Elecciones presidenciales

Dos candidatos, dos visiones y un mar de incertidumbre

¿Qué ideas tienen? ¿Cómo proponen llevar a cabo sus planes? ¿Es posible? Un puñado de preguntas de cara al 19 de noviembre.

La imperiosa necesidad de reencauzar el rumbo de la economía argentina se torna el objetivo principal del próximo gobierno en materia económica y social. El nuevo presidente que surja del ballotage enfrentará el desafío de encontrar una solución a la situación actual, siendo que todas las recetas que desde hace décadas se vienen experimentado dieron escasos resultados, cuando no han terminado por agravar la herencia recibida. No aprendiendo las lecciones derivadas de anteriores intentos fracasados, los distintos ministros de economía han reiterado errores ya conocidos, que profundizaron la crisis.

Los dos candidatos en pugna prometen que, de aplicarse sus propuestas, podrán cambiar en sentido positivo el estado de situación actual, y en un corto plazo conseguirán estabilizar la economía, combatir la pobreza e impulsar el desarrollo económico. Apelan también a conseguir votantes mediante el descrédito de las propuestas del contendiente, infundiendo el temor a que la situación se agrave y que distintos sectores sociales sufrirían las consecuencias.

Entre los graves problemas que enfrentará el gobierno elegido, resulta imprescindible que el plan económico que se implemente encuentre soluciones al problema fiscal y monetario, y a la insuficiencia de divisas. De no encauzarse debidamente un conjunto de medidas que permitan encontrar una salida sustentable para estas dos fuentes de inestabilidad, difícilmente se logre que la economía argentina logre revertir la trayectoria de creciente inflación y desmanejos sobre el valor del dólar.

Entre propuestas y preguntas

Al intentar analizar las propuestas económicas que se enfrentarán en el próximo comicio surge un primer interrogante: ¿son creíbles los candidatos?, ¿puede garantizarse que su discurso guarde relación con alguna propuesta medianamente sustentada por sus convicciones, de modo que el análisis que se realice no quede en un ejercicio absurdo?

Este es un aspecto que no puede dilucidarse a partir del análisis abstracto, hace a la honestidad política del candidato, y sobre ello las valoraciones subjetivas terminarán por definir la credibilidad sobre sus propuestas. Al mismo tiempo, los partidos políticos a los que representan lejos están de representar organizaciones que se identifiquen por trayectorias consecuentes sobre la transparencia y la fidelidad a las ideas programáticas.

Los programas de los candidatos de la próxima elección responden a la ideología de las dos grandes líneas políticas de la historia argentina reciente: el liberalismo (Carlos Menem, Mauricio Macri) y la intervención reguladora (Nestor Kirchner, Cristina Fernández). En el medio, de estas dos propuestas, los modelos híbridos (Raul Alfonsín, Fernando De la Rúa) perdieron su vigencia en la coyuntura actual.

Las propuestas son…

Las ideas liberales asumidas por Milei rescatan la consigna que Argentina fue en su momento una potencia económica en el contexto mundial, y que los gobiernos sucesivos de índole intervencionista y socializante se dedicaron a arruinar el brillante futuro que le esperaba al país. En esta línea, su propuesta es aplicar las teorías económicas del liberalismo moderno, aludiendo a las virtudes de la liberalización, desregulación y privatización del sistema económico, y dejando en manos de los agentes económicos privados la decisión sobre sus conductas. El voto favorable de amplios sectores de la población, en momento de crisis, han convalidado en esta propuesta la canalización de una alternativa al modelo económico vigente

En este sentido, la postura liberal sostiene que la solución al problema fiscal y monetario se resuelve disminuyendo drásticamente el gasto público y dolarizando la economía. Esto permitiría reducir la presión impositiva y eliminar la posibilidad que el estado argentino financie el déficit público con emisión monetaria, principal causa de la inflación de acuerdo a esta perspectiva. La dolarización y la liberalización del mercado del dólar atraerían los capitales externos necesarios y fomentaría el crecimiento de las exportaciones, lo que permitiría solucionar la restricción actual para el acceso a las divisas por parte de empresas e individuos.

En el campo rival, Massa representa la ideología, y la práctica gubernamental, de que el estado debe fortalecer su rol de regulador de la actividad económica, cuya actuación y presencia permitiría asegurar que los resultados del sistema económico posibiliten una distribución acorde a los postulados de la equidad social. Este es el sentido de una propuesta que, a pesar de sus vaivenes, resulta representativa del pensamiento de un sector de la sociedad argentina, y que a pesar de los problemas actuales continúa presente como se vio en la primera vuelta de las elecciones

Así, el candidato peronista ha definido que sus prioridades son abordar el problema del déficit público y la emisión monetaria mediante el equilibrio fiscal. Los problemas del sector externo se solucionarían estableciendo un tipo de cambio competitivo que permitirá recuperar el superávit comercial. Las ideas sobre la intervención estatal, afín al pensamiento del peronismo, se expresan al incluir la asociación de un futuro desarrollo con equidad social, del apoyo a la producción y las economías regionales.

Hasta aquí, hemos contextualizados las propuestas de los dos candidatos, basándonos en sus expresiones públicas sobre los objetivos que se proponen alcanzar. La inexistencia de partidos políticos que debatan los problemas argentinos, en lugar de abocarse a rencillas que solo obstaculizan el funcionamiento institucional del país, no permite sostener que sean acordes a la necesidad que enfrenta la sociedad argentina de estabilizar el funcionamiento de su economía. El futuro económico del país no amerita quedar en manos de propuestas mediáticas cuya viabilidad no fue debidamente analizada.

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