¿Cómo funciona el nuevo laboratorio del INTA Alto Valle?
El LASSPA comenzó a funcionar este año con el objetivo de aportar una mirada analítica y sustentable.
La Estación Experimental Agropecuaria del INTA Alto Valle está brindando un servicio novedoso para la región: análisis de suelo y agua, que estará a cargo del Laboratorio de Agua y Suelo para la Sustentabilidad Productiva y Ambiental (LASSPA).
Desde el INTA, cuentan que el laboratorio realizará análisis de agua para riego en el cual se mide el pH, la conductividad eléctrica, cantidad de sales, sodio, potasio, calcio y magnesio. Por último, se genera una clasificación del uso del agua para tal fin, teniendo en cuenta los riesgos de salinización y sodificación. Además, se realizan análisis de suelos asociados a la fertilidad y salinidad, midiendo pH y conductividad eléctrica, fósforo, materia orgánica, actividad microbiológica, nitrógeno total, potasio, sodio, calcio y magnesio.
Por otra parte, se efectúan análisis físicos del suelo en donde se mide densidad real, densidad aparente, porosidad, humedad higroscópica, contenido hídrico a capacidad de campo y a punto de marchitez permanente. Estos son utilizados principalmente para la toma de decisiones en torno al riego.
“No hay otro laboratorio”
“Esto es novedoso porque permite conocer la porosidad, la infiltración y las constantes hídricas del suelo para definir qué lamina de aplicar y la frecuencia de riego. Información útil para diseñar y manejar sistemas de riego a medida, precisos y eficientes en el uso del agua y energía. Si bien estas técnicas de análisis físicos de suelo son conocidas y se realizan en el INTA Castelar u otras regiones del país, se trata de un servicio novedoso para la región. No hay otro laboratorio que brinde este servicio en la zona”, señaló Vicente Buda, responsable del LASSPA.
Según el profesional, el objetivo es responder a la creciente demanda de los equipos de investigación en torno a líneas de trabajo tradicionales en riego y suelos, y a recientes desafíos como lo son el tratamiento y reúso de aguas residuales, la evaluación del secuestro de carbono en suelos y el uso de sustratos y biopreparados como compost y bioles en la agricultura.
“El objetivo del laboratorio es aportar desde una mirada analítica y sustentable a actividades de investigación y extensión del INTA en territorio”, dijo Vanesa Asencio, técnica del LASSPA.
Mirada de largo plazo
El laboratorio sistematiza las muestras de más de 50 solicitudes de análisis ubicados con puntos GPS que permiten georreferenciar los datos e información que analizan. Al respecto, Rosa Holzmann, especialista en suelos del LASSPA, explicó que “esta información nos brinda la posibilidad de que a largo plazo se confeccionen mapas para que los productores accedan y consulten datos generales de suelo y agua”.
Los análisis de suelo generalmente son más demandados durante el invierno para tomar
decisiones de fertilización del suelo y de manejo de la salinidad. Con respecto a los análisis de agua, las demandas se concentran hacia el inicio de cada temporada de riego para la actividad frutihortícola.
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