Radiografía del I cuatrimestre: peras y manzanas en números
La cosecha 2025 muestra un leve crecimiento en volumen total, pero con contrastes marcados entre peras y manzanas.
Con el cierre estadístico del primer cuatrimestre del año, los primeros números de la cosecha teórica de peras y manzanas en el Valle de Río Negro y Neuquén comienzan a trazar el perfil productivo de la temporada. Según los datos oficiales elaborados por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y la Secretaría de Fruticultura de Río Negro, el total cosechado alcanzaría las 997.200 toneladas, volumen que representa una suba del 3% en relación al mismo período del año anterior y del 6% cuando se lo compara con la media de las últimas tres temporadas (2022-2024).
Aunque el volumen total no muestra una variación abrupta, el desglose por especie evidencia contrastes marcados entre peras y manzanas, tanto en términos de producción como de destino comercial y comportamiento del mercado.
La cosecha teórica de peras cerró al 30 de abril con un total estimado de 566.500 toneladas, lo que representa una caída cercana al 3% respecto del mismo período en 2024 y un incremento del 3% cuando se compara la cifra de este año con la de la media de las últimas tres temporada (2022-2024).
Sin embargo, el análisis detallado de los destinos de esa producción muestra claras tendencias. Las exportaciones en lo que va de este año mostraron un crecimiento interanual del 4%, lo que refleja cierta estabilidad sobre la demanda externa de esta especie. Los envíos al mercado interno reflejaron un crecimiento de 3%, mientras que las colocaciones para uso industrial se dispararon 20%.
El dato más llamativo del sector, para este inicio de temporada es la fuerte caída en los stocks almacenados. Al 30 de abril, las cámaras frigoríficas de la región albergaban unas 176.600 toneladas de peras, volumen que representa una caída interanual del 23% y del 9% cuando se los compara con el promedio de las tres temporadas anteriores (2022-2024).
Este fenómeno se traduce en alrededor de 53.000 toneladas menos de pera almacenada en cámaras en comparación con la misma fecha del año pasado. Estos niveles pueden explicarse parcialmente por una mayor cantidad de pera que en la actual cosecha no presentó la calidad esperada para ser colocada en el mercado en fresco. Las heladas primaverales y las tormentas de granizo mucho tuvieron que ver con esto.
Cabe recordar que las proyecciones iniciales hacia finales de 2024 hablaban de una caída del 20% en la producción de peras. El contraste entre esa expectativa y los resultados actuales revela un desfasaje que pone en discusión las herramientas de previsión utilizadas por el sector y obliga a una revisión profunda de los mecanismos de estimación.
Más manzanas
En el caso de las manzanas, la situación presenta matices diferentes en relación a las peras. Con una cosecha teórica estimada en 430.700 toneladas, el crecimiento interanual alcanza el 11%, lo que equivale a un volumen adicional de aproximadamente 43.000 toneladas en términos absolutos respecto al mismo período de 2024.
Las exportaciones mostraron un repunte del 28%, mientras que las colocaciones en el mercado interno crecieron un marginal 1% y la manzana a industria se disparó 80% en términos interanuales. Estos datos indican una cierta agilidad del sector comercializador para reorientar el producto hacia canales más rentables o activos, en medio de una temporada complicada.
La suba más significativa se produjo en la participación de la industria. A este destino se derivaron en esta primera parte de la temporada poco más de 124.000 toneladas de manzanas. En términos absolutos, esto significa que unas 45.000 toneladas más fueron destinadas a procesos industriales como jugos, compotas y otros derivados, lo que impacta directamente en la cadena de valor de este segmento.
En este marco, los productores y operadores comerciales deberán moverse con cautela, evaluando estrategias de conservación, logística y ventas que permitan mitigar los efectos de un año atípico. Los próximos meses serán decisivos para saber si el mercado logra recomponer el consumo.
Interrogantes de cara al segundo semestre
Los números del primer cuatrimestre 2025 reflejan un escenario mixto para el sector frutícola del Valle. Si bien la producción total de pomáceas se mantuvo relativamente estable, como así también los niveles de stocks, los costos internos siguen subiendo y no hay certezas que la demanda minorista termine convalidado el traslado de los mismos a los precios finales en góndola.
El dato positivo, respecto de la temporada pasada, es que la fruta almacenada en las cámaras frigoríficas presenta una mejor calidad para ser comercializada en fresco. La capacidad del sector exportador para dinamizar destinos alternativos será una variable clave para descomprimir el sistema.
La menor oferta de manzanas en frío podría ejercer una presión alcista en los precios del mercado interno, aunque la demanda minorista sigue sin reaccionar, por los que se espera un mercado interno equilibrado para la segunda parte del año.
La evolución del consumo interno, el comportamiento de los mercados internacionales, el tipo de cambio y la política fiscal aplicada al sector serán factores determinantes para definir si este leve crecimiento en la producción global se convierte en un año de crisis o si, por el contrario, se logran acomodar las piezas para atravesar el ciclo sin mayores sobresaltos.
Metodología del trabajo de cosecha teórica
Los datos presentados en este trabajo se rescatan de informes oficiales realizados por el SENASA y la secretaria de Fruticultura de Río Negro con corte al cierre de abril, recién iniciada la temporada. Existen algunos desvíos que se deben tener en cuenta al analizar las tendencias y números finales obtenidos.
-La estadística comercial suministrada por el SENASA no contempla la oferta de fruta que se comercializa en la región patagónica. Según información del sector privado, este mercado ubicado al sur del río Colorado representa menos del 5% de las ventas totales que se orientan al mercado interno de todo el país.
-Los stocks en las cámaras frigoríficas que contabiliza la secretaría de Fruticultura de Río Negro, contempla este año solo el 66% -en promedio se ubica este indicador en el 75%- de las cámaras presentes en su territorio y no toma las existentes en Neuquén, que, cabe la aclaración, tienen una incidencia mucho menor.
-La comercialización de manzanas de una temporada comienza en febrero/marzo y finaliza en el mismo período del año posterior. Los datos para este análisis toman como cierre en diciembre (año calendario), por lo tanto, hay que tener en cuenta que los dos primeros meses del año corresponden a la temporada anterior. En todos los años tomados se estandariza esta variante.
Independientemente de estas aclaraciones, y los desvíos que pudiesen existir, los números presentados de las cosechas teóricas de pomáceas buscan, ante todo, mostrar tendencias.
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