El Estado recaudó casi u$s 3.000 millones por retenciones a la carne
Las retenciones a las exportaciones de carne es una enorme transferencia de fondos desde el sector privado al Estado.
Un informe elaborado por Juan Manuel Garzón y Franco Artusso, del IERAL de la Fundación Mediterránea, da cuenta de que el aporte del complejo de la industria de carne bovina a las arcas del estado Nacional, a través de la recaudación de Derechos de Exportación (DEX-Retenciones), habría estado en el orden de 243 millones de dólares en 2023, un valor que se ubica 72 millones dólares por debajo de 2022 (-23% en términos reales), que se explica por la caída de precios internacionales, dado que los volúmenes exportados fueron más altos y no hubo cambio de alícuotas de DEX.
En lo últimos 15 años, el sector aportó al Estado a través de las retenciones poco más de 2.970 millones de dólares. Un dato que hoy pone en debate el rol de este tipo de tributo y su impacto en la actividad. Esta transferencia de fondos, aclarando que la Argentina es uno de los cinco únicos países en el mundo que aplica este gravamen, va directo a sostener la estructura del gasto del Estado Nacional.
Analizando el período 2009-2023, las mayores contribuciones del complejo a la recaudación de los DEX se habrían alcanzado en los años 2009 y 2022, con 318 y 315 millones de dólares, respectivamente. Sólo existieron dos períodos con retenciones cero: 2016 y 2017.
Durante los últimos 15 años (2009-2023), las alícuotas legales imputadas al sector por este concepto han ido variando, se distinguen 4 períodos: entre enero 2009-diciembre 2015 la alícuota fue del 15% del precio FOB; entre enero de 2016-agosto 2018 se redujo a cero; entre septiembre 2018-diciembre 2019 pasó del 7,8% al 5% (fue decreciente); y entre enero 2020-diciembre 2023 se mantuvo en el 9%. Estos cambios en la carga tributaria legal, sumados a los vaivenes en las cantidades exportadas por el sector y en los precios de la carne en el mercado internacional, hicieron que el aporte por derechos de exportación no haya sido estable en el tiempo.
A pesar de la similitud entre estas cifras, en 2022 el sector exportó por un valor 56% mayor al de 2009 (en términos reales), pero soportaba una carga menor (una alícuota legal del 9% versus 15%, respectivamente).
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