El Pato Fillol presentó su propia línea de vinos
Ubaldo "Pato" Fillol, arquero que se consagró campeón del mundo con la Selección Argentina en 1978, presentó su línea de vinos "Abrazo del Alma",
Ubaldo "Pato" Fillol, el gran arquero que se consagró campeón del mundo con la selección argentina en 1978, presentó su línea de vinos "Abrazo del Alma", que estará compuesta por dos varietales tintos: Malbec, y Cabernet Franc, y un cepaje blanco: Chardonnay.
El proyecto impulsado por la bodega mendocina Andes Growers. “Hemos trabajado junto al Pato (Fillol) en todo el proceso de elaboración de esta línea de varietales junto a nuestro equipo de profesionales, con lo cual esperamos que los amantes del fútbol y del buen vino disfruten tanto como nosotros de este Abrazo del Alma”, dijo Jonathan Tari, CEO de la bodega, a Télam.
Por su parte, el enólogo José Di Marco comentó que “para realizar estos varietales contamos con viñedos seleccionados y controlados genéticamente en diferentes zonas geográficas de Mendoza, donde su ADN exprime lo mejor de cada terroir".
"El clima de montaña, gran altura, marcada amplitud térmica, suelos pobres, pedregosos y calcáreos, con buen drenaje y estructura suelta, son las condiciones que otorgan características excepcionales a la uva”, agregó.
El exarquero de River Plate, Racing Club, entre otros, y de la selección nacional campeona del mundo del '78, indicó: "Un abrazo es el reflejo de nuestro corazón, es sincero y expresa emociones sin emitir una palabra. Este vino fue pensado para esos momentos inolvidables que quedan grabados en nuestra memoria para toda la vida, un 'Abrazo del Alma' que se renueva en cada copa”.
“Abrazo del alma” es todo un símbolo porque fue una foto publicada por la Revista El Gráfico tomada por el reportero gráfico Ricardo Alfieri que obtuvo muchísimos premios internacionales, y retrata cuando el 25 de junio de 1978 terminó la final en la que el seleccionado de Argentina le ganó a Holanda por 3 a 1 y se consagró campeón del mundo, y el arquero se estrechó en el festejo con Alberto César Tarantini, y un joven al que le faltaban los brazos quedó inmortalizado con ellos en esa instantánea.
El mismo Pato Fillol lo recuerda así: “Cuando sonó el silbato en la final, caí en cuclillas, y me abracé con el 'Conejo' Tarantini. Después apareció Víctor Dell'Aquila, que es el chico al que le faltan los dos brazos, y se tiró encima nuestro”.