Argentina

Paradojas de la Argentina: millones de kilos de peras tiradas en un país con el 50% de pobreza

Absurdos de la Argentina. Durante el mes pasado, cientos de camiones terminaron con sus cargas de peras tiradas en distintos puntos del Alto Valle.

Desde hace semanas se vienen registrando en distintos puntos del Alto Valle, acciones de distintos tipos de empresas frutícolas que están descartando fruta de diferentes maneras. Algunos hicieron pozos en lugares recónditos de sus chacras y las enterraron las peras como vienen de la cámara de frío con sus embalajes originales; otros hicieron un “repaso” e intentaron recuperar al menos las cajas, el producto se tiró; y otros, entregaron las peras a las jugueras a unos 7 centavos de dólar por kilo, cuando el costo oficial –solo de producción- se ubica en 32 centavos de dólar. No hay cifras oficiales, pero se habla de miles de toneladas de peras que tuvieron que ser tiradas por falta de mercado y calidad. Un escenario inconcebible para una Argentina que hoy tiene niveles de pobreza en torno al 50% del total de su población.

Una de las enseñanzas, que desarrollaremos más adelante, es que ya no es necesario ni conveniente producir “tanta” cantidad de pera en el Alto Valle, porque no hay quien la compre a los precios necesarios para que siga siendo negocio. Bien podrían utilizar los actores de esta actividad esa decisión extrema para mostrar a las autoridades de la situación por la que están atravesando, sin embargo “nadie te cuenta las batallas perdidas”, dijo una fuente del sector. Pero además subyace una encrucijada moral, porque lo que se tira es en definitiva comida, en un contexto de país con una pobreza insultante.

Es necesario tener en cuenta un dato clave que difundimos desde +P el 4 de diciembre del año pasado: El stock de peras de frío (al cierre de octubre) estaba en ese momento en 49.000 toneladas. Un acopio que estuvo por encima del 70% de lo habitual cuando se lo compara con los promedios de las últimas cinco temporadas (2019-2023). Para graficar la magnitud del dato, esa fruta representaba en ese entonces unos 2.000 camiones completos de peras.

Desde este medio consultamos a tres protagonistas de la vida productiva de peras y manzanas, quienes coincidieron que la fruta que se guardó en las cámaras de frío, esperando alguna reactivación del mercado interno para fines del año pasado, y para abastecer la demanda habitual de Rusia y Brasil. Pero, Brasil devaluó y Rusia siguió en guerra.

Esa fruta hoy ocupa espacio que se necesita para acopiar la fruta de la nueva cosecha. Y de esa necesidad se derivan varias estrategias. Una de ella no deja de llamar la atención: “Este año no va a haber campaña de William's”, dijo una de las fuentes. ¿Pero por qué? Porque para atender la demanda de comienzos de año, usaron pera Packam's, que estaba guardada en frío, en vez de la William’s, a la que aún no le cargaron los costos de mano de obra, cajas, papel y frío.

Como tabla de salvación aparecen por estos días algunas ventas a Rusia, Perú y Bolivia, que pagan precios de remate por fruta de primera calidad, pero que los exportadores de la región aceptan sus condiciones para salvar al menos los costos. Pero la mayoría ni eso logra. Hay operaciones que van de los 8 a los 10 dólares la caja. Eso da un precio de unos 45 centavos de dólar por kilo. Los precios “normales” pueden oscilar entre los 15 y 18 dólares la caja. “Perdimos un montón de guita”, dijo un “galponero” que esta semana sacó las cuentas de los millones de pesos que debe reunir para pagar los sueldos con la nueva escala. “Todos coincidimos en que el 60% del costo de la fruta que se exporta es mano de obra”, y detalló que a partir del mes próximo cada operario de un galpón se va a llevar un salario de bolsillo de entre 2,5 y 2,6 millones de pesos. Cuando se le recordó que la paritaria que se acordó hace pocos días sólo equiparó la inflación, recordó: “Pero el año pasado los aumentos fueron casi del 300%. Eso no lo dicen ahora”, y comentó: “Están cobrando más que un médico o un policía”.

Otro de los consultados dejó las alertas encendidas: “Creo que se debe buscar una ayuda para el productor, porque va a cobrar igual o menos que el año pasado por su fruta, con el doble de costos”. Esto se afirma bajo la creencia generalizada de que “este año no habrá devaluación”, lo que en tras temporadas “salvaba” el año.

Más allá de lo anecdótico, sobre casos puntuales de fruta arrojada en pozos o en pilas de cajas, lo cierto es que una de las fuentes -quien por su rol recorre toda la región cada semana-, reconoció que “están tirando fruta empresas chicas, medianas y grandes”. Lo cierto es que, como dijo un empresario, la que se tira “es mercadería que no se puede vender”, porque encima habría que cargarle un flete. Por lo tanto, no conviene comercializar.

A diferencia de otras opiniones, en este caso no le ven chances a la Packam’s para salir a jugar ahora: “Nadie la va a querer si tenés fruta nueva de esta temporada”. Y por otro lado, salir con una caja de Packham's en esta parte de la temporada, pone un 'piso' a la William's que está ingresando al mercado. “Lo que veo es que se viene un ajuste importante en los volúmenes de producción”, dijo uno de los empresarios consultados, para evitar –como paso este año- que tengan en el frio “calibres chicos”, que no pueden ser ubicados ni en mercado interno o en los de ultramar. Por lo tanto, los productores deberán ser muy rigurosos en esta temporada a la hora de decidir almacenar su fruta para venderla en el segundo semestre del año.

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