Cuáles son las posibilidades reales de la industria de Neuquén
En un contexto signado por la desindustrialización, en Neuquén la realidad parece ir a contramano y surgen oportunidades para la industria provincial. ¿Cuáles son los nichos con mayor potencial?
La actividad de la industria en la provincia de Neuquén adquirió en los últimos años una mayor relevancia, originada en el incremento de su actividad, la expansión de capacidades productivas, el despliegue territorial en diversas ciudades donde se radican las empresas y se generan nuevos parques industriales, la creación de empleos y la incorporación de tecnología.
Si bien la magnitud del sector de extracción de petróleo y gas opaca en las estadísticas y los discursos, la situación de los diversos sectores productivos que operan en territorio provincial, las particularidades de su evolución deben ser analizadas con mayor profundidad, si se pretende entender la realidad y potencialidad que se abre para el futuro de la economía neuquina.
Mapeo industrial
El sector industrial neuquino está conformado por un conjunto heterogéneo de empresas, de diversa dimensión productiva y grado de complejidad en los productos que elabora. Las actividades manufactureras de la cadena industrial provincial son desarrolladas en variadas escalas de producción.
Nos encontramos tanto por empresas que atienden necesidades cotidianas de la población (alimentos, bebidas, impresión, metalurgia liviana), como por aquellas que se dedican al procesamiento de recursos forestales, mineros e hidrocarburíferos, la metalurgia estructural, fabricación de maquinaria y equipo, productos químicos, elaboración de la madera y otras actividades.
En 2024, el empleo industrial registrado en la provincia (incluyendo las empresas nacionales con registro en el rubro industrial, pero que sólo instalan bases logísticas en Neuquén, manteniendo el proceso fabril en sus provincias de origen) asciende a 12.000 asalariados, lo que significa un aumento de 37% en la ocupación del sector entre 2020 y 2024. Las actividades con mayor número de empleos son Maquinaria y equipo (30% del total de empleo industrial), Metalurgia (20%) y Alimentación (17%).
Sector castigado
Castigada por un proceso de desindustrialización que va a contramano de lo acontecido en los países que han logrado elevar su nivel de desarrollo económico y social, la industria del país ha sufrido la reducción o el estancamiento de su actividad debido a la apertura indiscriminada a las importaciones, el retraso del tipo de cambio, la reducción de la demanda y las crisis empresarias. El escenario se completa con un ambiente macroeconómico que ha transitado por sucesivas convulsiones y que no cuenta con mecanismos de financiamiento que acompañen las inversiones de largo plazo, propias de la actividad industrial.
Frente a este panorama nada favorable para el desarrollo industrial, el crecimiento del sector industrial neuquino contrasta con lo ocurrido en el Gran Buenos Aires, las provincias de Córdoba, Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires, tradicionales enclaves industriales del país, que han visto disminuir el número de establecimientos y el empleo fabril en la última década.
Esto ha significado que si bien la representatividad de la industria neuquina en el contexto nacional permanezca acotada frente a la magnitud, escala y diversidad que muestra en las provincias que tradicionalmente han constituido el núcleo de radicación de la industria, en Neuquén se ha sostenido la actividad industrial (fundamentalmente de empresas de escala pequeña y mediana del rubro metalúrgico) en un contexto de disminución del sector en los entramados industriales de mayor magnitud del país.
La nueva realidad
Este desempeño diferencial de la industria neuquina frente a la realidad de la desindustrialización nacional, obliga a analizar los determinantes de este comportamiento provincial que favorece a un sector propulsor del proceso de crecimiento económico, empleo de personal calificado, inversión y creación de empresas.
Desde su origen y durante décadas las actividades en la industria provincial estuvieron acotadas a la elaboración de productos requeridos por la demanda cotidiana de la población, la construcción, y establecimientos de mayor dimensión dedicados al procesamiento de hidrocarburos, materias primas minerales y productos agroindustriales. Sectores tradicionales de la industria quedaron reducidos a una mínima expresión, como la elaboración de jugos, hecho que acompaño la crisis del sector frutícola, y la industria cerámica, marcando en su momento una situación de crisis del perfil industrial histórico de la provincia.
El intento del gobierno neuquino de fortalecer el sector mediante créditos evidenció más fracasos que éxitos, lo que se reflejó en las carteras crediticias no recuperables del banco provincial y los organismos constituidos para la promoción industrial como el Fondep (Fondo Nacional de Desarrollo Productivo) y el Iadep (Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo).
Tanto la visión neodesarrollista como la liberal, que se suceden periódicamente en la conducción de la economía nacional, ven en la explotación de los recursos naturales el camino posible del desarrollo nacional. Se comparta o no esta visión, la realidad económica neuquina evidencia que ha sumado un nuevo sector de pequeñas y medianas empresas industriales, originadas en el impulso de los requerimientos de la actividad hidrocarburífera, lo que de mostrar sustentabilidad en los próximos años favorecerá la continuidad de la generación de nuevos empleos.
Lo que ocurre actualmente en la industria neuquina es la evidencia de que no existe mejor política industrial que estimular una demanda sostenida de productos de la industria, impulsadas por procesos de inversión que expandan la actividad económica, especialmente cuando se trata de impulsar la actividad de las pymes.
El desarrollo de la metalurgia y la elaboración de compuestos químicos ha marcado la etapa del crecimiento que hasta aquí se ha transitado. El desafío que se enfrenta hacia el futuro es sumar nuevos sectores que incorporen la innovación y las economías de escala industrial al territorio neuquino.
El futuro brindará la respuesta sobre la factibilidad que empresas de mayor complejidad se radiquen en la provincia, completando e integrando las cadenas industriales de los sectores que hasta aquí se han establecido. Pero esa posibilidad ya pone en competencia a Neuquén con los centros tradicionales de la industria nacional.
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