Vino

Congreso Mundial de la Viña y el Vino 2025: Un sector en alerta ante la caída de producción y consumo

El 46º Congreso Mundial de la Viña y el Vino en Moldavia abordó la caída global de viñedos, producción y consumo, buscando soluciones para un sector en crisis.

Esta semana terminó el 46º Congreso Mundial de la Viña y el Vino en Chisináu, Moldavia, un evento que reúne a líderes y expertos del sector vitivinícola. El encuentro contó con la presencia de la presidenta moldava, Maia Sandu, la ministra de Agricultura, Ludmila Catlabuga, el director de la Oficina Nacional de la Viña y el Vino (ONVV), Stefan Iamandi, y autoridades de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), como su presidenta, Yvette van der Merwe, y el director general, John Barker.

El congreso, que atrae a representantes de todo el mundo, se centra en debatir los desafíos clave de una industria en transformación, marcada por la reducción de viñedos, la caída en la producción de vino y el descenso en el consumo global.

Panorama global: viñedos, producción y consumo en declive

En su discurso inaugural, John Barker presentó un análisis detallado del estado del sector. Según la OIV, la superficie mundial de viñedos se redujo a 7,1 millones de hectáreas en 2024, un 0,6% menos que en 2023 y un 9% menos desde el año 2000. Europa lidera con el 46% de la superficie, seguida por el hemisferio sur con el 12%. A pesar de esta contracción, la uva sigue siendo el segundo cultivo frutal más extendido del mundo.

La producción de vino también enfrenta una caída significativa. En 2024, se situó en 142 millones de hectolitros, un 4,3% menos que el año anterior, el nivel más bajo desde 1961. Barker atribuyó este descenso a fenómenos climáticos extremos, cada vez más frecuentes. La Unión Europea aportó el 61% de la producción mundial, mientras que el hemisferio sur contribuyó con el 20%.

El consumo global de vino continúa su tendencia a la baja. Desde su máximo en 2007 (250 millones de hectolitros), se estima que en 2024 se consumieron 142 millones de hectolitros, un 3% menos que en 2023. Factores como la disminución del poder adquisitivo y los cambios en los hábitos de consumo explican esta situación, según la OIV.

Mercados clásicos vs. nuevos mercados

El informe de la OIV destaca una brecha entre los “mercados clásicos” (Italia, Francia, España, Portugal y Argentina), donde el consumo ha disminuido desde los años 60, y los “nuevos mercados” (Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Sudáfrica y Australia), que han experimentado un crecimiento sostenido en las últimas décadas.

La diferencia entre producción y consumo genera un excedente estructural de 11,6 millones de hectolitros en 2024, un 25% menos que en 2023 debido a la menor producción. Este volumen se destina principalmente a usos industriales o medidas de estabilización del mercado.

El comercio internacional de vino refleja una creciente globalización: el 47% del vino consumido en 2024 fue importado. Se exportaron 99,8 millones de hectolitros por un valor de 35.900 millones de euros, con un precio medio de 3,60 euros por litro. Aunque estas cifras son ligeramente inferiores a las de 2023, representan el tercer mayor valor histórico del comercio mundial de vino.

Uvas de mesa y pasas, un segmento en crecimiento

Fuera del ámbito del vino, la producción de uvas de mesa creció un 3,2% anual desde el 2000, alcanzando 33,3 millones de toneladas en 2024. Asia domina este mercado con el 70% del total, aunque solo el 15% se exporta.

La producción de pasas, en cambio, se mantiene estable, con 1,3 millones de toneladas en 2024, un 7,9% más que el año anterior. Cinco países concentran el 76% de la producción, y el 75% se destina al comercio internacional.

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