haya revalorizado más de un 2% frente al billete verde desde mediados de febrero y que se sitúe a las puertas de la psicológica barrera de los 1,10 dólares.

"Nos sorprende la fuerte reacción del euro/dólar", destacaban la semana pasada desde AXA IM al hacerse eco de que, pese a todo, "los tipos del euro a corto y a largo plazo terminaron donde estaban antes de la reunión del BCE". Sin embargo, cada vez son más los expertos que empiezan a pensar que el par seguirá revalorizándose frente al dólar en el corto plazo ante la perspectiva de que la entidad central europea rebajará los tipos antes que la Fed.

"Durante su rueda de prensa, Lagarde ha dicho que no se ha debatido sobre los recortes de tipos en la última reunión, aunque ha indicado que podrían estar cerca y que los miembros del banco central están ampliamente de acuerdo en que tendrán más datos para reflexionar en junio", explica Itsaso Apezteguia desde Ebury, la fintech global especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas. "En nuestra opinión, esto prácticamente sella el acuerdo de que el banco comenzará a flexibilizar su política monetaria en su reunión de junio, eso sí, siempre y cuando no se produzca un aumento de la inflación hasta entonces", señala.

"Los datos salariales, que son cruciales para la toma de decisiones del BCE, han mostrado algunos signos de ralentización, mientras que los datos de actividad de la semana pasada (especialmente los PMI periféricos, el Sentix de la zona euro e incluso la producción alemana) fueron mejores", explican desde Nomura mientras aseguran que Lagarde fue clara en su último discurso al afirmar que "para junio -que es cuando nosotros y los mercados esperan la primera rebaja de tipos- sí podría haber información suficiente como para valorar un recorte".

De confirmarse, se trataría de la primera bajada de tipos en la eurozona desde 2016 y podría adelantarse a una Fed pendiente aún del importante informe de inflación relativo a febrero que este martes publica en EEUU. "La cifra clave será el índice subyacente mensual, que excluye elementos volátiles como los alimentos y la energía", explican desde Ebury, desde donde eso sí ven argumentos a favor de un calendario similar al del BCE para la Reserva Federal.

Presión de Trump

La subida del euro hasta casi los 1,10 dólares se debe también a las políticas arancelarias de Donald Trump. La guerra comercial iniciada por el presidente estadounidense, con la imposición de aranceles sobre productos de diferentes países, ha debilitado al dólar. Los inversores, al ver menos seguridad en la moneda estadounidense, han comenzado a preferir el euro y otras divisas.

La política de Trump tiene como objetivo aumentar el proteccionismo estadounidense, lo que, en teoría, debería beneficiar a la economía de EEUU a través de un impulso a las exportaciones. Sin embargo, esta medida está teniendo un efecto contrario, ya que la falta de estabilidad económica que provoca la guerra comercial debilita la confianza en el dólar, lo que lleva a su caída frente al euro. Además, este tipo de políticas pueden generar inflación y desacelerar el crecimiento económico tanto en EEUU como en otros países.

El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, ha señalado que estas políticas pueden amenazar la estabilidad económica global. Las medidas proteccionistas de EEUU crean incertidumbre, lo que afecta la confianza de los inversores en las economías de todo el mundo. Por su parte, el BCE, bajo la dirección de Christine Lagarde, también se ha mostrado preocupado por las posibles repercusiones, destacando que la guerra comercial de EEUU podría reducir el PIB de la zona euro en un 0,5%, incluso.

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