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"La Patagonia produce solo el 30% de los vinos que consume"

El ministro de la Producción de Río Negro, Carlos Banacloy, explicó el contexto en el que desarrolla la vitivinicultura en la Provincia.

Carlos Banacloy, es un funcionario que está hace ya más de una década en la función pública. Siempre ligado a la producción de Río Negro. Un activo muy importante en estos momento tan complicados para la actividad. Hoy renovó la confianza del Gobernador Alberto Weretilneck, quien lo mantuvo al frente de la cartera de Producción y Agroindustria de la Provincia, la que venía liderando desde la gestión de Arabela Carreras. El paso por la gestión pública le ha dejado sus marcas. Pero puede más, como él mismo lo define, “su espíritu rionegrino, su pasión por la producción de la Provincia”.

“Nosotros tenemos un proyecto familiar vitivinícola que es anterior a la creación de la dirección de Vitivinicultura. Hoy tengo la suerte de que toda mi familia muy vinculada al proyecto y entre ellos a mi hija, estudiando enología”, confiesa con cierto rasgo se orgullo. “A mi me permite esto tener los pies bien sobre la tierra, no hace falta demasiado que me expliquen nada de la actividad; lo sufrí y la sufro en el día a día. Tenemos un equipo que sabemos de lo que hablamos y que tenemos bien en claro el norte al que apuntamos”, completa el funcionario.

De esta manera continúa parte de la entrevista realizada.

- ¿Por qué se observa un continuo desplome de las hectáreas plantadas con viñas en la Provincia?

- Sólo en vinos Río Negro llegó a 17.5000 hectáreas, pero la actividad fue totalmente arrasada y pasada por arriba principalmente por el complejo de peras y manzanas. Pero también en ese entonces falló una política de Estado para que unas actividades estén más reconocidas que otras. Uno de los grandes cambios que nosotros le propusimos en su momento a la gobernadora Arabela Carreras cuando definimos los objetivos del ministerio de Producción y Agroindustria fue poner a todas los sistemas productivos por igual.

- ¿Qué significa eso?

- Yo llegue a la dirección de Vitivinicultura criticando la política provincial. En ese momento cuando un productor se acercaba a tomar un crédito en Río Negro Fiduciaria, los programas eran exclusivamente para productores de peras y manzanas. Vos producías cerezas y no te financiaban ni un tractor, un poste...absolutamente nada. Entonces uno también como Estado iba generando un embudo donde sentías que si tenías pera y manzanas eras parte y reconocido por tu gobierno; y si no tenías peras y manzanas, no existías. Y ahí yo creo que se cometió un error, creo que esa lectura se hizo mal. Y eso atrasó.

- Pero pese al cambio que comenta y la superficie sigue cayendo…

- Por primera vez en los últimos 30 años, en el 2023 se va a a incrementar la superficie de viñas en Río Negro. La tasa de renovación en todas estas estas últimas décadas fue nula o negativa. Los grandes proyectos de Río Negro como es el caso de las fincas de Chacra o Noemia, no vinieron a plantar grandes superficies. Captaron hectáreas de bodegas tradicionales con viñedos viejos por lo tanto la estadística de superficie y viñedos no se modificó. Hoy hacen el mejor Chardonnay de argentina, con un viñedo que era de Antonio Pirri de 1957 y 1970, que en aquel entonces se ponía en una góndola y se vendía entre toda la enorme oferta de vinos a precios bajos. Hace ya una par de años, rescataron esas 5 hectáreas de Chardonnay de don Antonio, que para mi fue un gran visionario de la actividad, que es nuestro patrimonio. Nuestro diferencial con el polo de San Patricio de Chañar son nuestros viñedos de 1932 con estas bodegas centenarias. Este tipo de viñedos fueron los que captaron esta nuevas inversiones, cuya estrategia no fue ampliar las superficies sino poner valor agregado y el intangible que necesita la botella para estar en la pirámide de precios altos.

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El emprendimiento familiar que desarrolla Banacloy en Río Negro.

El emprendimiento familiar que desarrolla Banacloy en Río Negro.

- ¿Por qué no vio esto el empresario local?

- Por un lado, llegamos tarde. Los cambios que estaba registrando el sector, los terminamos de entender tarde. Por otro, y creo que este punto es muy importante, las firmas internacionales que llegaron a nuestro territorio tienen un reconocimiento internacional en el mercado. Chacra, por dar un ejemplo, toma las tierras y producción que mencionamos en Río Negro, pero le suma lo propio. Cuando uno ve un proyecto como es el de Chacra no puede perder la objetividad de analizar que ellos vienen desde hace 300 años trabajando los vinos en Italia y más de dos siglos en toda Europa, produciendo y comercializando Pinot Noir en el mundo. Son una marca en sí mismo. Y esto que hicieron en Río Negro, probablemente, lo podrían haber hecho en otro lugar del país buscando un viñedo similar, y la comercialización seguramente iba a tener el mismo impacto. Hay una parte importante de todo el proceso que es un valor intangible propio de su estrategia comercial y marca, independientemente del producto de excelencia que puedan ofrecer. Son ellos en sí mismo, el producto acompaña. De la misma manera podemos hacer el análisis, en otra escala, con las bodegas Humberto Canale.

- ¿Y aplicar proyectos de superficie, como ocurrió en San Patricio del Chañar?

- Las hectáreas no hay que hacerlas en forma anticipada si no está resuelto el problema de la comercialización. Si no se tiene vendido el producto, estas en problemas. Y esto lo padeció Neuquén, con resultados de bodegas abandonadas, proyectos que fueron rematados, incumplimientos crediticios...hasta hay bodegas en manos de empresarios que diversifican a través del vino pero con otros ingresos, como es el caso Eurnekian. La provincia de Río Negro, en este punto, es mas genuina. Los productores vitivinícolas vienen de la vitivinicultura. Tenemos el ejemplo de Humberto Canale con una bodega que tiene mas de 100 años. Aquí cualquier bodega esta atendida por sus dueños, por su grupo familiar. Son micro pymes.

- Entiendo que lo más importante es que exista un equilibrio entre grandes y pequeñas…

- Coincido con el equilibrio, pero distinto es cuando los fondos vienen del sector privado que cuando viene del Estado. Es como si nosotros nos ponemos de acuerdo para hacer 200 hectáreas vitivinícolas para repartirlas en 10 emprendedores. No es lo ideal. Nosotros ya tenemos una infraestructura preexistente la que necesita que la acompañe el Estado.

- ¿El proyecto San Patricio del Chañar no considera que fue positivo?

- Por supuesto que fue positivo. Cien por ciento positivo, yo lo que digo es que me pongo en el lugar de cuando asumo mi puesto en la dirección de Vitivinicultura, no criticando de ninguna manera lo que es diversificar el ingreso del petróleo en algo que sea sustentable. Lo hicieron bien. Lo que yo digo es que como nosotros no somos una provincia petrolera, no podía proponer lo mismo que Neuquén, porque ya había una matriz preexistente en Río Negro, con bodegas y viñedos de 100 años...esa era la gran diferencia.

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El ministró aseguró que este año la vitivinicultura de Río Negro muestra un crecimiento de su superficie.

El ministró aseguró que este año la vitivinicultura de Río Negro muestra un crecimiento de su superficie.

- Insisto en el tema de que todas las estadísticas que uno observa de Río Negro, vienen en caída. ¿Qué es lo que falta para comenzar a crecer en el sector?

- El gran desafío, entre otros, es que el rionegrino entienda que nosotros estamos haciendo un producto de nicho, que es mucho más reconocido internacionalmente que por el propio rionegrino. No tenemos todavía conciencia del valor real de lo que se produce en nuestra Provincia.

- ¿Y este reconocimiento a que lleva?

- El gran desafío entonces que el ciudadano reconozca sus vinos como propios. Para el consumo local. La Patagonia consume el 30% de lo que produce, o dicho al revés, producimos el 30% de lo que consumimos. La Patagonia produce muy poco vino y un 70% llega de otras provincias.

- ¿Cómo se llegan a estos objetivos de reconocimiento?

- Es un proceso identitario que lleva tiempo. Y esto lo vemos en Salta con sus 440 años sobre sus espaldas. La Provincia tiene arraigado este proceso. Uno va como turista a Salta y sus cartas de vinos en los restaurantes son 100% producción local. Nosotros tenemos 68 años como Provincia y una importante proporción de la población llegó de otros lugares. Naturalmente no tenemos ni los años ni el arraigo poblacional como para poder generar una identidad en este sentido. Pero debemos trabajar para ello. El primer paso sin dudas es que las cartas de vinos de Río Negro y Neuquén tengan sus productos locales. Ni eso pudimos lograr en nuestra región. Es un trabajo que lleva tiempo, pero somos conscientes de que ese es el camino.

El ministro Banacloy también se manifestó crítico con la puesta en marcha de nuevas retenciones a las exportaciones para las actividades regionales.

Carlos Banacloy, Ministro de Desarrollo Económico y Productivo de Río Negro.mp4

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