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El profundo ajuste que deberá enfrentar la industria de cerezas de Chile

Ni el Año Nuevo Chino respondió con buenos precios. Con los resultados de la temporada, la industria de cerezas de Chile se enfrenta a un complejo ajuste.

Las últimas expectativas del sector exportador de cerezas de Chile para esta temporada estaban puestas en los días previos y posteriores al 29 de enero, fecha en que arrancaron los festejos del Año Nuevo Chino, el evento más importante para este tipo de producto, ya que es un periodo en el que tradicionalmente se dispara el consumo de la cereza y con el, los precios en góndola al presionar la demanda sobre el mercado. Tras la caída de los valores en China, en torno a un 50% promedio a partir de la última semana de diciembre, toda la libido de los exportadores chilenos estaba puesta en esta semana.

Pero las expectativas no se cumplieron y lejos de observarse una suba de precios en el mercado, los valores volvieron a resentirse, dependiendo de la variedad y la calidad de la oferta existente en subasta. Es que los volúmenes de cereza que quedaron pendientes de vender, a esta altura de la temporada, fueron muy altos y este contexto terminó por definir la semana comercial.

El excelente trabajo que realiza SmartCherry junto con iQonsulting, detallando semana a semana los precios de las cerezas en destino, nos da una clara visión de lo que sucedió en la semana 5 en los mercados del Gigante Asiático. A continuación el video con los detalles.

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"Los precios no repuntaron", sostuvo este fin de semana a Emol el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Antonio Walker, añadiendo que "al tener un año tan difícil en términos de rentabilidad, enfrentamos un periodo en capital de trabajo muy duro". Walker señaló que este fenómeno se debe a que "tuvimos una sobreoferta de fruta, lo que produjo un 50% más de volumen del año anterior y además, hubo una menor demanda, producto de que la economía China está mucho más débil de lo que nosotros pensábamos". Y advirtió: "Se viene un ajuste en la industria".

¿Cómo será ese ajuste?

Claramente Chile va a buscar la temporada que viene una estrategia comercial distinta a la actual. No puede seguir en esta misma línea. Una de las alternativas posibles es la diversificación de los puntos de destino, tema del que se está hablando hace ya varias temporadas. En la presente campaña Chile ya aumentó su oferta exportable -en un promedio del 50% en términos interanuales- hacia destinos por fuera del mercado de China. Y los resultados no fueron malos ya que los precios, si bien mostraron algunas bajas, estuvieron lejos de las caídas que se registraron en China.

"Chile es 'china-dependiente' con su producción de cerezas; y China es 'chile-dependiente' para sostener su mercado abastecido", aseguró hace ya un tiempo el Gerente General de la Cámara Argentina de Productores de Cerezas Integrados (CAPCI), Aníbal Caminiti, en dialogo con +P. La frase resume los condicionamientos clave que tiene hoy el exportador trasandino. Las empresas exportadoras chilenas -muchas de ellas hoy financiadas por activos chinos- no pueden salir a diversificar los destinos de su oferta exportable, cuya matriz comercial hoy se concentra en más del 90% en el mercado del Gigante Asiático, hasta reducirla, por ejemplo, al 50% de esa dependencia. Hay dos causas clave, entre otras secundarias, por lo que es poco probable que este escenario suceda, por lo menos en lo que al corto plazo se refiere: los mercados alternativos a China no pueden asimilar semejantes volúmenes de fruta y porque existen sólidos compromisos comerciales con los importadores chinos que, por ahora, nadie está dispuesto a modificarlos.

¿Qué puede hacer entonces Chile con un potencial de más de 650.000 toneladas de cerezas que se esperan exportar para la próxima temporada? Es probable que el mercado no pueda absorber, nuevamente, semejante volumen de cerezas. No se descarta, en este complejo contexto, que los importadores chinos impongan condiciones mucho más estrictas para la próxima campaña sobre la calidad de la oferta exportable que llegue a ese destino y esto limitará, en forma natural, los volúmenes mencionados. Para las empresas que no puedan cumplir con estas exigencia, seguramente, el ajuste puede ser mucho más duro.

Pero, por otro lado, la mayor parte de los analistas consultados por +P anticipan que es probable que se haya terminado el ciclo de altos precios de la cereza en el mercado chino. Esto significa que los niveles de retornos que ha tenido la industria trasandina en estas últimas temporadas difícilmente se repitan, salvo que exista un ajuste en su estructura de costos que permita compensar la posible baja de las cotizaciones en destino.

En definitiva, es probable que el ajuste sobre la industria de cerezas de Chile llegue de la mano de un menor volumen de exportación sumado a una caída en los costos de las empresas para poder así ser mantener su nivel de competitividad. Tampoco hay que descartar, en un futuro no muy lejano, fusiones entre empresas. Y quienes no se adapten a esta nueva coyuntura, lamentablemente, serán expulsados del sistema. Conceptos duros, pero muy ligados a la realidad de mercado.

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