Alerta: grave enfermedad afecta las granjas porcinas en Córdoba
La producción de porcinos en Córdoba se encuentra en alerta tras la detección de una enfermedad muy contagiosa en animales.
La enfermedad de Aujeszky (EA) es una enfermedad viral que afecta a varios animales, principalmente a los cerdos, y la misma fue detectada en una granja en General Levalle, al sur de Córdoba. El ámbito profesional está en alerta piden extremar las medidas de prevención. Hace unos años, uno de los brotes más importantes se dio en un establecimiento en cercanías de Marcos Juárez y desde ese momento el SENASA se ocupó de los controles. Si bien no es una enfermedad Zoonótica (transmisión de animales a los seres humanos), puede causar un daños severos en las granjas, infectando a los porcinos, pero también a los bovinos.
Al respecto, el Médico Veterinario Gabriel Dicola, Profesor de la Universidad Nacional de Río Cuarto y titular del laboratorio LASA de Río Cuarto, dijo a Valor Agregado Agro que la enfermedad tiene muchos años en la Argentina, desde 1979 aproximadamente, que apareció por primera vez en la zona de Río Cuarto. “Desde la década del 90 salió el Plan Nacional de Control y Erradicación de la Enfermedad con una vacuna y se autorizó el uso de una vacuna inactivada para algunos casos. En 2005 se profundizó el programa de control y erradicación y se debe sangrar los establecimientos de más de 100 madres”, explicó Dicola.
En cuanto al control de Aujsteky, el veterinario sostuvo que la ley contempla que toda granja que cuente con más de 100 madre se debe sangrar animales y en caso de ser positivos, el SENASA autoriza la vacunación. “Hace unos años, en una granja cercana a Marcos Juárez, muy grande, apareció la enfermedad y se autorizó el uso de vacuna viva que es importada”, comentó el especialista. Además, agregó que la EA está apareciendo cada vez más por presencia de los jabalíes y la falta de bioseguridad. “Esto hace que la enfermedad ingrese en un establecimiento porcino y produzca grandes pérdidas económicas”, afirmó Gabriel Dicola.
Una enfermedad viral y destructiva
Dicola detalló que la EA es viral, producida por un herpes virus y que los animales se contagian por contacto directo entre ellos. Entre los aspectos fundamentales para evitar el contagio o el ingreso de la misma a las granjas, destacó que el mal lavado de los camiones puede ser una de las causas más comunes. “Aujeszky te puede producir pérdidas reproductivas, abortos, mortalidad total de lechones en la etapa de maternidad, te mata el 100% de los lechones o te puede producir algún trastorno a medida que los animales crecen, como los respiratorios. A veces no los mata, pero quedan como portadores de la enfermedad y son los que terminan contagiando a los demás por contacto directo”, explicó. Además, remarcó que “es obligatorio que un camión se lave y se desinfecte bien por un lavadero certificado que asegure que sus camiones están bien higienizados”.
La ley dice que los establecimientos que comercializan genética, como las cabañas, centros de inseminación, empresas de genética, deben ser libres sin vacunación. Para eso, tienen que hacer cuatro sangrados al año de un porcentaje de animales, que aseguren que esos establecimientos que venden genética nos están proveyendo animales libres de la enfermedad. Por otro lado, las granjas comerciales, las que venden carne, tienen que hacer dos sangrados al año de un porcentaje de animales, y de esta forma vamos detectando, monitoreando, cómo va la sanidad en las granjas del país. Pero siempre hablando de granjas de más de 100 madres. Actualmente se está tratando de sangrar granjas de menos animales, para apuntar al nicho donde principalmente creemos que puede estar la enfermedad en pequeños productores de 20 a 60 madres, que nunca han sido sangrados.
Los lechones jóvenes son muy susceptibles, con tasas de mortalidad que alcanzan el 100% durante las dos primeras semanas de vida. Estos animales muestran signos de hipertermia y graves trastornos neurológicos: temblores, falta de coordinación y graves convulsiones de tipo epileptiforme. Cuando los cerdos tienen más de 2 meses, las formas respiratorias se vuelven predominantes con hipertermia, anorexia y signos respiratorios de leves a graves: rinitis con estornudos y secreciones nasales que pueden evolucionar a neumonía. Las cerdas y los verracos desarrollan principalmente signos respiratorios pero, en las cerdas gestantes, el virus puede atravesar la placenta, infectar y matar a los fetos, induciendo el aborto, la vuelta al celo o el nacimiento de fetos muertos. En las demás especies susceptibles, la enfermedad es mortal, siendo el signo predominante un prurito intenso que hace que el animal roa o se rasque una parte del cuerpo, generalmente la cabeza o los cuartos traseros, hasta provocar una gran destrucción de los tejidos.
Se producen lesiones necróticas focales y encefalomielitis en el cerebro, el cerebelo, las suprarrenales y otras vísceras como los pulmones, el hígado o el bazo. En los fetos o en los lechones muy jóvenes, las manchas blancas en el hígado son muy indicativas de su infección por el virus. Las vacunas contra el virus de la enfermedad de Aujeszky vivas recombinantes derivadas del ADN con genes eliminados o con supresiones naturales carecen de una glucoproteína específica (gG, gE o gC), lo que permite el uso de pruebas de diagnóstico complementarias para diferenciar los anticuerpos vacunales de los resultantes de la infección natural.
A continuación se presenta el comunicado de la Cámara Argentina de Productores Porcinos de Córdoba.
Fuente: Valor Agregado Agro.
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