A siete días de las PASO, los mercados ya hacen sus apuestas
Las distintas encuestas marcan que un 40% de la población no tiene ningún tipo de interés en ir a votar a las PASO. Los inversores proyectan tres escenarios probables, pero todos están a la espera de los resultados del domingo.
Del resultado del próximo domingo, difícilmente quede una clara definición de quién será el próximo presidente de los argentinos. El contexto social en el que se dan las PASO, probablemente dejará abierta la incógnita.
Dos son las causas que argumentan estos conceptos. La primera, que ninguno de los candidatos de los partidos en pugna emerge como un líder nacional convocante. La segunda, el desinterés que existe en los ciudadanos para ir a votar en estas elecciones. Ambas causas, sin dudas, están relacionadas entre sí.
Las distintas encuestas presentadas en estos últimos días marcan que un 40% de la población no tiene ningún tipo de interés en ir a votar a las PASO, una clara señal de enojo y frustración contra la dirigencia política. Los datos surgidos de las últimas elecciones en las provincias -que prefirieron desdoblarlas de las nacionales- muestran que este mismo porcentaje promedio (40%) se ubicó entre los electores cuando se suman los votos en blanco, los impugnados y el porcentaje de la ciudadanía que no concurrió al acto eleccionario. En solo una semana tendremos algún tipo de respuesta con el primer resultado nacional que representa la gran encuesta de las PASO.
Pero avancemos sobre tres posibles y/o probables escenarios.
-Si el domingo el actual ministro de Economía y uno de los candidatos de Unidos por el Pueblo, Sergio Massa, logra ser el más votado en términos individuales; Horacio Rodríguez Larreta vence a Patricia Bullrich de forma importante; y Javier Milei no logra sobrepasar el techo del 15% de los votos; estaríamos frente a un escenario que da cierto grado de previsibilidad de cara a las elecciones de octubre. En este caso no hay que descartar que, al lunes siguiente, los inversores den su aval a los resultados con probables subas significativas en las acciones y los bonos.
-Si Massa no logra ser el más votado individualmente -producto de la erosión de votos generada por Juan Grabois- la situación cambia sensiblemente, independientemente de quien sea el ganador en Juntos por el Cambio y el porcentaje obtenido por los libertarios. La mirada de los inversores no será la misma, teniendo en cuenta que Massa puede llegar a tener condicionamientos dentro de su misma coalición, en la estrategia económica llevada hasta ahora. Es probable que, en este escenario, pueda tener una transición hasta diciembre no del todo ordenada. Los mercados, el día después de las elecciones, analizarán el riesgo de esos resultados.
-La posibilidad de que el actual ministro de Economía no sólo no logre ser el candidato individual más votado, sino que también Juan Grabois el domingo 13 retenga más del 20% de los electores dentro de la interna de Unión por Patria; que Javier Milei perfora el techo del 25% de los votos; y que no se perciba una definición clara en la interna de Juntos por el Cambio; es el peor de los escenarios que proyecta el mercado. Para los inversores todo quedará abierto hasta, seguramente, el 19 de noviembre: día del balotaje final. La incertidumbre vuelve a abrirse paso en los mercados y este escenario probablemente traiga más inestabilidad sobre el dólar, las acciones y los bonos argentinos.
En cualquiera de estos tres escenarios, los inversores coinciden en señalar que ven probabilidades de un corto plazo incierto para la Argentina, pero un mediano y largo plazo con muy buenas expectativas. Y esto se está viendo hoy claramente en el mercado: con el valor del dólar paralelo recalentado (corto plazo) y activos argentinos manteniendo su tendencia al alza (mediano plazo).
Para la mayor parte de los analistas consultados por este medio, llegar a finales de diciembre intentando evitar una crisis socioeconómica, debería ser el principal objetivo de los referentes políticos del país. A partir de 2024, se entra en otra etapa. Esto no quiere decir que quedarán resueltos los problemas, lejos estamos de eso, sino sólo que cambia la percepción de expectativas, una variable clave para poder lograr un primer punto de inflexión en medio de toda esta crisis.
Massa y su año de gestión
Lo que la población vive como un drama es que la política siga ocupándose de discutir la forma de mantener el poder, mientras millones de ciudadanos padecen una realidad que los agobia y los llena de incertidumbre. Este concepto no le cabe solo al candidato del oficialismo, sino a toda la dirigencia política en su conjunto. Sin embargo, dicho esto, hay que demarcar responsabilidades.
El ministro de Economía y candidato de Unidos por la Patria, Sergio Massa, es sin dudas el principal responsable hoy de esta situación en la que se encuentra sumergida el país ya que en teoría fue puesto en funciones hace ya un año para solucionar los problemas de la economía y de la gente y, lejos de hacerlo, los ha empeorado.
Esta semana Massa cumplió sus primeros doce meses al frente de Economía, y los datos de su gestión generan más angustia que tranquilidad sobre toda la sociedad:
-La actividad económica paso de crecer 5,5% en agosto 2022 a caer más del 5% en estos meses.
-Se sumaron poco más de 3,3 millones de pobres al sistema.
-La inflación anualizada pasó del 65% al 115% al cierre de junio.
-El dólar oficial cotizaba el año pasado a 139 pesos, hoy está en 285 pesos.
-La divisa paralela, por su parte creció de 298 pesos a 574 pesos.
Y, como estos, podemos mencionar decenas de ejemplos más que nos muestran la pésima gestión que tuvo el ministro en sus primeros doce mes al frente de la cartera de Hacienda.
Es por ello, que no se termina de entender, dejando de lado el relato emocional, sus promesas de campaña, cuando dice que todo estos problemas los resolverá una vez que sea presidente. La pregunta de sentido común sería: ¿por qué no intentó encarrilarlos -ni tan siquiera se le exigió solucionarlos- en estos últimos doce meses?
Existe una respuesta desde las filas cercanas a Massa, pero son las que repiten día a día: la herencia de Macri, la pandemia, le guerra en Ucrania y la sequía. Tal vez este es momento de traer las palabras al presente del enorme pensador y escritor español José Ortega y Gasset: el individuo en la vida es uno y sus circunstancias. El hombre no puede estar absolutamente libre de ellas, aunque éstas no contienen los atributos primarios primordiales que prescriben las normas obligatorias de su conducta.
En esta nota