Crisis

Crisis frutícola en el Valle: productores se organizan ante el abandono estatal

Ante la crisis, convocaron a una reunión urgente para el próximo lunes 23 de junio a las 17 horas, en la Sede del Consorcio de Riego de Cipolletti.

La crisis que atraviesa la fruticultura en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén está tocando un nuevo punto de inflexión. Productores de las localidades de Cipolletti, Fernández Oro, Allen y otras zonas del valle convocaron a una reunión urgente para el próximo lunes 23 de junio a las 17 horas, en la Sede del Consorcio de Riego de Cipolletti, ubicada en la calle San Luis.

La convocatoria surge en medio de un clima de profundo malestar en el sector frutícola. Productores denuncian estar “a la deriva” ante la falta de políticas públicas que sostengan una de las economías regionales más importantes de la Patagonia. En particular, apuntan al rumbo de la economía que lo consideran incompatible con la subsistencia de la producción frutícola.

“El desinterés es total”, señalan los organizadores, quienes remarcan el silencio y la inacción tanto del Gobierno Nacional como de los gobiernos provinciales y municipales. A esto se suma la falta de respuestas por parte de los representantes parlamentarios de los distintos partidos políticos, quienes, según afirman, no propusieron ningún tipo de medida concreta para revertir la crítica situación del sector.

La fruticultura, una actividad agroexportadora con alta demanda de mano de obra, fue históricamente uno de los pilares económicos de la región. Sin embargo, hoy atraviesa un colapso sin precedentes. Los productores aseguran que la actividad ya no es rentable: enfrentan costos en dólares, acceso restringido al crédito, escasa infraestructura de apoyo y una presión impositiva que consideran asfixiante.

Además, denuncian que los precios que reciben por sus peras y manzanas en esta temporada no alcanzan para cubrir los costos de producción, mientras los intermediarios y grandes cadenas de comercialización obtienen márgenes mucho más altos. “Estamos atrapados en una cadena de valor donde siempre perdemos los que trabajamos la tierra”, expresó uno de los convocantes.

En este contexto, la reunión del lunes busca ser un punto de inflexión. No sólo se plantea como un espacio de catarsis colectiva, sino también como una instancia para tejer lazos de unidad y articular estrategias comunes. “Vamos a reunirnos para buscar un camino de unión y de lucha”, aseguran.

La expectativa es que del encuentro surja un plan de acción que incluya medidas de visibilización pública, petitorios formales a las autoridades y posibles movilizaciones. Los productores no descartan manifestaciones masivas si no obtienen respuestas concretas en el corto plazo.

La crisis frutícola en el Alto Valle no es nueva, pero hoy se presenta con una intensidad alarmante. El abandono por parte del Estado, sumado a un contexto económico recesivo, amenaza con desmantelar años de trabajo y esfuerzo de cientos de familias chacareras. La reunión del lunes 23 podría marcar el inicio de un nuevo capítulo en la defensa de una producción regional clave, que lucha por no desaparecer.

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