barrera sanitaria

"Nos merecemos poner sobre la mesa la discusión de la barrera sanitaria"

Daniel Urcía, referente de la industria de la carne, volvió a poner en agenda el tema de la barrera sanitaria.

Daniel Urcía es un referente de la actividad de frigoríficos desde hace de 30 años. Comenzó como dirigente en Córdoba hasta posicionarse como referente de todo el país. Hoy preside la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), participa de la Junta Directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA) y es vicepresidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). Conversando con +P fijó su posición sobre el rol de la barrera sanitaria del río Colorado.

- ¿Cómo describiría la situación actual de la cadena de ganados y carnes?

- Un año 2023 con una foto de cierre que demuestra buena faena con 14,5 millones de cabezas de ganado y un muy buen número de exportación de más de 900.000 toneladas de res con hueso. Pero no sobre bases sólidas, no sobre buena rentabilidad y con una perspectiva de un año 2024 de menor oferta ganadera, porque el efecto sequía y contexto macroeconómico hace que haya menor oferta. Hay que recomponer el stock y recomponer los circuitos de recría. Eso determina que va a ser bueno. Será un año que estará entre los 12 y 13 millones de cabezas de faena, con exportaciones seguramente inferiores a las del año anterior. Cuando hay menor volumen de actividad hay que prestarles especial atención a los costos porque pasan a tener otra gravitación, otro impacto. Así que vamos a tener por delante un año difícil, con un mercado doméstico donde los efectos inflacionarios se hacen sentir con el poder adquisitivo. Entonces es necesario recomponer salarios porque el trabajador lo merece, pero también hay que ser mesurados o responsables porque hay que cuidar la fuente de trabajo. Va a ser un año particular.

- ¿Cómo incidió en el ánimo del sector el tema de los vaivenes por las medidas de gobierno, retenciones, lo que se pretendía hacer y lo que se hizo finalmente?

- Creo que la ley de Ómnibus o la ley de Bases incorporó capítulos de la reforma sanitaria que todo el sector de ganados y carnes había solicitado. Eso es muy positivo. Con respecto a los derechos de exportación, por haber hecho algo tan general, no fue quizás lo más acertado. En el caso de la producción ganadera, el sector necesita previsibilidad y necesita los tiempos de la quita progresiva de los derechos de exportación. Y eso me parece que pasa a ser indispensable para futuras conversaciones. Porque al ser una producción que demora de tres a cuatro años, esa previsibilidad puede generar que haya decisiones e inversiones que ocurran ahora. Por eso, sería importante, más allá de la coyuntura y de la necesidad del Estado Nacional, que todos compartimos, hacer un esfuerzo para acabar con el déficit fiscal. Estamos dispuestos a acompañar. Pero también necesitamos proyectar el mediano plazo y una quita de retenciones para la producción ganadera.

- Usted habló de la reforma sanitaria que impulsa el sector o que estaban medianamente de acuerdo. ¿En qué consiste esa reforma sanitaria? ¿Incluye la barrera sanitaria de la Patagonia?

- No. Lo que hablamos es de una Ley Federal Sanitaria de Carnes. Las facultades siempre han sido y van a seguir siendo concurrentes Nación y Provincia. Pero hace falta mejorar la ley, estableciendo cómo funciona el organismo sanitario nacional, como la autoridad suprema en la materia. Esto necesita una mejora de índole legislativa. Y por supuesto, pretendemos que haya un estatus sanitario nacional, donde se garantice, por sobre todas las cosas, la inocuidad de lo que nosotros, como argentinos, consumimos. Entonces, en el siglo XXI, me parece que es una reforma que se impone. Cuidar la salud del consumidor no debería ser una materia en discusión. Y también se pone en evidencia la realidad actual. Si hay un matadero que no tiene cerco perimetral, no tiene agua caliente, no tiene frío… no es un matadero.

- Cuando se habla de modernización del comercio de carnes, se habla de cuarteos (venta en cuartos de res) pero siempre fracasa y no se implementa. ¿Cuál es la posición de los frigoríficos regionales?

- El primer proceso para llegar a un cambio en la comercialización es ordenar el standard sanitario de los frigoríficos. Cambiando la metodología de comercialización no necesitaría la ley que lo haga obligatorio. Porque pasaría un poco lo que pasa en el resto de los países. No está prohibida la venta de media res en cuartos en otros países. El sistema comercial hace que se venda de distintas maneras: Cortes, cajas, envasado al vacío. Para eso también necesitamos una evolución de nuestra economía, individualmente. Con esta contracción de oferta, con esta situación económica, va a crecer lo marginal. Y necesitamos hacer crecer las empresas formales y el empleo formal. Pero para eso necesitamos que el Estado haga los controles en tiempo. Porque ese operador marginal, si lo dejamos que actúe, va captando mercados y va matando a los operadores normales.

- Vuelvo sobre la barrera. ¿Ustedes están de acuerdo con lo que está pidiendo La Pampa? Por ejemplo, modificar o Igualar el estatus sanitario.

- Yo creo que nos merecemos poner sobre la mesa la discusión de la barrera sanitaria en el país. La barrera sanitaria indudablemente le cuesta mucho dinero al país y a todo el sector. Y en el argumento que nosotros utilizamos para la apertura de mercados, decimos que no hay diferencia entre la zona con vacunación y la zona sin vacunación. Entonces, si el argumento técnico hacia afuera es ése, ¿por qué hacia adentro es otro?

- Clarísimo.

- Los precios de los asados son muy distintos en la Patagonia y en el resto del país.

- Sí, el doble, casi.

- Y el hueso plano, que es el hueso de la costilla sin médula, no sería ni siquiera riesgo de transmisión. Ya a esta altura está absolutamente comprobado científicamente que no hay transmisión de virus por hueso. En un rodeo con vacunación no hay peligro de trasmisión de aftosa. Entonces, yo creo que tenemos una diferenciación que genera situaciones de diferente valor en los bienes, en la hacienda, en cortes, que no se justifican por razones sanitarias. Hay un frigorífico autorizado para exportar a Japón en Viedma, que no tiene hacienda de las características que requiere el mercado japonés. Y esa hacienda está al norte del río Colorado, pero no puede ir a faena al frigorífico de Viedma. Y no hay ninguna restricción porque no es peligroso que haya cruces de animales cuando van a faena. Sin embargo, no se puede. Entonces, yo creo que es momento de poner la barrera sobre la mesa. Debatir los pros, los contras, beneficios, y consecuencias. Y en todo caso, si levantar la barrera tiene un efecto en algunas producciones de Patagonia, hay que analizarlo. Cuando uno mira el stock ganadero, se da cuenta de que la mayoría está en el norte. Durante todo el tiempo de vigencia de la barrera, ¿en cuánto Patagonia aprovechó su estatus de libre sin vacunación? ¿Generó actividad económica para aprovechar esa situación? Yo creo que es momento de hacer una revisión. Tenemos 20 años desde que volvió la vacunación. Es un buen momento para hacer esa revisión.

- Ahora, sobre exportaciones, usted al principio me decía que van a caer este año seguramente. Se sabía que este gobierno iba a liberar las exportaciones…

- Bueno, las exportaciones están liberadas. La posibilidad de exportar es plena.

- Si, ahora, ¿esto no impactará en los precios internos?

- No. Primero tenemos que saber que la disminución de la oferta ganadera pone a los precios ganaderos en igualdad de condiciones en cuanto a exportación y mercado doméstico. Son mercados que compiten. La exportación no tiene un margen ilimitado para el pago del precio. Tiene el valor que pagan los mercados internacionales. Y éstos se caracterizaron, en todo el 2023, por la cautela. La perspectiva es que va a ser un mercado muy cauteloso y no se esperan subas importantes, con precios por debajo de los promedios históricos. Entonces eso no le da una capacidad de compra ilimitada al sector exportador. Y después también tenemos variantes. En el caso de la venta a la Unión Europea, tienen que ser animales provenientes de campos habilitados para ese mercado. Después, si es Hilton, alimentado preferentemente en pasto. Pero si es 481, tiene que ser un animal que estuvo 100 días en corral y que aumentó un 1,1 kg. por día. Es decir, no todos los animales son aptos para la Unión Europea. Hay hacienda que no es apta de exportación y que entonces está habilitada sólo para mercado doméstico. Hay 350 frigoríficos que están habilitados para el mercado doméstico, que tienen su propio mercado cautivo.

- Y de acuerdo a lo que están viendo, ¿Qué efecto puede tener esto en las góndolas?

- Los precios van a estar firmes en el mercado interno. De hecho, si uno analiza el mercado ganadero, el año pasado los primeros 7 meses perdió, y perdió mal. Y se recuperó a partir de agosto, con recomposición de precios. La escasez de oferta, o la menor oferta, encarece toda la ganadería. O va a hacer que toda la ganadería tenga mejores precios. No solo la de exportación. La de consumo también. Y eso venimos viendo, porque en la otra punta tenemos un consumo interno, muy deteriorado en su poder adquisitivo.

- Ese va a ser el problema, ¿no?

- Ahí es donde van regulando los precios. Fíjate que en diciembre, por incertidumbre, por distintos motivos, la hacienda hizo un pico de precios. Un fogonazo de precios. Llegó a 2.100 pesos. Después bajó a 1.400 a las dos semanas. Y ahora se recuperó hasta 1.600/ 1.700 pesos. En el medio, 25% de inflación. En diciembre, solamente. Son 45% en y enero. Y yo tomo que el precio de la hacienda estaba a 1.400 pesos antes del fogonazo. Y lo proyecto con casi 45%. ¿Qué número me da en febrero? Sin embargo, la hacienda está a 1.600 pesos. O sea, ni siquiera copia los números de inflación. A veces pasa y después pega los saltos. Estamos acostumbrados. ¿Por qué te hago esta explicación? Porque te demuestra que el mercado está decidiendo el precio. Por oferta y por demanda. La ganadería no copia subidas de dólar. No copia inflación mensual. Tiene su propia regulación en cuestión de oferta y demanda. el piso de consumo de carne en Argentina, está definido.

- Sí, el bolsillo de la gente va a poner el techo al precio de la carne...

- Lo demostró.

En esta nota

Dejá tu comentario