Alarma en Europa: sacrifican más de 3.500 vacas por brote de aftosa
La aftosa comenzó en Alemania, pero Hungría y Eslovaquia son los países más complicados. Europa toma medidas para contener el brote.
La fiebre aftosa tomó fuerza en Europa. En la última semana, Hungría tuvo que sacrificar y enterrar más de 2.000 vacas. Semanas atrás, tuvo que matar 1.500 animales más. Frente a este complejo escenario, se encendieron las alarmas en Europa tras el crecimiento de contagio de la fiebre aftosa. Los primeros casos se dieron en Alemania semanas atrás, aunque ya recuperó su estatus sanitario. Pero ahora la enfermedad se trasladó a varios países del este.
La agencia de noticias Euronews comentó que el brote está afectando principalmente al ganado vacuno y, en menor medida, a cerdos, ovejas y cabras. “Las autoridades húngaras han establecido una zona de seguridad de dos niveles alrededor de la granja, donde existen restricciones estrictas y se recomienda el control del ganado de traspatio”, mencionó la agencia de noticias. En suma, más de 3.500 vacunos ya han sido sacrificados y enterrados por la aftosa en distintos puntos de Europa del este.
Hungría y Eslovaquia son los países que presentan el escenario más complejos. Hasta el momento se reportaron cuatro epicentros en el sur de Eslovaquia, cerca de la frontera sur, y dos en Hungría. Para contrarrestar esta medida, las autoridades gubernamentales tomaron medidas y establecieron un radio de tres kilómetros alrededor de los focos epidémicos y una zona de observación de 10 kilómetros.
El siguiente video, realizado por Euronews, resume la gravedad de la situación en alguno de la ganadería de los países del este afectados por esta enfermedad.
El lunes, la Unión Europea emitió una Decisión de Ejecución con nuevas medidas que amplían las zonas de restricción, protección y vigilancia para Hungría y Eslovaquia. Por otra parte, República Checa tomó cartas en el asunto y anunció el endurecimiento de las medidas en el paso fronterizo Breclav-Brodsk. Austria hizo lo propio y endureció la vigilancia.
En el caso de Hungría, el Gobierno alienta a los ganaderos a sacrificar a sus animales en sus propias instalaciones. “Pueden hacerlo notificando previamente a las autoridades. Se les tomará una muestra de sangre. Si esta confirma la ausencia del virus y se descarta su presencia, la carne podrá utilizarse y consumirse”, declaró a Euronews el veterinario jefe de Hungría, Szabolcs Pásztor.
Por su parte, en Eslovaquia hay enojos por el sacrificio de animales sanos. Hubo protestas pidiendo a las autoridades que permitan la cuarentena y las pruebas de animales sanos dentro de la zona de protección. Los productores aseguran que la compensación que da el Gobierno no alcanza. Los ganaderos manifestaron que no cubre los costos, ni el daño emocional.
Hungría, muy comprometida por la aftosa
El sacrificio del ganado afectado por la fiebre aftosa en el condado de Gyr-Moson-Sopron (Hungría) puede llevar hasta diez días. Los camiones están transportando los cadáveres de más de 3.000 animales a la zona propiedad del Estado situada entre Csemeztanya e Irénpuszta, cerca de la frontera entre Hungría y Austria, donde serán enterrados (ver video). Además de cal y paja, se colocará una capa de tierra de dos metros sobre los cadáveres.
La enorme fosa común de animales se excavó a unos cientos de metros de la Csermeztanya, parte del Hegyeshalom. Varios vecinos temen que los cadáveres contaminen las aguas subterráneas. "Tenemos nuestros propios pozos, nuestros propios pozos perforados, entierran a los animales muy cerca. Tenemos miedo de contaminar el agua potable. Está bien que nos prometieran que habría una red de agua, pero no queremos que pase algo antes", dice Mihály Bakos, que vive en Csermeztanya desde 1959.
En el cercano pueblo de Levél se detectó el pasado miércoles una enfermedad que infecta a los ungulados de pezuña hendida, tras lo cual se tomó la decisión de sacrificarlos. Los agentes de Policía están controlando que sólo un veterinario y los trabajadores puedan entrar en las instalaciones afectadas.
El propietario de la cooperativa Western Gate, Paul Meixner, ciudadano húngaro de origen austríaco, lleva 30 años criando animales en Levele. Ahora toda su explotación podría estar en peligro porque tienen que sacrificar todo su ganado, aunque sólo el 5% de su cabaña está infectada.
Fuente: Euronews, Agrofy y aportes de la Redacción +P.
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