El precio del asado imparable: se disparó otro 45% en diciembre

Varios son los analistas que anticiparon la suba del precio de la carne en diciembre. Pero el número fue mayor al esperado. Tomando como referencia uno de los cortes más preciados por la familia argentina, el kilo de asado pegó un salto promedio del 43,6% mensual en los comercios minoristas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y conurbano bonaerense, según lo informado ayer por el Instituto Nacional de de Estadística y Censos (INDEC). En un año, creció poco más del 320% contra el 211% que trepó la media del índice de precios (IPC) en los últimos doce meses.

El valor final al consumidor se ubicó, siempre en promedio, en 5.196 pesos por kilo, llegando a tocar -a mediados de mes- los 7.000 pesos por kilo, pero luego los precios se ajustaron porque la demanda no los convalidó.

Esta misma tendencia se observó en los mercados de la Patagonia, aunque las cotizaciones, si bien son más altas en nuestra región por efecto de la barrera sanitaria, muestran una desaceleración coyuntural en relación a las reflejados en CABA y GBA.

Tomando como referencia el mercado del Alto Valle, los valores del kilo de asado terminaron el mes pasado en un promedio de 8.374 pesos, llegando a tocar en algunas localidades los 11.000 pesos. Pero estos precios terminaron retrocediendo durante la segunda quincena de diciembre porque los consumidores se retiraron del mercado. En esta región, el kilo de asado mostró en diciembre un crecimiento mensual del 45%. El salto a nivel interanual, preocupa: 360% contra 211% de la media de precios nacional (IPC).

Pese al ajuste de precios que registró durante la última parte de diciembre, los valores del asado pegaron un salto importante teniendo en cuenta que los salarios, en ese mismo período, subieron un promedio del 5%. Es decir, el poder de compra sobre este tipo de producto se derrumbó en diciembre.

¿Se acelerarán los precios en 2024?

Hay que destacar que la reciente estadística del INDEC trabaja con valores de diciembre. Y en enero, los precios siguen con un alto nivel de aceleración, en especial en todos los rubros de alimentos. En este contexto, operadores del mercado no descartan que las cotizaciones de los principales cortes que se consumen en la mesa de los argentinos se vuelvan a disparar en poco tiempo más.

El presidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Ciudad de Buenos Aires, Alberto Williams, advirtió que “el kilo de carne podría llegar a los 20.000 pesos tras la apertura para la exportación de todos los cortes populares”. Detallo que existirá menos oferta y la que quede para el mercado interno se pagará a valores internacionales, y estará disponible en góndola “solo para aquellas familias que tengan poder adquisitivo”.

Sin embargo, varios analistas del sector descartaron que se llegue a esos valores en el corto plazo. Uno de ellos fue el presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (CICCRA), Miguel Schiariti, quien remarcó que “los valores no van a llegar a 20.000 pesos por kilo, por ahora”. Aclaró que, si hay un aumento en el precio de la carne, va a ser a partir de marzo, cuando comience a sentirse la retención de vientres, que es lo que podría motivar una falta de oferta. Pero Schiariti agregó que “el poder adquisitivo de acá a marzo va a ser desastroso, no va a aumentar la demanda, al contrario, va a caer. Va a haber menor oferta, también va a haber menor demanda. Y eso garantiza que los precios se mantengan con cierta estabilidad”.

Otros cortes

El informe del INDEC refleja que en promedio el precio de la carne creció por encima del 38% durante diciembre. Más de 12 puntos arriba del índice de precios al consumidor (IPC) de 25,5%. Todos los cortes de carne se ubicaron por encima de la media mencionada.

La información oficial refleja que la carne picada fue la que menos creció en diciembre, y pese a ello se ubicó casi 10 puntos porcentuales arriba del IPC.

Esta claro que existe un desacople importante entre el salario del trabajador y los precios que están mostrando los distintos cortes de la carne, inclusive este mismo escenario se observa cuando se relaciona esta última variable con el IPC. No hay que descartar, en este contexto, que la caída del consumo de carne vacuna que se vea en el mercado en el corto plazo tenga una correlación directa con un posible aumento del consumo de pollo o cerdo, por el diferencial de precios existente entre los distintos productos.