Un relato que vuelve a chocar con la cruda realidad social
Los datos de pobreza presentado por el INDEC muestran la distancia que existe entre el relato oficial y las crudas estadísticas. Imagen de Milei, en caída.
Los números resultaron ser más altos de lo que pensaba el Gobierno, con datos que son realmente alarmantes. Para parte de la sociedad, el relato oficialista quedó esta semana en un segundo plano. El índice de pobreza publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) se ubicó en el 52,9% al cierre del primer semestre de 2024, la peor cifra los los últimos 20 años, mientras que el nivel de indigencia llegó al 18,1%.
De esa manera, en los primeros seis meses de la gestión de Javier Milei la pobreza dio un salto de más de 11 puntos con respecto al segundo semestre de 2023, en el cierre del gobierno de Alberto Fernández, cuando este indicador estaba en 41,7% y la indigencia se ubicaba en el 11,9%.
La cruda y fría estadística refleja que la Argentina ya suma 25 millones de pobres entre los que hay cerca de 9 millones de indigentes que carecen de ingresos o no les alcanzan para comprar los alimentos básicos.
Analizando los datos del INDEC se deduce que durante los primeros seis meses de la gestión de Milei al frente del país, la pobreza registró un aumento 11,2 puntos porcentuales de 41,7% a 52,9%: equivale a 5,3 millones de nuevos pobres. En tanto la indigencia aumentó 6,2 puntos (de 11,9% a 18,1%): índice que sumó 2,9 millones indigentes nuevos.
Los números son muy poco digeribles para cualquier Gobierno y también para una sociedad que se encuentra sumergida hace ya décadas en una crisis económica permanente. Sin embargo, ayer el presidente Milei, durante un acto de la Libertad Avanza (LLA) en Parque Lezama, mantuvo ante la presencia de miles de sus seguidores, una retórica que confronta de lleno con las estadísticas sociales y económicas que señalan el INDEC. No hubo autocrítica alguna y apuntó de lleno por la crisis que está atravesando el país al populismo y el socialismo, los eternos culpables para la LLA. Nada que ya no se había dicho antes.
En este punto hay que destacar que la política comunicacional que lleva adelante la gestión de Javier Milei es similar, en lo conceptual y con algunos matices, a la aplicada por los gobiernos Kirchneristas, en especial durante los primeros mandatos del matrimonio presidencial. El Kirchnerismo instauró, con todos los medios a su alcance, un relato histórico con una épica que le dio sustento a su proyecto político. Desde que asumió su cargo de presidente Javier Milei, también ha mostrado un superlativo interés en plantear el marco de lo que él mismo y su entorno denominan "batalla cultural", un lugar fundamental para imponer un nuevo relato histórico. Dos miradas del populismo, desde ideologías distintas.
Según detalla en uno de sus recientes escrito el reconocido historiador Diego Barovero, el presidente Javier Milei se emparenta con un estilo populista moderno -pensamiento que lo define como post fascismo- planteando una modalidad deforme de la democracia, con rasgos autoritarios, antiliberales y una lógica política propia con un concepto mítico de la verdad. Federico Finchelstein en su ensayo “Breve historia de la mentira fascista” señala en este sentido que “Los populismos como el fascismo sustituyen la verdad histórica por falsas ideas sobre un pasado glorioso que el líder carismático promete revivir”.
Otra dato clave que refleja la semejanzas comunicaciones de ambos sectores, el Kirchnerismo y el Mileismo, se da en que el relato, con el tiempo, siempre termina confrontando con la realidad. Mientras que los mensajes a sus partidarios es que el país va en el camino correcto, desde el punto de vista político, económico y social, la realidad -a través de las estadísticas oficiales- muestra lo contrario.
Imagen deteriorada
Más allá de las estrategias comunicacionales, en la Casa Rosada hay una preocupación creciente en estos días por la acumulación de frentes de conflicto internos y los datos que están dando a conocer la encuestadoras que muestran una sensible caída en la aceptación de la gestión de Gobierno. Desde el entorno de Javier Milei admiten la pérdida de caudal político, pero no les preocupa porque parten de un nivel alto de aceptación. Su razonamiento es que el 56% de los votos logrados en las elecciones pueden caer hasta un 35% sin afectar su estrategia política, ya que consideran que con un tercio nítido del electorado le alcanza para mantenerse en el centro de la escena política, teniendo en cuenta que en frente existe una oposición atomizada, sin un líder que todavía logra hacer pie para poder confrontarlos.
“No hay un gobierno en todos estos últimos años que pueda decir que se hicieron las cosas bien en el plano social. Todos incrementaron la pobreza. La diferencia está en que ahora hay una esperanza de cambio", se sinceró un funcionario ligado al ministro Luis Caputo al ser consultado por +P. Lo cierto es que en al plano político, económico y social, el presente ciclo democrático de poco más de cuatro décadas, tiene una importante deuda con todos los argentinos. Y las estadísticas oficiales muestran, por ahora, que la gestión de Javier Milei no queda fuera de este reclamo.
Un informe titulado "Pensar Social" presentado la semana pasada por la Fundación Pensar (PRO) confirma cómo el elevado nivel de pobreza estructural en el país no se logró reducir desde diciembre de 1983. “La democracia nos trajo libertad pero no progreso. Desde 1983, Argentina sumó 17 millones de personas en su territorio: 14 millones de pobres y 3 millones de no pobres. Es decir que el 82% del crecimiento demográfico fue crecimiento de la pobreza. Hoy es pobre 1 de cada 2 argentinos y 7 de cada de 10 chicos”, sostiene el documento, en el que se hace hincapié en la necesidad de estabilizar la macroeconomía. Sin apuntar directamente contra Milei, el informe señala la necesidad “urgente” de no descuidar aspectos clave de la gestión, como la importancia de generar políticas para combatir el hambre. Refuerza esta necesidad de inversión estatal en la primera infancia con que actualmente un millón y medio de niños se saltean una comida al día.
Consejos que, desde el Gobierno, parecieran no estar contemplados en el Presupuesto 2015 elevado al Congreso en estas últimas semanas.
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