Resta comercializar hasta 12 millones de toneladas

Según cálculos privados, desde finales de mayo al presente solo se comercializó algo más de un millón de toneladas.

La comercialización interna de soja continúa a niveles muy módicos desde que finalizó la participación del complejo oleaginoso en la anterior versión del “dólar agro” a finales de mayo, con volúmenes negociados “ínfimos” para lo que suele ser las ventas de los productores en esta época del año.

Así, la incertidumbre económica, la alta inflación, la volatilidad cambiaria, el establecimiento del “dólar maíz” y las expectativas de un cambio de signo político en el próximo gobierno, hacen que todavía resten por comercializarse entre 8,5 y 12 millones de toneladas del grano, un volumen valuado entre U$S6.000 y U$S6.700 millones, según estimaciones privadas.

Lo cierto es que tras la finalización de la participación del complejo oleaginoso en la anteúltima edición del Programa de Incremento Exportador (PIE III), que se llevó a cabo entre mediados abril y mayo con un tipo de cambio diferencial de $300 por tonelada, seguido de la implementación de un “dólar maíz”, cuya equivalencia con el dólar fue de $340, la comercialización del poroto casi se paralizó.

Según señaló a Infobae la analista de mercados de FyO, Mariela Brandolin, “claramente la comercialización de soja viene frenada después del último dólar soja, a pesar de haberse activado tímidamente después de la devaluación del dólar oficial. Para poner en consideración, desde el 31 de mayo se compraron a precio 1,2 millones de toneladas hasta la fecha, volumen que en épocas de dólar soja, casi se alcanzó en un solo día”.

Brandolin planteó que la “no venta” por parte de los productores tiene que ver con una serie de cuestiones y una de las principales que motiva la cautela de los agricultores “es no saber qué hacer con los pesos, si bien existen herramientas de inversión que, por ejemplo, buscan seguir el tipo de cambio oficial, como el dollar linked, muchas veces no se está familiarizado con dichas herramientas y se prefiere optar por quedarse en granos”.

“El otro punto es que ya se pudo hacer liquidez en el dólar soja de abril y mayo y luego con el dólar maíz hace un par de semanas. Y, por último, sucede también que se resguarda la soja para el pago de alquileres, es decir, hay dueños de campos que todavía no han fijado, entonces se prefiere resguardar esos granos para dicho momento”, agregó.

Según los cálculos de Brandolin, hay mercadería pendiente de poner precio de aproximadamente 12 millones de toneladas, una pequeña parte vendida a fijar y el resto pendiente de comercializar. “Si lo calculamos a valor FOB serían unos USD 6.700 millones. Si bien queda claro que el mayor disparador de ventas, termina siendo un tipo de cambio diferencial, hemos visto decaer las ventas en los últimos dólar soja, por lo que una nueva versión, no garantiza abundantes ventas”, concluyó Brandolin.

Fuente: Infobae

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