La peor deuda: una gestión que sumó 4,8 millones de pobres
Alberto Fernández y Cristina Fernández entrega un país diezmado: inflación arriba del 160% anual, pobreza en niveles máximos y récord de deuda pública.
La dupla Albero Fernández-Cristina Fernández deja hoy el poder. Fue el peor gobierno nacional de éste el último período de la democracia, que cumplió 40 años. Entregan un país con niveles de pobreza que presenta tintes de tragedia.
Y los más preocupante es que, tanto el presidente saliente como su viceperesidenta, no se hacen cargo de los más de 20,8 millones de argentinos sumergidos en la pobreza. Durante los últimos cuatro años sumaron 4,8 millones de nuevos pobres, que ni siquiera fueron mencionados en sus discursos finales. No existen, y por ello entienden que no tienen que dar ningún tipo de explicación sobre este tema.
Según un reciente trabajo presentado por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), la pobreza alcanzó en el tercer trimestre de este año al 44,7% de la población. Son más de 20,8 millones ciudadanos que padecen esa condición, si se proyecta ese porcentaje a todo el país, incluyendo la población rural. De ese total, 9,6%, poco más de 4,4 millones de personas, son indigentes. Cuando Mauricio Macri dejó la presidencia, en diciembre de 2019, éste mismo estudio elaborado por la UCA revelaba que la pobreza afectaba a 39,9% de la ciudadanía, índice que representa poco mas de 16 millones de personas.
La dupla Fernández-Fernández fue una fábrica de hacer pobres. En sus cuatro años de gestión, expulsó 4.700 argentinos por día hacia la pobreza. Las cifras son demoledoras: entre los sucesivos presidentes -y con la excepción de la crisis por el Covid- la pobreza, la inseguridad alimentaria y el empleo precario están en el gobierno saliente en sus niveles más altos desde la explosión del 2001.
Sin un ordenamiento macroeconómico sólido y perdurable no habrá manera de revertir esta decadencia. Frente a un grupo de periodistas, el director del Observatorio de la UCA, Agustín Salvia destacó, en la presentación del estudio, que el proceso de ajuste de precios relativos es inevitable, ya que sin una baja brusca de la inflación no hay chances de que aumente la inversión privada y el empleo estable, para dar paso a una gradual baja de la pobreza y la indigencia.
“Estamos en un fin de ciclo post convertibilidad organizado en base al consumo con alta inflación, que se estancó y necesita un cambio como se observa en los últimos 3 años”, señaló Salvia en una entrevista concedida a Infobae.
El experto abundó en las causas y las consecuencias de este agotamiento y le restó importancia a las excusas vertidas por los diferentes gobiernos sobre la importancia de los shocks externos en este tobogán. “La pobreza es una consecuencia de políticas fallidas y hay una necesidad de cambios estructurales con modificación de las reglas de juego: en promedio desde el año 2000 el PBI per cápita creció 0,7, insuficiente frente a los desafíos que ya había en 2001”, precisó. Se trata de una caída real, ya que se ubica por debajo del crecimiento vegetativo de la población.
Otro de los factores que explican el ascenso de la pobreza -pasó del 28,2% en 2017 al 39,9% en 2019 y al 44,7% en 2023 es que “entre 2017 y 2023, las remuneraciones se redujeron dramáticamente: el poder de compra de los ingresos laborales cayó 32,1% a raíz de la inflación y la recesión prolongada. En un contexto de reducción del desempleo aparece una nueva figura: el trabajador pobre”. Y detalla: “en 2023, el 33,1% de las personas ocupadas tienen bajos ingresos (ingresos inferiores a la línea de pobreza individual) y 32,5% viven en hogares pobres”.
Pero el estudio muestra claramente que fue durante la gestión Fernández-Fernández, donde se dispararon los indicadores sociales negativos del país; de ahí la definición del peor gobierno de la democracia.
La deuda, el otro relato
Durante la administración liderada por Alberto Fernández y Cristina Fernández la deuda pública total se incrementó en 135.600 millones de dólares, según informa la consultora chequeado.com, con los datos actualizado sal 8 de noviembre del corriente año.
De esta enorme cifra -tres veces a la deuda tomada por el expresidente Macri con el FMI- poco más de 90.180 millones es deuda bruta y 45.438 millones son los pasivos del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Esto implica un alza promedio anual de 38.748 millones de dólares, el nivel más alto de endeudamiento desde el inicio de la democracia.
El informe de chequeado.com detalla que si a la deuda bruta de la Administración Central se le suman los pasivos del BCRA, durante las dos presidencias de Fernández de Kirchner la deuda aumentó en 101.900 millones de dólares, a raíz de un incremento de 81.900 millones de deuda bruta y de 20 mil millones en los pasivos del BCRA. Esto implica un promedio anual de 12.743 millones de dólares.
En tanto, siempre basado en los informes de chequeado.com, durante la gestión de Macri la deuda contabilizada de esta forma aumentó en 32.893 millones. A este número se llega si se contempla un incremento de la deuda bruta de 54.000 millones de dólares, entre los cuales se encuentra el acuerdo con el FMI de 2018, y una caída en 21.100 millones de dólares de los pasivos del BCRA.
¿Esto último significa que durante la gestión de Macri el BCRA se desendeudó?, se pregunta en el informe cheuqeado.com. No: cómo se explica en esta nota, durante la gestión de Cambiemos los pasivos del BCRA aumentaron en 669.000 millones de pesos. Sin embargo, según señaló a chequeado.com Dal Poggetto, “al final de la gestión de Cambiemos esos pasivos se licuaron [N. de la R.: cuando una partida de dinero pierde valor a raíz del aumento del dólar o la inflación] a causa de la devaluación”. En este caso, el promedio anual de incremento de la deuda durante el macrismo fue de 8.223 millones de dólares.
Deuda bruta y reservas netas
Finalmente, si se tiene en cuenta la forma de medir la deuda considerada por otros especialistas (quitando la deuda intrasector público e incorporando la evolución de las reservas netas como variable), en los 8 años de gestión de Fernández de Kirchner la deuda se incrementó en 23.000 millones de dólares, a razón de 2.885 millones de promedio anual.
Entre 2007 y 2015, la deuda con privados y organismos multilaterales cayó en 40.000 millones, pero a su vez se perdieron más de 43.000 millones de dólares de reservas netas del BCRA y los pasivos de esta entidad aumentaron en 20.000 millones de dólares.
En tanto, en la gestión de Macri el incremento fue de 49.000 millones de dólares (un promedio anual de 12.256 millones), explicado por un aumento de la deuda con el sector privado y organismos multilaterales de 83.600 millones de dólares, un alza de 13.500 millones de dólares de las reservas netas y una caída de 21.900 millones de dólares de los pasivos del BCRA.
Finalmente, en el caso de Fernández, en junio 2023 -último dato oficial que toma chequeado.com- la deuda aumentó en 77.700 millones de dólares: los pasivos con privados tuvieron un alza de 14.192 millones de dólares, las reservas netas cayeron 16.000 millones (se encontraban en junio con un negativo de alrededor de 4.000 millones, hoy superan los 10.000 millones según estimaciones privadas) y los pasivos del BCRA se incrementaron en 45.438 millones de dólares. Esto implica un alza anual promedio de 21.632 millones de dólares.
Todos datos que confrontan con el relato del oficialismo que hoy deja el gobierno y a un país sumergido en la peor crisis social y económica de las últimas dos décadas.
Fuente: Chequeado.com
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