¿Existe realmente atraso cambiario en Argentina?

En su reciente disertación en el cierre del Council of the Americas, el presidente Javier Milei negó que haya atraso cambiario y aseguró que lo que dicen la mayoría de los analistas sobre este tema “está mal”.

Tras el aumento del tipo de cambio oficial a 800 por dólar anunciado por el ministro de Economía Luis Caputo hace ya más de siete meses meses, la divisa norteamericana se fue ajustando mensualmente con devaluaciones del 2%. En ese mismo período, los niveles de inflación llegaron a más que multiplicarse por diez en algunos meses.

¿Qué es el atraso cambiario? Se dice que hay atraso cambiario cuando el precio de los bienes y servicios de una economía está atrasado con respecto a los de un grupo de países en los cuales se realizan transacciones comerciales. En este sentido, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) elabora periódicamente el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM), un indicador que compara el precio relativo de los bienes y servicios de la economía argentina con respecto a la de los principales socios comerciales del país, en función del flujo de comercio de manufacturas.

Si el peso argentino se aprecia (es decir, aumenta su valor) respecto a otras monedas (por ejemplo, el real brasileño), las exportaciones de nuestro país pierden competitividad porque los productos argentinos se encarecen en relación a los brasileños. Esto a su vez provoca otra desventaja, por ejemplo, para los productores agropecuarios argentinos dado que, al recibir menos ingresos en moneda local que sus pares de otros países, pierden la capacidad de invertir en mejorar su productividad.

Otra manera en que se produce un atraso cambiario es cuando los precios internos suben por encima del nivel de devaluación. Este fenómeno es conocido como inflación en dólares, y surge de la diferencia entre la inflación y el ritmo de la devaluación. En el mismo sentido, cuando los precios en la Argentina suben de manera continua por encima del tipo de cambio, el país se vuelve caro, pierde competitividad y se ven resentidas las exportaciones, al mismo tiempo que se alientan las importaciones.

Sin embargo, el valor del dólar no es la única variable para determinar la competitividad de un país. No se necesita estar devaluando permanentemente para ser competitivos ya que depende de otras variables, entre las que destacan una reforma laboral, tributaria y fiscal y acuerdos de libre comercio que mejorarían la productividad del país y por ende lo harían más competitivo.

¿Hay atraso cambiario en la Argentina?

El presidente Javier Milei volvió ayer a negar que existe un atraso cambiario y repitió que no está en sus planes devaluar. La realidad que muestran las estadísticas, destacan que el tipo de cambio actual quedó desacomodado en relación con el resto de los precios en pesos, e inconsistente con la productividad presente del país.

Sin ir más lejos, la inflación de julio fue del 4% mientras que el dólar aumentó 2%. Esto significa que la inflación en dólares de este mes fue del 2%, valor muy similar al registrado por Estados Unidos el mes pasado, pero en términos anuales. Como la inflación no está cayendo tan rápido, todos los meses se acumula inflación en dólares y este escenario profundiza las complicaciones que ya se ven en sectores específicos, como la construcción, exportadores y el turismo, entre otros, que hacen que la Argentina se vuelva un país cada vez más caro.

El ITCRM al cierre de ayer miércoles 14 de agosto se ubicó en los 87,6 puntos, valor similar al de octubre del año pasado cuando ya el atraso cambiario se hacia sentir en la economía argentina. Esto significa que la moneda local se está apreciando en forma preocupante. Si no se logra bajar en el corto plazo la inflación a niveles por debajo del2% mensual el deterioro competitivo se profundizará en forma sensible afectando a toda la economía argentina.