'Neuquinidad' al palo: según Zuñiga, "el objetivo es la soberanía alimentaria"
El subsecretario de Producción de Neuquén dialogó con +p y repasó cuál es el mapa de la producción en la provincia.
"Nacido y criado, y peronista", así se define Marcelo Zúñiga, Subsecretario de Producción de Neuquén, al comienzo de una extensa charla con +p. El funcionario repasó sus comienzos en la militancia, habló de los proyectos a mediano plazo, relativizó la importancia de la exportación y dijo: “Si no producimos la cantidad de carne que consumimos, ¿el objetivo es exportar? ¿O el objetivo es mejorar la oferta? (...) Se deben generar las condiciones para que Neuquén cumpla en el corto plazo con el objetivo de lograr una provincia con seguridad y soberanía alimentaria. A algunos esto no les gustan, pero bueno…”.
A continuación, la entrevista completa.
¿Cuándo empezaste a militar?
Empecé a militar en la universidad, no tenía 23 años a finales de los 90. Una cuestión muy vertiginosa. Fue el proceso de comienzo de cuando se rompió todo después del menemismo, a partir de ahí empecé en 2003, 2004 con Néstor Kirchner. Formalmente, públicamente cuando en 2017 gané una interna y asumí como concejal, después presidente en PJ de la capital y vicepresidente del PJ provincial. En los 90, el peronismo estaba en la calle, era otra cosa. Había un montón de gente que estaba afuera resistiendo.
Pasado casi un año, ¿cómo ves la producción?
Los desafíos que se planteaban en términos generales era la necesidad de profundizar el acceso a la tierra, el acceso al agua y lo que tiene que ver con la formalización de las organizaciones y la comercialización. Estos eran los planteos y demandas más comunes. El gobernador nos planteó que iba a ser un año complejo y difícil por toda la incertidumbre que significaba lo nacional. Estas eran las primeras demandas y después la necesidad de, ante un escenario de incertidumbre en el plano nacional, ordenar el Estado, lo que incluyó reagrupar en Economía a casi la totalidad de las áreas vinculadas a producción, como el IADEP, que casi estaba con certificado de defunción, y hoy por hoy ha sido se ha transformado.
¿Por qué decís que estaba con certificado de defunción?
Porque era un instituto creado por ley, era una estructura de cuadros pero sin presupuesto para poder gestionar. Hoy, en el caso de la subsecretaría, contamos con una asignación de presupuesto en marcha, importante, superior a los 9.000 millones, sin contar lo que la masa salarial. El monto está mayormente orientado a sostener distintas actividades, programas, proyectos e iniciativas que por decisión nacional se han eliminado. Frente a la eliminación del Instituto de la agricultura familiar, campesina indígena por parte del gobierno nacional, nosotros asumimos parte de esa masa de cuadros técnicos y sobre todo, lo que se puso en marcha fue un dispositivo de créditos para acompañar distintas actividades en principio de la agricultura familiar. Recordemos que la agricultura familiar no mueve la aguja en materia de exportación, pero el 64/65% de lo que se consume en la mesa de los argentinos neuquinos proviene de la agricultura de las pequeñas unidades productivas de la agricultura familiar. Fuimos complementando con otras líneas y herramientas de crédito.
En total, ¿cuál es el monto de los créditos otorgados?
Lo dispuesto es alrededor de 9.000 millones en cifras globales para todas las actividades. Estamos ejecutando un 70%. Hay cerca de 6.000, 7.000 millones que ya fueron volcados a través de distintos tipos de financiamiento. Estamos viendo actividad por actividad y segmento por segmento, cuál fue la viabilidad y el resultado. Como dato distintivo hay que decir que por cada instrumento o cierre del programa y de fuente de financiamiento por parte del Estado nacional, en la provincia se tomó la decisión de crear instrumentos y dispositivos para acompañar a las actividades productivas en las distintas regiones.
¿La regionalización funcionó?
Está en proceso. En principio, es una decisión que considero acertada porque es desconcentrar la práctica histórica del centralismo del Estado y generar condiciones de igualdad y de cercanía en las regiones. Es un desafío, pero es una decisión para evitar superponer esfuerzos, recursos, tiempos, dinero… Todo tiende a complementarse y se han establecido espacios de encuentro para la definición de prioridades por región.
¿Cuáles son las necesidades puntuales prioritarias?
El mundo hoy demanda energía, agua dulce y alimento. En Neuquén tenemos energía y agua dulce, y tenemos un déficit importante en la producción de alimento. Hay producción de forraje, pero estamos en 80/20 en relación con lo que se produce acá y lo que se consume; en carne vacuna, estamos 70/30… Y el fuerte, la producción caprina, es algo de 700.000 cabezas… El objetivo es estar en el territorio, acompañar a los crianceros y productores, a todas las actividades y a todos los segmentos, priorizando donde mayor nivel de injusticia hay, o precariedad. El objetivo es potenciar la producción de alimentos. Nuestra mirada es que es imprescindible que convivan la planificación urbana, el resguardo de la producción, de las tierras productivas, no solo en el Alto Valle, sino en toda la los pequeños valles de la provincia, en todo el interior, y la explotación hidrocarburos. Gran parte del presupuesto que hoy se ha asignado a producción previene específicamente la captación de regalías, todas las líneas de crédito no son con un peso nacional, sino que son o con algún financiamiento internacional o mayormente con recupero de las regalías. Nosotros tenemos el desafío de incrementar la producción de alimentos para el mercado interno y eventualmente apuntalar aquellas producciones -como puede ser la trucha, lo apícola, carne en algún sentido con posibilidades- de exportar. Para hacer eso necesitamos estructuralmente reacondicionar los sistemas de riego. Resumiendo: Prioridad 1: reacondicionar los sistemas de riego; prioridad 2, de forma complementaria, acceso al crédito para empresas, grupos colectivos, comunidad de mapuches, organizaciones rurales; y prioridad 3, mejorar mucho los dispositivos de comercialización.
Si un empresario necesita una inversión importante para, por ejemplo, aumentar la superficie de cerezas, ¿hay financiamiento?
Sí. Neuquén dispone de tres herramientas globales de crédito. Con fondos propios, recupero de las regalías que no solo es para las agriculturas familiares; las líneas que son acuerdos en las que el Estado se endeuda en dólares y presta pesos que son las del BID, que son de hasta 800 mil dólares. Y superado eso, están los del CFI. Para los proyectos de grandes inversiones están las herramientas del BID, 35% de la TNA, y las de CFI.
Si hay crédito, ¿por qué no los toman los empresarios?
En el caso de los exportadores, tiene que ver con una situación particular con el tipo de cambio.
¿Cuáles son los pendientes con el sector productivo?
Revertir el déficit que tenemos en la producción de alimentos. Hay un plan de trabajo con distintas etapas para reacondicionar los sistemas de riego. El sector es muy diverso, no hay una deuda, no hay una gran deuda… Podría ser generar las condiciones para producción, no para la exportación, que es un sector muy chico. ¿Quiénes son los que exportan acá? La fruticultura, acuicultura, algo de vacas, hay ganaderos que se autoperciben exportadores…. Si no producimos la cantidad de carne que consumimos, el objetivo es exportar? ¿O el objetivo es mejorar la oferta? No tengo un tema como deuda... Como deuda, diría que es generar las condiciones para que Neuquén cumpla en el corto plazo con el objetivo de lograr una provincia con seguridad y soberanía alimentaria. A algunos esto no les gustan, pero bueno…
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