Se suma un nuevo jugador al negocio de la carne: Faenarán bovinos en Chimpay
Planean reconvertir la planta que se dedicaba de forma exclusiva a equinos para poder trabajar vacunos con un doble propósito: Mercado interno y exportación.
De manera casi sorpresiva asomó un nuevo jugador, y de mucho peso, en la industria de la carne de la región, al resolver los propietarios del frigorífico Solemar de Chimpay entrar de lleno en la faena de bovinos con dos propósitos: Abastecer al mercado regional, y también la exportación.
El establecimiento por más de 20 años estuvo orientado a la faena de equinos, y si bien aún no abandonan este negocio, ya han realizado al menos 4 faenas de prueba con vacunos, según confiaron algunos actores de la actividad a +P.
Una de esas pruebas se realizó sobre un lote de novillos de casi 500 kilos, que se producen en Río Negro y que comercializa una carnicería de cortes Premium, ubicada en Neuquén Capital.
Por estos días se están haciendo los ajustes en la planta, “que son mínimos”, dijo un empresario del sector que visitó el lugar la semana pasada. Lo que ahora resta, y asoma cuesta arriba, es que el Senasa no demore sus procesos de inspección y autorizaciones.
El porte no varía mucho de un animal a otro, pero es necesaria una adaptación a los procesos del vacuno, que entre otras cosas demanda las instalaciones de las balanzas que se ubican sobre las rieleras por donde circula la media res, y que al estar conectada a Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), informa en el momento la cantidad de kilos que salen de la faena.
Según lo que trascendió hasta el momento (desde la empresa han optado por no hacer declaraciones), la producción se dividiría en partes iguales: dos días y medio de labor para mercado interno, y dos días y medio de labor para envíos al exterior.
La planta –que ocupa de manera directa a 70 personas- fue construida pensada en la exportación y tiene todas las habilitaciones para incursionar en ese negocio. Posee sala de desposte, envasado y empaquetado.
Los vínculos comerciales de larga data serían claves, porque no habría que desarrollar una nueva clientela para los cortes vacunos procesados en Río Negro. Se pudo saber que una de las opciones implica la posibilidad de, no solo exportar carne, sino también los cueros.
La información comenzó a circular con más insistencia durante la semana que se termina a partir del contacto entre al menos dos mayoristas de carnes de Neuquén y algunas tratativas con importantes productores de carne a feedlot.
La ubicación de Solemar es privilegiada, porque está rodeada de engordes vacunos, y está a 180 kilómetros de Neuquén, y su irrupción en el mercado puede traer alguna merma en la faena de sus competidores. Además, se suma como exportador, lo cual implica un segundo canal de comercialización al exterior, si se tiene en cuenta que la única planta habilitada hasta el momento para hacer esas operaciones, es la que tiene Fridevi en Viedma.
Hoy la faena destinada al consumo del Alto Valle de Río Negro y Neuquén sale sobre todo de 4 plantas: Fridevi, Luis Beltrán, JJ Gómez y Senillosa. De todos modos, las 3 plantas de Río Negro trabajan casi al máximo de su capacidad, sobre todo JJ Gómez y Beltrán, que rondan los 4.300 animales procesados al mes cada una.
La planta de Chimpay no llegará a esos números y se trabaja en una selección cuidadosa de los matarifes con los cuales van a trabajar.
Solemar se abocó durante todos estos años a la exportación de cortes equinos, sobre todo a Europa, estableciendo vínculos con compradores de Rusia, Italia y otros países, pero en los últimos tiempos –y así lo demuestran las estadísticas oficiales de Argentina-, la faena de equinos viene en franca caída por menos demanda internacional.
En el 2023 las exportaciones globales de este rubro totalizaron los 50 millones de dólares anuales y solo están habilitados 4 frigoríficos en todo el país.
En el caso de la empresa ubicada en Chimpay, entre los obstáculos se le agrega las grandes distancias que existen con los proveedores, que en su mayoría son de provincias del norte del país. Por lo tanto, el cambio resulta razonable para mantener las fuentes de trabajo y aprovechar las inversiones ya realizadas.
La meta de sus autoridades sería ir avanzando con las modificaciones y tener todas las autorizaciones de SENASA para el mes próximo, o a más tardar en septiembre, atento la necesidad de emprender una actividad que permita afrontar los costos fijos actuales, como la masa salarial.
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