Milei baja las retenciones, ¿(solo) se busca acelerar las liquidaciones?
El gobierno anunció que baja las retenciones al campo hasta junio y que se eliminan para las economías regionales. ¿La medida es para llevar alivio al sector o para acelerar liquidaciones?
La Organización Mundial de Comercio (OMC) está conformada por 166 miembros y apenas 10 aplican derechos de exportación a la totalidad del universo de productos. Ellos son la Argentina, Camerún, Ecuador, Gambia, Hong-Kong (China), Mali, Pakistán, República Dominicana y Turquía. Además, de ese “selecto” grupo de diez, nuestro país es el que impone retenciones con los gravámenes más altos.
Diez entre 166. Ese dato es tan contundente como entender que nuestro país las impuso por primera vez allá por 1850 y con excepción del intervalo entre diciembre de 2015 y septiembre de 2018, se han mantenido vigentes más allá de los precios internacionales de las commodities y del nivel del tipo de cambio real.
Las retenciones han trascendido gobiernos de distinto signo partidario, orientación programática y anclaje territorial. Y este largo derrotero registró ayer un nuevo hito porque el gobierno de Javier Milei bajó algunas alícuotas hasta el mes de junio y eliminó otras. De acuerdo a fuentes del ministerio de Economía, el costo fiscal de la medida será cercano a los 800 millones de dólares.
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Las alícuotas de las retenciones a la soja bajarán de 33% a 26%; las de los derivados de la soja se reducirán de 31% a 24,5%; en el caso del trigo la baja irá del 12% a 9,5%; en la cebada de 12% a 9,5%; para el sorgo será de 12% a 9,5%; para el maíz de 12% a 9,5%; y en el caso del girasol irá de 7% a 5,5%.
En el caso de las economías regionales, había productos con alícuotas residuales de retenciones que serán llevadas a cero de manera permanente. Es el caso de exportaciones tales como azúcar, algodón, cuero bovino, tabaco, forestoindustria y arroz, entre otras. Todas estas actividades representaron más de 1.100 millones de dólares de exportaciones en 2024.
“Atacar las retenciones”
“En la medida que podamos consolidar esta tendencia a lo largo del año que viene (por 2025) y que se pueda verificar que el aumento de ingresos no es de tipo transitorio, sino de tipo permanente, más la reducción del gasto público porque la motosierra continúa, se va a traducir en baja de impuestos”, había dicho Milei el 10 de diciembre de 2024 en el marco del evento “Delegados, Directores y Consejo Federal de la Sociedad Rural”.
Por aquellos días, el presidente intentaba llevar tranquilidad a un sector golpeado por la sequía, los precios internacionales y el retraso cambiario. “No tengan dudas que uno de los impuestos que vamos a atacar son las retenciones”.
El gobierno apuró el anuncio en un intento de desactivar los malhumores que se estaban consolidando en la previa de una reunión de representantes de la Mesa de Enlace con Luis "Toto" Caputo y el pedido de audiencia de los productores autoconvocados con el mismísimo Milei.
Las presiones había puesto primera. Hace unos días, los gobernadores de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos se reunieron en Rosario y le dieron un fuerte espaldarazo al agro en su reclamo por las retenciones, al tiempo que enviaron un mensaje a la Casa Rosada. "Si se funde el campo, la vamos a pasar muy mal", advirtieron los mandatarios en conferencia de prensa al analizar la realidad del sector.
Panorama incierto
El anuncio llegó en horas de la tarde para sorpresa de muchos, aunque Caputo había twitteado hace unos días que "este gobierno vino a bajar impuestos”.
Aunque la medida es transitoria para el grueso de los granos -“nos encantaría bajar todos los impuestos de forma permanente, pero va a ser un proceso a medida que tengamos el superávit que necesitamos”, dijo Caputo ayer-, fue ampliamente celebrada en redes sociales. Los gobernadores aludidos párrafos atrás, economistas, dirigentes camperos y políticos (cercanos o no tanto al gobierno) aplaudieron la medida.
Hecho el anuncio, quedan preguntas en el aire: ¿qué pasará a partir de junio?; ¿podrán volver a subirlas, en un año electoral?; la baja del impuesto, ¿tendrá impacto en la inflación?; ¿las empresas liquidarán mayores volúmenes?
Preguntas sin respuestas certeras y menos aún si, como dicen muchos, la baja le sirve al gobierno para acelerar el ingreso de divisas, en un momento que estaba empezando a tener dificultades. Más allá de conjeturas, la baja le sirve al campo.
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