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Trump intensifica su guerra comercial con aranceles del 200% para vinos europeos

Los vinos europeos se verán seriamente afectados por los aranceles de Trump. ¿Oportunidad para Argentina?

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a sacudir la política comercial global con una nueva serie de aranceles, esta vez dirigidos a productos alcohólicos provenientes de países de la Unión Europea (UE). La medida, anunciada a través de su red social Truth, establece un gravamen del 200% en represalia por los aranceles europeos del 50% al bourbon estadounidense, impuestos en respuesta a las tarifas del 25% que Washington impuso recientemente sobre el acero y el aluminio importados.

Los aranceles afectarán a todas las bebidas que contengan un porcentaje de alcohol y hayan sido fabricadas en algún país perteneciente a la Unión Europea; sin embargo, los productos más afectados serán el vino, el champán y la cerveza. El vino será, particularmente, uno de los productos que más afectarán a los estadounidenses, ya que el país importa 6.35 millones de hectolitros de la Unión Europea cada año, según datos de Statista. Derivado del anuncio de la medida, las acciones de varias compañías de bebidas alcohólicas resultaron afectadas. Por el momento, las acciones de Pernod Ricard cayeron un 3,2%, las de Rémy Cointreau cayeron un 3,8%, mientras que las acciones de LVMH (propietaria de Moët & Chandon y Veuve Clicquot) cayeron un 1,9% en su precio.

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Según Eurostat, el valor de las exportaciones de vino de la UE a Estados Unidos alcanzó 4.900 millones de euros en el último año, representando el 29% de las exportaciones totales de vino del bloque europeo. Francia y Italia, con una participación combinada cercana al 90%, serían los países más afectados. En contraste, las exportaciones estadounidenses de vino y champán suman solo 1.000 millones de dólares, una fracción del comercio europeo en este sector, según NBC.

De continuar esta 'Guerra de aranceles' con la UE, países como a la Argentina (sexto exportador mundial en es destino) se le ampliaría la ventana de ventas en el mercado de los Estados Unidos, teniendo en cuenta las limitantes que tendrán los vinos que lleguen del viejo continente.

Más presión por los aranceles de Trump

El conflicto arancelario entre EE.UU. y la UE se ha intensificado con rapidez. Trump justificó su nueva medida alegando que el bloque europeo es "una de las autoridades fiscales y arancelarias más hostiles y abusivas del mundo" y que sus políticas han sido diseñadas "para aprovecharse de Estados Unidos". La UE, por su parte, ya había respondido con gravámenes a productos estadounidenses por un valor total de 28.000 millones de dólares desde abril, una cifra que podría aumentar si la escalada continúa.

El eje de la disputa comenzó con la entrada en vigor, el pasado 12 de marzo, de un arancel estadounidense del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio. Inicialmente, Trump amenazó con elevar esa tarifa al 50% para Canadá, aunque terminó reconsiderándolo después de que el gobierno canadiense suspendiera un nuevo impuesto a la electricidad exportada a EE.UU. y se acordaran nuevas rondas de negociaciones comerciales.

El 4 de marzo entraron en vigor aranceles del 25% a las importaciones provenientes de Canadá y México, generando tensiones dentro del Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC). Ante la incertidumbre, la Casa Blanca anunció una pausa en estos gravámenes sobre bienes y servicios que cumplen con el T-MEC hasta el 2 de abril. Sin embargo, Canadá respondió el 6 de marzo con nuevos impuestos sobre productos estadounidenses por un valor cercano a los 20.000 millones de dólares.

China, otro frente de batalla

El gigante asiático tampoco ha quedado fuera de la renovada ofensiva arancelaria de Trump. Washington impuso nuevos aranceles generales del 20% a los productos chinos, sumándose a los gravámenes del 10% ya vigentes desde el primer mandato del presidente. Como respuesta, Pekín decretó impuestos de hasta el 15% sobre productos agrícolas estadounidenses clave, como el pollo y el cerdo, a partir del 10 de marzo.

Trump también ha firmado una medida que podría implementar aranceles recíprocos a los socios comerciales de EE.UU. a partir del 2 de abril. Con esta acción, la administración busca aumentar los ingresos fiscales en un contexto en el que los republicanos se preparan para presentar un nuevo proyecto de ley de impuestos y gastos.

El panorama global se mantiene tenso y en constante evolución. Las represalias comerciales no solo afectan a los mercados internacionales, sino que también impactan a los productores y consumidores dentro de EE.UU., en un escenario de creciente incertidumbre para la economía mundial.

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