La revolución del "listo para usar": Easy Veggie innova en la Patagonia Norte
¿Salsa criolla lista? Easy Veggie, de Neuquén, pionera en vegetales de IV gama. De una idea simple, un negocio millonario en Vaca Muerta.
En un informe del INTA Alto Valle, publicado en abril del 2025 titulado “Valor agregado en origen (AVO) en los valles irrigados de Patagonia Norte” se mencionan doce experiencias innovadoras que suman valor a la producción regional. Entre ellos se encuentra Easy Veggie, la primera empresa de IV gama, ya que sus vegetales pasan por un procesamiento que incluye lavado, pelado, troceado y envasado para su consumo directo.
El objetivo del informe es visibilizar emprendimientos que dinamicen la economía regional, la innovación y la generación de empleo. El concepto de AVO implica transformar la producción primaria, teniendo en cuenta la calidad, la identidad local, la sustentabilidad y las certificaciones.
El caso de Easy Veggie, viene de la mano Cristian Figueroa, un inquieto y joven empresario dueño de una constructora y una empresa de computación, que tuvo la idea de procesar verduras, el día que se dio cuenta de que no existía en la zona la base para armar la salsa criolla que se usa en los asados.
De la idea al proyecto
Esta necesidad personal, como el mismo lo define, lo llevó a crear Easy Veggie a partir del 2019. Sobre la anécdota de la salsa criolla, Cristian recuerda que “veía el tiempo que demandaba cortar los cubitos lo que era la cebolla, el morrón. Yo decía: ´No puede ser que nadie te venda esto con todo el tiempo que demanda´”.
A partir de esta inquietud, Cristian comenzó a recorrer los hipermercados y los mayoristas, “hice un estudio de mercado, y como no encontré nada más que la cebolla congelada, agarré y me puse a investigar lo que eran vegetales de IV gama, que hasta ese momento no sabía que se denominaban así, vegetales de primera, segunda, tercera, cuarta y hasta quinta gama”, recuerda el emprendedor.
Con esta revelación, Cristian comenzó a realizar las averiguaciones para hacer realidad el emprendimiento. Se acercó al área de bromatología del municipio de Neuquén para recibir asesoramiento. En los inicios la idea era realizar la base para la salsa criolla y producir papa pelada en finas láminas, todo envasado.
El mismo año, se acercó a algunas ferias internacionales y adquirió las primeras máquinas en Italia, cuya llegada a la Argentina se atrasó algunos meses por la pandemia. Por ese entonces, una empresa proveedora de materia prima para clínicas fue la que les permitió arrancar con la producción y la venta.
Al mismo tiempo, una ingeniera en alimentos del municipio los asesoró para armar la planta de procesado, en el lugar donde hoy se encuentra en el barrio Villa Florencia de Neuquén. Así fueron los comienzos de lo que hoy es, según Figueroa, una de las tres empresas modelo en la Argentina que se dedican a los vegetales procesados de IV gama.
Una solución para las empresas
Cristian nos cuenta que las verduras las compran en un 70% en el Mercado Concentrador de Neuquén, y entre un 25% y un 30% lo traen de Mendoza, directamente de los productores. “Nosotros somos fuertes en cinco productos, la papa, la cebolla, la calabaza, la zanahoria y lo que es hoja verde”, nos cuenta Cristian. Esos son los principales productos con los que abastecen a varias cadenas gastronómicas.
La comercialización de las verduras procesadas está dirigida a lugares como restaurantes, supermercados y minimarkets, además de hoteles y empresas que cuentan con muchos empleados, especialmente del rubro del petróleo. “En realidad el 80% de nuestro negocio es Vaca Muerta”, reconoce Cristian.
En Easy Veggie se procesan aproximadamente entre 1500 y 2000 kilos de verduras diariamente entre todas las variedades. Sin embargo, “la papa tiene un promedio entre 500 y 600 kg diarios solo de producción. Después le sigue la cebolla, que anda entre 300 y 400 kg diarios. Después la calabaza y tercero, la zanahoria”, explica Figueroa, quien selecciona la calidad de las verduras personalmente.
“Nosotros tenemos que llevarle solucione a las empresas… que vos con el personal puedas duplicar tu producción, sin que eso te afecte en costos directos de lo que es mano de obra”, afirma Cristian y agrega que otro de los grandes clientes que tienen hoy en el Alto Valle es la empresa Pollolín.
La empresa tuvo alguna vez dos locales para la venta directa en la ciudad de Neuquén, pero Cristian se dio cuenta que “el negocio no pasaba por el consumidor final, si no pasaba por abastecer a las grandes empresas. Es un aprendizaje que uno va haciendo, ¿no?”, reconoce.
Asimismo, en los comienzos la variedad de productos era más amplia “Hoy debemos estar en 22 productos de los 60 en su momento. Es lo que más nos demandan los clientes” explica y agrega que todo se vende en fresco y no se congela nada.
El foco en la trazabilidad
Para realizar un seguimiento de la trazabilidad de estos productos frescos, Easy Veggie fue incorporando nuevas tecnologías “tenemos todo un sistema informático, sí se carga manualmente, pero después los chicos los pasan a unas planillas digitales”. Para mantener los productos “hay que ser muy estricto en lo que es la cadena de frío” explica Cristian.
La planta de Easy Veggie cuenta con un área de desinfección y centrifugado, un área de envasado y secado. Luego se pasa a la cámara y de ahí sale directamente a reparto. Este proceso se encuentra totalmente diagramado.
La empresa, que da trabajo directo a 15 personas, cuenta con logística propia, “tenemos vehículos adquiridos 0 km con equipos de frío. Esos equipos de frío tienen trazabilidad, o sea, nosotros sabemos con qué temperatura sale de la cámara, con qué temperatura sube a la camioneta y con qué temperatura le descargamos a nuestro cliente”, asegura su fundador.
Los planes para el futuro
Una de las preguntas que se hizo Cristian Figueroa es qué hacer con el sobrante del procesamiento de verduras. Hoy, los restos se regalan a gente que hace compost. Si embargo, como todo inquieto, Cristian ya comenzó a incursionar en el negocio de los pellets, que se utilizan como combustible en estufas y calderas por su alto poder calorífico.
“Eso no es lo último”, reconoce, “hoy estoy con una empresa de Santa Fe por el tema de pellets” como solución al gran desperdicio orgánico que generan todos los días y que la idea es darle otro valor. Porque también estamos enfocados, en pleno proceso de certificación ISO 9001”, finaliza.
Por todo esto, Easy Veggie no solo responde a una demanda concreta del mercado, sino que representa una nueva forma de pensar la producción agroalimentaria en la Norpatagonia: con tecnología, trazabilidad, compromiso ambiental y una visión empresarial que no se detiene en los límites del negocio.
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