Intensas reuniones para frenar la estampida de precios
La idea del Poder Ejecutivo es no habilitar incrementos por encima del 5% mensual por los próximos 90 días.
Guillermo Michel parece estar al frente de la cruzada por poner un freno a la estampida de los precios de los alimentos. En medio de la corrida cambiaria -que llevó al dólar casi a los $800-, la Unidad de Renegociación de Precios a su cargo convocó a firmas alimenticias para pactar los nuevos valores de comercialización.
El objetivo es llegar a algún tipo de acuerdo por 90 días y negociar aumentos por debajo de la inflación con empresas de consumo masivo.
"Hay que recordar que hay un nuevo precio que está fijo por 90 días. No es un salto para que luego se siga moviendo. Eso supone evaluar la estructura de costos de las empresas. Elaboramos un informe sobre el impacto de las variaciones del impuesto PAIS y el tipo de cambio, en ningún caso el diferencial de precios supera el 25% del nuevo dato. Entendemos que esta compensación alcanzará para absorber el impacto del nuevo precio del dólar", dijo Matías Tombolini, secretario de Comercio.
De acuerdo con la propuesta presentada por el gobierno, los supermercados sólo podrían convalidar aumentos del 5% mensual y las industrias de consumo masivo recibirían 6 puntos adicionales en beneficios impositivos. A esto se sumarían herramientas financieras y algún tipo de ventana importadora. "No hay razón para que sean mayores", dijo el secretario de Comercio.
Del lado de las compañías quieren saber cómo el gobierno garantizará el flujo de importaciones, teniendo en cuenta la escasez de reservas y el hecho que la mayor parte de los fondos que serán girados por el FMI se deberán utilizar para pagar compromisos impostergables de deuda con Qatar y el CAF-Banco de Desarrollo.
Desde el ministerio de Economía, aseguran que buscan contener una estampida mayor de aumentos en las góndolas como consecuencia del salto devaluatorio del lunes y la crisis cambiaria.
En ese contexto, la flamante Unidad de Renegociación de Precios inició reuniones con empresas de consumo masivo para discutir el corset de alimentos y bebidas, lácteos, frigoríficos, higiene personal y limpieza.