Fruta de carozo: ABC de manejo de un hongo altamente agresivo

La podredumbre morena o podredumbre parda es una de las enfermedades de pre y poscosecha más importantes de los frutales de carozo por las pérdidas que causa a nivel mundial.

Su agente causal es Monilinia spp. (MON) y dentro de este género existen tres especies: M. frutícola, M. laxa y M. fructigena, siendo que en Argentina sólo se encuentran M. frutícola y M. laxa (Sinavimo, 2024). Ambas pueden infectar flores causando atizonamiento y también frutos, causando podredumbre, mientras que M. fructigena sólo puede infectar frutos heridos (Rungjindamai et al., 2014).

En nuestro país, M. laxa fue estudiada por primera vez en 1945 (Valiela, 1975), con énfasis en su incidencia en el Delta del Paraná, antigua zona productora de frutas de carozo de escala familiar que alcanzó un notable desarrollo económico en la primera mitad del siglo XX. Por su parte, M. frutícola se encuentra en la mayoría de las regiones productoras de Argentina.

En el presente trabajo se describen las principales características de la enfermedad y de su manejo en los valles del área bajo riego de la Patagonia Norte. “Este hongo es altamente agresivo debido a su elevada capacidad reproductiva, su adaptación a diversas condiciones ambientales y su virulencia en varias especies de carozo, afectando diferentes órganos de la planta”, detalla el reporte.

No es letal

“Aunque no se considera una enfermedad letal para la planta (Ellinghuysen, 2024), en casos de ataques severos con la presencia de cancros plurianuales en las ramas, la vida del árbol puede verse comprometida (Tuset, 2007), ya que lo predispone a sufrir otras enfermedades (Hansen, 2007)”.

Los autores señalan que “sin un control adecuado, los daños pueden superar el 50%. En temporadas con condiciones predisponentes y deficiencias en el manejo, especialmente en variedades tardías, las pérdidas pueden alcanzar entre el 80 y el 100%, mientras que en condiciones menos adversas, se sitúan entre el 10 y el 30% (Silvente, 2007)”.

El trabajo se focaliza en los cultivos más afectados de la Región Norpatagónica, específicamente durazneros y pelones. Además, se sintetizan las principales características de la enfermedad y las estrategias recomendadas para su manejo.