Patagonia Norte, a la cabeza de la pérdida de viñedos a nivel nacional
La vitivinicultura en Neuquén y Río Negro pierde viñedos en 2024; la vendimia 2025 cae 9% y 12%. Malbec y Pinot Noir lideran, pero el sector enfrenta retos.
La vitivinicultura en la Patagonia, con Neuquén y Río Negro a la cabeza de la pérdida de viñedos a nivel nacional en 2024, enfrenta un panorama complejo. Está marcado por la reducción del área cultivada y una vendimia 2025 que, según las estimaciones iniciales, se perfila a la baja.
Las provincias de Neuquén y Río Negro, si bien representan menos del 1% de la superficie total cultivada con vid en Argentina, constituyen economías regionales de importancia. Es un sector con su cadena de valor consolidada donde casi la totalidad de la uva cosechada se destina a la elaboración de vinos y un 20% de estos se exporta. Sin embargo, el sector ha estado bajo presión en los últimos años.
Una tendencia que preocupa
El año 2024 confirmó una tendencia preocupante para la vitivinicultura norpatagónica: Neuquén y Río Negro fueron las provincias de todo el país donde más se redujo la superficie cultivada con vid respecto al año previo. En Río Negro, específicamente, se dieron de baja 213,2 hectáreas en 2024, lo que representa una contracción del 14,2% en comparación con 2023. Si la mirada se extiende una década atrás, la caída es aún mayor, con 389,2 hectáreas perdidas desde 2015. Este declive en la superficie no es exclusivo de la región, sino que también se observa a nivel nacional, incluso en las principales provincias productoras como Mendoza y San Juan.
Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), al cierre de 2023, Neuquén contaba con 1.792 hectáreas de vid, representando el 48,2% de la superficie patagónica y el 0,9% del total nacional. Sin embargo, en 2024, la superficie cultivada con vid en Neuquén se redujo en casi 300 hectáreas con respecto a 2023. Esto equivale a una contracción porcentual del 16,3% del área.
Por su parte, Río Negro tenía una superficie total de vid (para elaboración y consumo en fresco) donde el 94% era apta para elaboración. Desde 2010 hasta 2022, la superficie cultivada apta para elaboración en Río Negro se redujo en un 7,8%.
Datos a la baja
Con este escenario explicitado, la pregunta que surge es: ¿Cómo fue la vendimia 2025? Siguiendo el reporte del INV, repasamos los datos de un indicador clave de la producción anual: la cantidad de uva ingresada a establecimientos elaboradores (bodegas y productores de mosto).
En 2023, en Neuquén se registró el ingreso de 68.787 quintales (equivalentes a 6.878.700 kg) de uva para elaborar vinos y mostos. En Río Negro, fueron 49.998 quintales (equivalentes a 4.999.800 kg).
El año pasado (último dato disponible), la cifra de Neuquén subió a 78.377 quintales (equivalentes a 7.837.700 kg). Es decir, tuvo un aumento del 13,9% respecto a 2023. ¿Cuáles fueron los datos de Río Negro? En ingreso fue de 46.079 quintales (equivalentes a 4.607.900 kg), una disminución del 7,8% respecto a 2023.
En cuanto a la cosecha 2025, en Neuquén el total general elaborado acumulado al 18 de mayo de este año fue de 7.131.618 kg. Las estimaciones del INV para la producción total de uvas de la actual vendimia rondan las 7.000 toneladas (7.000.000 kg). Comparado con el volumen de 2024 (7.84 M kg), los datos acumulados y estimados de 2025 sugieren una disminución cercana al 9%.
En Río Negro, el total general elaborado acumulado al 18 de mayo fue de 4.048.480 kg. Las estimaciones del INV para la producción total de uvas de la actual vendimia rondan las 4.000 toneladas (4.000.000 kg). Comparado con el volumen de 2024 (4.61 M kg), los datos acumulados y estimados de 2025 indican una disminución de aproximadamente el 12%.
Es el cambio climático
La vendimia 2025 ha sido marcada por desafíos climáticos a nivel global, con sequías, granizo y heladas tardías que impactaron diversas zonas del país. El INV llegó a anunciar la previsión de cosecha más baja de los últimos 50 años a nivel nacional y la región patagónica no fue ajena a estas mermas. La cosecha se adelantó significativamente, algo que el jefe de la Delegación General Roca del INV atribuyó al cambio climático.
A largo plazo, la producción de uva en Neuquén disminuyó un 40,3% en el período 2014-2023, y el volumen elaborado ha mostrado una tendencia decreciente desde el pico de crecimiento entre 2000 y 2010. En Río Negro, la elaboración de vinos también se redujo significativamente en algunos departamentos entre 2010 y 2022, aunque creció en otros.
Cepa por cepa
Las variedades tintas son las predominantes en ambas provincias. En Neuquén destacan Malbec (37,5% de la superficie en 2023), Pinot Noir (15,4%) y Cabernet Sauvignon (14,5%). En Río Negro, las más cultivadas son Malbec (26,6%), Merlot (12,7%) y Pinot Noir (8,9%). En resumen, si bien la cosecha de uva para elaboración en Neuquén mostró un repunte en 2024 respecto a 2023, la tendencia de 2025 (basada en datos acumulados y estimados) parece ser nuevamente a la baja para ambas provincias, en un contexto de reducción confirmada del área cultivada en 2024 y desafíos climáticos que afectan la producción a nivel nacional.
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