Chile: exportaciones de cerezas alcanzarán 660.000 toneladas en la campaña 2025/26

La industria de exportación de cerezas de Chile continúa su expansión, aunque se anticipa que el ritmo de crecimiento será más moderado en comparación con años anteriores. Así lo expresó Claudio Vial, ingeniero agrónomo de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y Gerente General de Ranco Cherries, durante la sexta edición del Global Cherry Summit 2025. El evento, organizado por el Comité de Cerezas de Frutas de Chile y Grupo Yentzen, reunió a más de 1.800 asistentes, convirtiéndose en una de las citas más relevantes del rubro.

En su presentación titulada “Proyección de Cerezas en Chile y el Hemisferio Sur”, Vial destacó que, pese al dinamismo de la industria, el contexto actual impone nuevos retos, particularmente en el mercado chino, el principal destino de la fruta chilena. “En los próximos cinco años el volumen exportado podría alcanzar los 150 millones de cajas. Sin embargo, en la última temporada hubo un exceso de oferta, lo que provocó una fuerte caída de precios. Si no se toman medidas correctivas, este desequilibrio en China podría tardar de cuatro a cinco años en resolverse”, advirtió.

El crecimiento exponencial que experimentó la industria —con un alza del 51% en la última temporada— cederá paso a una expansión más contenida. Para la campaña 2025-2026, se espera un incremento de apenas 6% en el volumen exportado, alcanzando cerca de 140 millones de cajas.

Una de las principales novedades será el liderazgo de la variedad Santina, que reemplazará a Lapins como la principal variedad exportada. “El Año Nuevo Chino, que en 2026 caerá el 17 de febrero, permitirá una temporada más extendida”, explicó Vial. Este factor temporal es crucial, ya que influye directamente en la planificación de la cosecha y la logística. “Proyectamos cosechar hasta mediados de febrero, lo que asegura una distribución más uniforme de los envíos. Esperamos un promedio de 5.273 contenedores semanales, con un peak de 6.000 en la semana 50”.

Infraestructura y capacidad de procesamiento

La capacidad instalada también está evolucionando. Durante la próxima temporada se añadirán unas 250 nuevas vías de proceso, alcanzando entre 2.900 y 3.000 líneas operativas. Vial destacó los avances tecnológicos que han permitido duplicar la productividad de las líneas en la última década: “Pasamos de 120 toneladas por vía hace 10 años a 266 toneladas actualmente”.

No obstante, también advirtió sobre la presión que ejerce este crecimiento acelerado. “La temporada pasada mostró que la oferta superó ampliamente la demanda. Si no ajustamos la producción, podríamos enfrentar una crisis de precios sostenida”, sentenció.

Uno de los grandes retos es la logística internacional. El envío de cerezas desde Chile a China puede tomar hasta 30 días, y para mercados como Corea, Taiwán y Vietnam, el plazo se extiende hasta los 40 días. En Europa y Estados Unidos, los plazos rondan los 33 a 35 días. “Vendemos cerezas que pueden llegar al consumidor hasta 50 días después de su cosecha. Esto afecta la experiencia del comprador y su decisión de repetir la compra”, explicó Vial.

En paralelo, la diversificación de mercados es una prioridad estratégica. Hoy, China-Hong Kong representa el 90,9% de las exportaciones chilenas de cerezas, un aumento respecto al 83,7% de hace una década. Sin embargo, Vial subrayó el potencial de otros destinos como India, que ha crecido un 45% anual en los últimos cinco años, y podría igualar a Corea y Taiwán en el mediano plazo. También resaltó el crecimiento en Europa (15% anual), América Latina (9%) y mercados emergentes como Brasil y México, con este último creciendo a un notable 57% anual.

Cifras récord y necesidad de ajustes

Según el catastro frutícola Ciren 2024, la superficie plantada con cerezos en Chile alcanzó las 82.057 hectáreas a fines del año pasado. Se estima que entre 2019 y 2021 se vivió un peak de plantaciones, totalizando 26.630 hectáreas nuevas en ese período. Para este año, se espera una estabilización en torno a las 87.000 hectáreas, con una tasa de arranque del 8% anual en huertos mayores a 10 años.

En cuanto a la producción, Santina fue la variedad que más creció entre 2023 y 2024, con un aumento del 124%, seguida de Lapins con un 30%. Estas cifras reflejan el fuerte dinamismo del sector, pero también la necesidad de monitorear de cerca los rendimientos y la calidad. “Lapins, por ejemplo, aumentó su productividad de 11,6 a 13,3 toneladas por hectárea, mientras que Santina recuperó su promedio histórico de 10,2 toneladas/ha”, detalló Vial.

La industria de la cereza en Chile se enfrenta a una encrucijada. El crecimiento sostenido de la última década ha sido impresionante, pero también ha generado tensiones estructurales que deben abordarse. La moderación del ritmo de expansión, la diversificación de mercados, la eficiencia logística y el ajuste de la oferta serán factores determinantes para consolidar a Chile como líder indiscutido del mercado global de cerezas, sin comprometer la rentabilidad ni la calidad que han caracterizado a este producto estrella.

Fuente: Frutas de Chile con aportes de la Redacción de +P.