De Córdoba al mundo: la máquina que convierte la milanesa en un negocio multimillonario
Un ingeniero creó la máquina que industrializa un plato icónico y conquista mercados globales. ¿Cómo logró entrar en 10 países?
La milanesa es un clásico gastronómico, enfrenta una revolución industrial. En este contexto, un ingeniero cordobés diseñó una máquina capaz de producir 200 milanesas de carne por mes, exportando su tecnología a 10 países.
En este punto, surgen preguntas: ¿Marca esto el inicio de la estandarización de un plato ícono o es simplemente una nueva oportunidad de negocio? ¿Está el fin de la milanesa artesanal en el horizonte?
En el corazón de Argentina, un ingeniero cordobés redefinió el futuro de un plato clásico: la milanesa. Lo que comenzó como un plato casero, ahora se proyecta como un producto industrial de exportación. Este fenómeno, impulsado por la innovación de Franco Baliosian y su empresa Balcami, marca un hito en la intersección entre la tradición culinaria y la eficiencia industrial.
El emprendimiento de Baliosian no solo automatiza un proceso que históricamente se ha hecho a mano, sino que también optimiza costos y aumenta la capacidad de producción de manera exponencial. Con una máquina que puede triplicar la producción de una pollería, pasando de 20 a 60 kilos de milanesas por hora, el retorno de inversión se estima en tan solo dos meses. Este modelo de negocio disruptivo no solo es atractivo para pequeños y medianos empresarios locales, sino que también ha captado la atención del mercado internacional.
La nueva "verdad de la milanesa"
La historia de la milanesa, llena de debates sobre su origen, encontró una nueva narrativa en la era digital y de la globalización. Mientras en Argentina la cultura culinaria se aferra a la opulencia de los bodegones y las variantes gourmet de la milanesa, el verdadero motor económico se encuentra en la estandarización y la producción en masa.
Balcami logró trascender fronteras, exportando sus máquinas a mercados tan diversos como Uruguay, Brasil, México, Estados Unidos, España, Italia, y Kuwait, aprovechando el creciente interés global por este plato.
Esta transición de lo artesanal a lo industrial plantea una pregunta fundamental para los analistas económicos: ¿Es la industrialización la única vía para que los productos gastronómicos de nicho alcancen escala global? La innovación de Baliosian no solo responde a una necesidad del mercado, sino que también se convierte en un caso de estudio sobre cómo la tecnología puede revitalizar y globalizar industrias tradicionales.
Un análisis económico del fenómeno
El éxito de Balcami no es casualidad. Responde a una serie de factores macroeconómicos y de mercado. En primer lugar, la eficiencia en la producción reduce los costos operativos y, por ende, aumenta los márgenes de ganancia. En segundo lugar, la estandarización del proceso garantiza una calidad uniforme, un factor clave para la exportación y la entrada a nuevos mercados. Finalmente, el emprendimiento se beneficia de la creciente globalización de la cultura gastronómica, donde platos de nicho encuentran audiencias globales.
La exportación de estas máquinas no solo genera divisas, sino que también posiciona a Argentina como un líder en innovación en la industria alimentaria. Baliosian y su empresa no solo venden un producto, sino que exportan un modelo de negocio que permite a otros empresarios alrededor del mundo capitalizar la popularidad de la milanesa. Esta es la nueva "verdad de la milanesa": un plato tradicional que, gracias a la innovación tecnológica, encuentra su lugar en la economía global.
Fuente: Noticias Argentinas
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