Massa, cada vez más enredado entre sus roles de ministro y candidato
La firma del acuerdo con el FMI, para que liberen los dólares que servirán para cancelar los vencimientos que se tienen con el mismo organismo, es un tema que el titular de Economía no puede termina de cerrar. La CGT le exige medidas hoy que Massa promete ejecutar cuando sea presidente, no antes.
El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, es una novela escrita por Robert Stevenson y publicada por primera vez en inglés en 1886.
Detalla la vida de Jekyll, un científico que crea una bebida que tiene la capacidad de separar de un individuo su parte humana de su lado más puro del mal. Cuando Jekyll bebe esta mezcla se convierte en Edward Hyde, un criminal capaz de concretar las peores atrocidades. Stevenson transmite en su escrito que, en todos nosotros, siempre convive el bien y el mal juntos. El libro nos sumerge en una historia única, pese a la incorrecta interpretación -licencia que se toma el autor con fines literarios- del concepto que en psiquiatría es conocido como trastorno de identidad disociativo (TDI), anteriormente llamada trastorno de personalidad múltiple.
Salvando las distancias -y tomando también una licencia en el uso de la ironía- podemos llevar este ejemplo a los trastornos que estaría padeciendo Sergio Massa actuando, de una manera, cuando se pone el traje de candidato a presidente por el oficialismo, y, de otra, cuando representa su función de ministro de Economía de ese mismo oficialismo. En este caso, la porción que ingiere, que lo lleva a manejar esta doble personalidad, tiene entre sus ingredientes algún “yuyo” que estimula su necesidad de mantenerse en el poder.
Dos ejemplos se presentaron esta semana en donde las definiciones políticas del candidato fueron en contra de aquellas que pregona el ministro.
-El tan mentado acuerdo con el FMI. La negociación que se está llevando a cabo en Estados Unidos entre los técnicos argentinos y el organismo internacional es algo prioritario de cerrar para el Gobierno. La personalidad de “Massa Ministro” pelea por firmar este acuerdo dentro de los lineamientos que exige el FMI para dar una clara señal a los mercados. ¿Qué mejor para el país que contar con un programa económico que contemple una desaceleración de la inflación con crecimiento económico? “Es lo que nosotros también buscamos”, confió una fuente del ministerio de Economía en dialogo con LMNeuquén. Pero claro, tras cartón, aparece la imagen de “Massa Candidato” al agregar: “Pero este no es el momento para plantearlo...estamos a menos de un mes de las elecciones”. En definitiva, de la resolución del acuerdo derivarán consecuencias inevitables, que impactarán tanto en la actividad proselitista del candidato, como en su gestión al frente del ministerio. Massa es consciente de que no se podrá conformar a todas las partes en puja. Deberá tomar una decisión que dejará ganadores y perdedores. La lógica nos lleva a plantear que intentará llegar a un acuerdo que minimice los costos de esta decisión. Confía que el relato, la histórica épica narrativa que culpa de todos los males de la Argentina “al otro”, ayudará a cerrar heridas. En el entorno del ministro ya trabajan en lo que serán los argumentos: la responsabilidad de Mauricio Macri con un préstamo que condicionó a la economía, que el Gobierno no accedió a una devaluación salvaje que iba a generar más pobreza, que la prioridad fue la protección de los sectores más castigados, y que con este acuerdo se lograron los dólares necesarios para seguir creciendo. Todas verdades a medias. Todo para alcanzar el 13 de agosto. ¿Y el día después? El interrogante que ahora emerge tras estos acontecimientos, es cómo se llegará a las Generales del domingo 22 de octubre sin una crisis económica que termine afectando su imagen como ministro y candidato. Seguramente, el tiempo tendrá su respuesta.
-La reunión con la CGT. Esta semana Sergio Massa fue a la Confederación General del Trabajo (CGT) en busca de cerrar nuevos apoyos del peronismo. Con el respaldo sindical, se estaría completando el tablero con los respaldos de la mayor parte de los sectores que componen Unión por la Patria. Comenzó el encuentro como “Massa Ministro”, escuchando los reclamos del sector, que incluyeron el desacople de los precios con los salarios, la crisis financieras de las obras sociales, los niveles de pobreza que esta afectando a la clase trabajadora, y el pedido de un programa para bajar la inflación. Asintió con movimientos de cabeza cada uno de sus reclamos. Terminada la parodia, paso a la faceta “Massa Candidato”. Tomó la palabra para solicitar “militar la boleta” y prometiendo cumplir con los reclamos de la cúpula sindical a partir de diciembre. A casi un año de haber asumido al frente del Palacio de Hacienda, no pudo dar explicaciones sobre el 115% de inflación interanual que sufre la sociedad, de los poco más de 3,4 millones de pobres que expulsó del sistema en este breve tiempo como titular de Economía, de los salarios pulverizados por la aceleración que están mostrando los precios, ni de la renta extraordinaria que se está llevando el sistema financiero con las distintas “bicicletas” que estimula el modelo. Exigió no mirar para atrás, argumentando que el futuro está a partir de diciembre: “Se viene una etapa de vacas gordas” donde se podrá distribuir lo que no se pudo hasta ahora. Un mensaje algo difícil de digerir por los trabajadores y dirigentes gremiales allí presentes. Palabras más, palabras menos, Massa intentó explicar que el próximo presidente -que sugiere, será él- les dará todo lo que el ministro de Economía de este Gobierno -que es él mismo- no pudo darles. Insólita propuesta, si las hay.
Mientras la política esta sumergida en su propia agenda, la economía sigue su inercia. Los precios de la canasta básica de alimentos se aceleraron en las primeras dos semanas de julio, por lo que no se descarta que el IPC del mes termine por encima del 6%. Otro mazazo para el bolsillo de los trabajadores.
Mañana lunes, los mercados van a tomar posición sobre los retrasos que está mostrando el acuerdo con el FMI. Para la mayor parte de los analistas, tampoco se espera un gran respaldo a los próximos anuncios oficiales: suba del dólar para ciertos productos agropecuarios de exportación y la puesta en marcha de un impuesto para algunas importaciones. Todas medidas que presionarán aun más sobre la inflación.
Entre tanto conflicto, Sergio Massa sigue confiando en sus vínculos con el poder político de Estados Unidos para dar luz verde a la firma del acuerdo con el FMI, pero sabe que su contenido deberá pasar por el tamiz de dos actores decisivos de la coalición oficialista: Cristina Fernández y La Cámpora.
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