"El Valle Inferior tiene un gran potencial para recibir inversiones"
Daniel Quinteros, presidente del IDEVI, comentó a +P el desarrollo que está teniendo este importante polo productivo.
Antes de llegar, en 2019 a la presidencia del Instituto de Desarrollo del Valle inferior del Río Negro (IDEVI), Daniel Quintero, era un reconocido productor de avellanos de la región y era titular de la Cámara de Productores de Frutos Secas del Valle Inferior, y también contaba con una larga trayectoria como periodista en temas productivos. Hoy, con entusiasmo y buena predisposición, explica las tareas que realiza este Instituto oficial que trabaja desde 1961.
- Cuénteme que representa hoy el IDEVI
- El IDEVI representa a la zona bajo riego que se encuentra en el Valle Inferior. La sigla IDEVI significa Instituto de Desarrollo del Valle Inferior. Actualmente hay 23.000 hectáreas empadronadas que lo convierten en el mayor consorcio de riego de Río Negro. Se inició en la época del primer gobierno constitucional; la idea era justamente generar equidad en todas las regiones de la provincia. Entonces se fomentó el primer trabajo de investigación y desarrollo, lo que iba a ser posteriormente la zona bajo riego. Y efectivamente se pusieron las primeras chacras en funcionamiento durante la década del 70. Hoy hay exactamente 550 productores con diferentes extensiones de chacras. Hay niveles de extensión de 20 hasta las 300 hectáreas, y en algunos casos más. Y fundamentalmente la producción pasa por un 50% de forrajeras, especialmente alfalfas. Un gran crecimiento de cereales con el maíz, con 3300 hectáreas. Y frutos secos son muy importantes también con 1200 hectáreas de nueces y avellanas. A las avellanas lo destaco porque la nuestra es la principal zona productora del país.
- ¿Con cuántas hectáreas?
- Son 1.200 hectáreas en total y de avellanas 650 hectáreas. Y por otro lado la horticultura, que tiene un crecimiento importante con la cebolla. Este año se hicieron 2600 hectáreas, pero en años anteriores superó las 3.300 hectáreas. Y todo eso más bien que tiene que ver con el mercado. Si vale o no vale.
- Y el trabajo de ustedes es potenciar la producción, no la comercialización.
- Nuestro primer objetivo es garantizar el agua al productor. Nosotros administramos el sistema del canal principal y estamos trabajando de forma directa con el consorcio, que es el que lleva el agua. Mantenemos los caminos, que son aproximadamente 250 km de caminos vecinales entre chacra y chacra, y 280 km de caminos del canal principal y del canal secundario. Trabajamos un poco en fomentar algunas producciones que vemos interesantes. Por ejemplo, la alfalfa tiene un mercado muy interesante, no solo local, sino de exportación. Y en la avellana también, al ser la zona más importante del país trabajamos en ese sentido, en fomentar el cultivo de avellana.
- ¿Cómo logran el financiamiento para sostener las obras de infraestructura y apoyar a los productores?
- El financiamiento pasa por el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción con las diferentes líneas que tiene. Trabajamos en la difusión entre los productores y en el apoyo técnico para estos cultivos. Junto con el INTA, por supuesto.
- Me contó sobre las cebollas, sobre los frutos secos y sobre el forraje. ¿Qué actividades están viendo que tiene potencial en la región? ¿Qué otra puede surgir?
- Actualmente la cebolla tiene un impacto muy grande. El productor generalmente es nómade. El grueso de los productores que están trabajando en la región vienen de la zona del golfo. Ante la escasez de agua van buscando zonas, también el valle medio, Conesa… Y tiene un impacto económico muy grande. Pero no creemos que sea algo permanente. La alfalfa puede tener y tiene, de hecho, un mercado que puede crecer mucho a nivel internacional. Estos años demandó todo lo interno por la sequía que hubo en gran parte del país. Y como te digo, los frutos secos también consideramos que tiene la posibilidad de dar un valor agregado que tiene su potencial.
- ¿Y hoy día cuáles son los proyectos en los que están trabajando? ¿Algo nuevo, aparte del tema de los caminos y de mantener la infraestructura?
- Esas son nuestras funciones básicas. Si no cumplimos con eso, ni nosotros ni el productor puede trabajar. Si no tiene buena forma, si no tiene agua, si no puede regar, no es factible una producción en el valle inferior. No es posible una producción que no sea solo la cría de animales. Y los caminos son fundamentales para trasladar esa producción y para el sistema de vida de los productores que están en las chacras. Hoy desde lo técnico en apoyo para la producción de alfalfa y de avellana. Este fruto seco puede tener una diferenciación grande. Hicimos un estudio de tres años con el INPE, (Instituto Nacional de Planeamiento Económico) buscando un estudio sensorial y nutricional, una diferenciación, entre las variedades de la región comparándolas con otras partes del mundo. La idea, a mediano y a largo plazo, es conseguir una denominación de origen o algo similar para la avellana. El resultado, el comparativo aún no lo tenemos, lo estamos trabajando con la universidad de rio Negro y con gente del Ministerio de Desarrollo Económico. En unos meses estarán los resultados definitivos.
- ¿Y dentro de lo producido en el Valle Inferior, ¿Qué se exporta? ¿Se puede evaluar?
- El principal producto que se exporta es la cebolla, con Brasil como principal comprador. Otro producto que se exporta a través de una empresa española, es el forraje, los medio fardos. También se exporta la avellana a través d de la empresa Ferrero, que tiene una instalación de 200 hectáreas de producción propia y a su vez le compra a los productores, y lo exporta a sus plantas de Chile y de Italia. En Nogales hubo experiencia de productores, que exportaron otros años. El año pasado no se dio por un tema de mercados, pero vienen exportando…
- El crecimiento del tema de forraje también debe estar sustentado en el crecimiento del tema de ganadería, ¿o se prevé que mejore la ganadería en la provincia?
- Lo que va más relacionado con la ganadería es el maíz. El grueso del maíz que se produce en las 3600 hectáreas es para ensilaje dentro de las chacras o para la venta como grano y sale todo. Todo es consumido, y esto tiene que ver con el impacto del corrimiento de la barrera sanitaria y la necesidad de tener hacienda gorda. Y el forraje, con las 4 mil hectáreas de alfalfa en general, el productor está asociado para exportar. Hacen megafardos y se exportan, a destinos realmente importantes, Arabia y algo de China. Ya este año va a haber un remanente para exportar, el año pasado todo se volcó al mercado interno.
- Usted hablaba de la barrera sanitaria. Si se llega a abrir esto va a ser una explosión. ¿No?
- Sí, en su momento nos benefició a la zona bajo riego porque son las que pueden producir el forraje necesario para la terminación de la hacienda. En caso de que no existiera más esa barrera, el impacto va a ser fuerte. No lo tenemos estimado todavía, pero se está trabajando en la ganadería hace tiempo.
- Y ahora, para cerrar, ¿Cuáles son las expectativas para los próximos años?
- Desde el organismo la expectativa tiene que ver con la llegada de inversores del resto del país en general porque aquí hay tierra de buena calidad, hay agua y disposición. Hay mucha gente que está buscando diferentes actividades, que tienen que ver con forrajes. Y están invirtiendo en la zona de a poco. Me parece que esta situación se va a multiplicar durante los próximos años. Y en el valle inferior todas las chacras tienen su acceso al agua. Tenemos un sistema de riego que le podemos garantizar al productor un litro/segundo/hectárea, para que en la temporada de agua que es menos tres meses, todo el año, cuente con esa dotación de agua.
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