Martín Guzmán

Martín Guzmán: "Lo que hace falta son liderazgos audaces"

El exministro de Economía, conversó con +P sobre los problemas que arrastra el país hace más de medio siglo. Aseguró que es imprescindible que el próximo presidente cuente con poder político para poder sortear la crisis.

El exministro de Economía, Martín Guzmán, mantuvo una extensa conversación con +P en sus oficinas ubicadas en pleno centro porteño. La misma estuvo centrada en los problemas estructurales que padece el país. Algo, que pareciera, de lo que no podemos salir desde hace ya mucho tiempo.

No fue un dialogo que apuntó a la coyuntura. No se habló de su renuncia al cargo en julio del año pasado, la falta de apoyo político que tuvo del presidente de la Nación en la última parte de su gestión, de los desplantes de sus subordinados en la cartera que comandaba, ni de las continuas criticas que erosionaron su trabajo desde sectores del kirchnerismo. Se conversó sobre las últimas décadas que cruzaron al país. Las posibles causas que nos llevaron, como sociedad y Nación, al lugar donde hoy nos encontramos. Reflexiones que solo intentan explicar una pequeña parte de nuestro pasado, presente y posible futuro.

A continuación parte de la conversación con el exfuncionario nacional.

-¿Cómo llegamos a esta situación como país?

-Argentina es una de las economías más volátiles del globo y tiene una característica que no tiene el resto mundo: no solamente tenemos volatilidad de lo que se llama el ciclo económico, sino que hay volatilidad de la tendencia, del rumbo de la economía. El principal problema es que es volátil en el rumbo. En otros países, pese a los vaivenes, el rumbo se sigue.

-¿Cuándo se pierde el norte?

-Este es un problema de carácter histórico en la Argentina que va mucho mas allá de cuestiones meramente financieras o de manejos económicos en distintos períodos de tiempo. El principal problema que tiene el país es de estructura productiva, su falta de diversificación. No hemos logrado trabajar sobre una estructura que al mismo tiempo agregue valor en la producción, que sea capaz de generar divisas para que el país no este chocándose recurrentemente con las crisis externas, de balanzas de pagos, y al mismo tiempo sea capaz de incluir a toda su población en los mercados de trabajo.

-¿Por qué no pudimos sortear este nudo?

-Esto hay que entenderlo en un contexto político en donde ha existido históricamente la imposibilidad de poder avanzar en procesos de reformas que hubiesen llevado, como ocurrieron en otras economías del mundo, a que la Argentina tenga una estructura productiva mas diversificada y mas orientada hacia la generación de valor. Muchas veces se habla de la Argentina de finales del siglo XIX, siendo la séptima economía del mundo en producto per cápita. Pero eso no es más que una foto; pero la película muestra que el país, con esa estructura productiva, no podía ser capaz de transitar procesos virtuosos de crecimiento económico e inclusión social, como sí pudieron hacerlo otros países. O sea que las dinámicas de poder en toda la historia argentina no han podido hacer transitar al país hacia una economía que muestre patrones de estabilidad estructural, crecimiento sostenido e inclusión social.

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Guzmán, lejos de las pujas políticas, comentó las causas de la crisis estructural que sufre la Argentina hace más de medio siglo.

Guzmán, lejos de las pujas políticas, comentó las causas de la crisis estructural que sufre la Argentina hace más de medio siglo.

-¿Por qué otros países de la región pudieron corregir su rumbo?

-La historia del desarrollo económico de los países es diferente y tiene su propia idiosincrasia. La razón es que la gestión de poder es distinta, no hay recetas generales. Argentina tiene características distintas aunque problemas similares a los de la región. Latinoamérica padece de una década de estancamiento de los precios de los commodities. Esto genero fragmentación social y política. No es casualidad que estemos viendo en gran parte del continente la presencia de coaliciones políticas para competir electoralmente y coaliciones de gobierno cuando las elecciones se ganan.

-¿Cuándo intuye que fue el punto temporal de quiebre?

-No veo en la historia un punto de inflexión. Fue una constante. La primera crisis importante de la Argentina, fue la de la deuda de 1890 con la vieja convertibilidad. Lo que siempre hemos visto en nuestra historia es que cada vez que el país tomo endeudamientos externos de magnitud, terminó mal. La deuda ha sido toxica en la historia económica de nuestro país. El problema del desarrollo no se va a resolver con financiamiento externo en la forma de deuda. Eso no va a ocurrir. Siempre surge una historia nueva que argumenta la necesidad de tomar deuda para salir de la crisis. Pero lo que termina ocurriendo sobre esa expectativa es que después esa deuda desestabiliza completamente a la economía. Paso en la década de los ‘80 en un contexto en el que la Estados Unidos subió fuertemente la tasa de interés en un momento en que toda Latinoamérica estaba fuertemente endeudada; paso en la década del ‘90, que terminó con la peor crisis social de nuestra historia; y, en esta ultima etapa del 2016-2019, se vuelve a tomar deuda y el país quedo muy vulnerable y fuertemente limitado en su crecimiento. Por eso yo digo que el argentino no es un problema meramente económico sino que también es un problema político.

-¿Cómo salimos de este círculo vicioso?

-No es fácil. Lo fácil es buscar atajos, desde el punto de vista político, para resolver los desequilibrios económicos que se viven en cierto momento. Los países que han podido desarrollarse tuvieron a las elites acompañando este proceso de desarrollo nacional. En algunos casos se dio con un acompañamiento mas genuino. En otros, el poder funciono distinto. Pero si el sector publico y privado no logran transitar un camino en el que haya una identificación general, con una idea de Gobierno-Nación, es mucho mas difícil romper esta inercia e ingresar en un proceso de desarrollo virtuoso.

-¿Primero está la consolidación política y luego la económica?

-Las dos cosas vienen de la mano, pero debemos tener en claro que la economía funciona en un contexto de relación de poder. Es por ello que la economía es una ciencia política. Pero no puede haber ningún proyecto económico que pueda trascender en el tiempo si no hay poder político para llevarlo adelante. El año próximo puede ser una año positivo para la Argentina en la medida que exista un plan de gobierno que apueste al desarrollo productivo y que a ello se le agregue orden político. Por eso considero que las próximas elecciones serán muy importantes, y también encuentro importante el uso de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) para que sea la gente quien resuelva un problema de representación que los distintos espacios políticos.

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El exfuncionario recalcó la necesidad de contar con un presidente con poder político para poder hacer las reformas que necesita la economía.

El exfuncionario recalcó la necesidad de contar con un presidente con poder político para poder hacer las reformas que necesita la economía.

-¿La política esta a la altura de las actuales circunstancias?

-Siempre que hay restricciones económicas duras, cuando existe la presión de la deuda o tenemos bajos los precios de lo que exportamos, genera menos entusiasmo cualquier programa económico. En estas circunstancias es más probable que surja mayor conflictividad política, mayor fragmentación política y problemas de representatividad. Ahora lo que hace falta son liderazgos audaces y capaces de representar de la mejor forma posible a las necesidades y las demandas que exige la sociedad. Hoy tenemos una situación política que tiene puntos en contacto con otros países del continente. Estamos viviendo una década entera de estancamiento económico y en condiciones de restricciones, muchas más duras que en la década anterior. Pero lo que sería positivo para el país es que este año de elecciones presidenciales sea un momento bisagra, en el sentido de que le propio proceso electoral fortalezca a nuestra democracia y podamos contar el año próximo con las condiciones políticas que hoy no están presentes. Es decir, las condiciones para poder ejecutar un programa con la suficiente fuerza y respaldo política para avanzar en cuestiones sobre las que naturalmente va a haber conflicto. Es así la historia de la humanidad. El poder implica también administrar el conflicto.

-¿Soporta la economía otro Gobierno de coalición?

-La política argentina es muy joven en el tema de coaliciones. Hay una fragmentación política importante y es necesario que los partidos cuenten con coaliciones para llegar al poder. Pero hay dos cuestiones muy importantes para que una coalición funcione en un Gobierno. La primera es una clara definición de las relaciones de poder y la segunda es definiciones de métodos para gestionar la política económica. Un Gobierno que representa las necesidades de la sociedad va a tener que enfrentar y administrar el conflicto distributivo. De ahí la necesidad de contar el próximo presidente con poder político.

-¿En que mundo vamos a enfrentar estos desafíos?

-Hoy nos encontramos frente a un mundo que tiene características a favor y otras en contra. A favor: modificaciones en el modelo de la globalización. Hay un cambio en la forma en que se relacionan los distintos países del globo, en donde hay una globalización que se mueve hacia un relacionamiento en bloques. Esto ha afectado a las cadenas globales de valor, el evento mas importante que explica esto es la guerra en Ucrania. En este contexto se abren oportunidades de ocupar espacios de oferta global y la Argentina, con sus recursos humanos, físicos y naturales, tiene una oportunidad importante de participar con su oferta energética, agroindustrial y la minería estratégica. La parte negativa de este cambio global, es la respuesta que han dado los bancos centrales de los países avanzados al fenómeno de la inflación, que fue deshacer la creación de lo que los economistas llamamos liquidez, que se había creado a partir de 2008 con la crisis financiera internacional y la caída de Lehman Brothers. Y lo otro que han hecho es ir subiendo la tasa de interés. Esto hace que en el mundo hay mas competencia por el financiamiento y hoy en el hemisferio sur se esta viviendo una crisis de deuda por ello. Argentina tiene deuda y tendrá que refinanciarla. Las condiciones que la argentina ha ido construyendo desde el punto de vista financiero le pone un desafío a la hora de aprovechar las oportunidades que se pueden presentar en la economía real.

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Para el exministro, es imprescindible dar un marco regulatorio adecuado al nuevo gasoducto para permitir así el desarrollo de la industria.

Para el exministro, es imprescindible dar un marco regulatorio adecuado al nuevo gasoducto para permitir así el desarrollo de la industria.

-¿Como definiría el programa de desarrollo productivo?

-Tiene que haber claramente una evolución en los marcos de pensamiento y en los marcos de acción y en la oferta del programa político económico. Esto es una necesidad. No se va a resolver el desarrollo de la argentina simplemente a partir de una mayor producción de recursos naturales. No cambia simplemente teniendo más gas o vender más litio. Lo que necesitamos es industrializar a nuestro recursos. En el caso del gas la Argentina tiene claramente un potencial muy importante, e inclusive podría generar más divisas que el complejo sojero, pero el punto aquí no es simplemente exportar. Primero lo que necesitamos es industrializarlo, todo lo que sea posible y lo que no se puede industrializar -por la estacionalidad- esos excedentes, sí exportarlos. Yo quisiera que la Argentina antes de exportar gas este produciendo fertilizantes o que este elevando los niveles de su producción petroquímica. Lo mismo con el Litio. Hoy éste es un recurso estratégico en el mundo, pero nuestro país debe diseñar como agregar valor a ese litio que lo tenemos en forma primaria. Esos son los principios sobre los que debemos asentar nuestra política de desarrollo.

-¿Cómo llegamos a eso?

-Hay sectores de la industria que necesita mas infraestructura. El proyecto icónico para este modelo es el nuevo gasoducto. Pero esto genera otros desafíos. El gasoducto permite aumentar la capacidad de transporte y por lo tanto hace posible una mayor escala de producción. Pero aquí no acaba la historia. Como señale anteriormente, lo primero que queremos es que este nuevo gas se utilice en el país para ser industrializado, no simplemente exportarlo. Y lo segundo, que es una condición necesaria para una industria competitiva, es que le precio de la energía en la Argentina baje. Si se produce más gas y hay una mayor escala de producción los costos se pueden beneficiar de esa escala. Lo importante es que haya marcos normativos adecuados para que cuando el gas se pueda exportar a Brasil, no le digan a la industria local que si no pagan lo que abona el vecino país, lo exportan. De esta forma subiría el precio interno de la energía y nuestra industria entonces perdería esa competitividad que se busca. Si se regula bien entonces el precio de la energía podría disminuir y esto permitiría a la industria a exportar mas mejorando la balanza de pagos del país y más empleo local.

-¿Es posible aprovechar estas oportunidades?

-Si, y esto nos lleva nuevamente al punto de contar con la necesidad de un programa de gobierno con una idea de desarrollo productivo, pero que se pueda ejecutar con mayor fortaleza política.

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