Implementan un programa anti derroche
Casi la mitad de los productos cultivados para alimentar a la población global no acaban siendo consumidos. Está en marcha un programa para poner freno a esta realidad, ¿de qué se trata?
Un tercio de los alimentos que produce el mundo se pierde durante la cosecha, el almacenamiento, el transporte, la venta o por el uso que hacen los consumidores. Desde hace años, surgen investigaciones, políticas, propuestas y miles de iniciativas para gestionar esta realidad.
Esta semana un estudio de la Universidad Tecnológica Nanyang (Singapur) -publicado en la revista Nature Food,- le puso números a la problemática. Los investigadores realizaron una suerte de radiografía del suministro de alimentos de 164 países desde 2001 hasta 2017 en base a 54 productos alimenticios y cuatro categorías: cereales y legumbres; carne y productos animales; vegetales y frutas; y cultivos de raíces y aceite. Los datos son tan concluyentes como alarmantes: un 40% de productos cultivados para alimentar a la población global no acaban siendo consumidos, desperdicio que contribuye al 10% de los gases de efecto invernadero.
A nivel global, se estima que aproximadamente el 13% de los alimentos producidos se pierden entre la cosecha y la venta minorista, y el 17% de la producción total de alimentos se desperdicia en los hogares, la restauración y el comercio al por menor.
La magnitud del derroche es tal que existe el Día Internacional de Conciencia sobre la pérdida y el desperdicio de alimentos, celebrado desde 2019 cada 29 de septiembre.
De este lado del mundo
En nuestro país, se estima que un 30% de frutas y un 40% de hortalizas se pierden o se desperdician. Con estos datos sobre la mesa, se conoció una iniciativa del Mercado Central de Buenos Aires en articulación con el INTA y el INTI que permitió recuperar más de 3.400 toneladas de alimentos aptos para el consumo humano y se reconvirtieron 4.300 toneladas de residuos orgánicos de frutas y hortalizas en compostaje.
En el marco del programa, entre agosto de 2020 y julio de 2023, se logró recuperar 3.471 toneladas de alimentos aptos para consumo humano y 4.372 toneladas de residuos orgánicos de frutas y hortalizas para compostaje.
“Lo primero que hicimos fue estimar fehacientemente cuánto se generaba de residuos de frutas y hortalizas. Mandamos a analizar para medir la potencialidad de estos residuos. Lo hicimos en laboratorios del Mercado Central y del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (IMYZA) del INTA”, contó el especialista Pedro Rizzo.
Y agregó: “Determinamos que, de agosto de 2020 a julio de 2023, se han producido 4.372 toneladas de compost. Y toda esa materia orgánica es la que evitó enviar a un relleno sanitario”.
Por su parte, Fabián Rainoldi, responsable del proyecto del Mercado Central, aseguró que “con este manejo, aproximadamente 37.500 personas se alimentan por semana y se abastecen entre 450 y 700 comedores, con el fin de generar la consciencia y el compromiso de todos los sectores para mayor sustentabilidad”.
En este sentido, Rainoldi detalló que “se diseñaron procedimientos internos para la recuperación de alimentos y la producción de compostaje, normativas del Senasa y del Código Alimentario”.
Paso a paso
El proyecto se implementó en etapas. Rainoldi explicó que “primero recibimos las mercaderías que salen del circuito comercial de los operadores, a través de una donación que les reporta beneficios a quienes adhieren al programa. Luego, se hace la separación primaria del material orgánico e inorgánico. Finalmente, se procede a traspasar los cajones del operador a los cajones verdes (IFCO)”. Y añadió: “Los pasos siguientes consisten en el paletizado de los cajones verdes y el registro de todos los movimientos diarios en remitos y documentos internos”.
En cuanto a los criterios de separación, existen características organolépticas referidas al color, forma, textura, sabor, olor, tamaño. También se evalúan los problemas en las instancias de almacenamiento, transporte y embalajes deficientes. El equipo de separadoras y separadores se capacita en cursos que dictan desde el Área de Calidad y Transparencia en manipulación de alimentos. Se reciben frutas y verduras en un solo lateral de cada Nave. Un roll off para compostaje con reja y otro roll off para desechos.
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