La CGT pone primera, las claves del paro general contra Milei
Esta semana la CGT pone en marcha el paro general más rápido en la historia de la democracia moderna. Es una herramienta conocida que (quizá) poco tiene que ver con la representatividad de los trabajadores y que se afila especialmente contra los gobiernos no peronistas, como el de Milei.
Es una historia conocida. Desde el regreso de la democracia, en 1983, los paros generales de la CGT fueron parte del folklore sindical. Y esta metodología desgastante castigó particularmente a algunos gobiernos y perdonó a otros.
En este derrotero, hay datos que funcionan como guías a la hora de ensayar una reflexión: de las 42 huelgas cegetistas que se hicieron, 27 tuvieron lugar durante administraciones no peronistas; en los años electorales, los gobiernos no peronistas sufrieron el doble de paros generales que los del PJ.
En un repaso veloz, fueron 13 los paros generales organizados por la CGT durante la presidencia de Raúl Alfonsín (uno de ellos de 48 horas y a menos de un mes del anterior). Carlos Menem, 8; Fernando De la Rúa, 8; Eduardo Duhalde, 2; Néstor Kirchner, 1; Cristina Kirchner, 5; Mauricio Macri, 5, y Alberto Fernández, ninguno.
Línea de largada
Esta semana, a poco más de un mes del inicio de su presidencia, comienza el conteo para Javier Milei. De este modo, superará los apenas 77 días sin medidas de fuerza que tuvo De la Rúa, desde que llegó al poder hasta sufrir el primer paro de la central obrera. En el caso de Milei, el economista reúne dos condiciones que explican la (apurada) actitud confrontativa: su condición de no peronista y su intención (también apurada) de avanzar en reformas estructurales que “tocan” intereses sindicales.
Movimientos ensamblados
El movimiento sindical argentino, su conformación y consolidación organizacional en gremios, centrales obreras y confederaciones, tiene una profunda raigambre histórica y cultural vinculada al movimiento peronista.
Por eso, no extraña que la mayor cantidad de paros se haya realizado desde la restauración de la democracia a gobiernos no peronistas.
El sindicalismo en Argentina es peronista y se hace sentir frente a los gobiernos opositores con la fuerza de la calle.
Paros por año
El Observatorio de Calidad Institucional de la Universidad Austral difundió un informe en el que presenta números que nos permiten hacer una suerte de radiografía de los paros de la central obrera a los gobiernos de la democracia.
Siguiendo el conteo de párrafos arriba, los gobiernos radicales fueron los que más sufrieron este tipo de protestas porque, así como Alfonsín enfrentó 13 en 5 años y medio de gobierno, Fernando De la Rúa sufrió 8 en dos años. Precisamente estas dos administraciones tuvieron casi la mitad de los paros generales desde 1983, habiendo gobernado sólo la quinta parte del tiempo.
Detengámonos en este punto. Los gobiernos peronistas han gobernado el 80% del tiempo desde 1983 y han tenido sólo la mitad del total de paros generales. Un dato que sobresale es que, durante los 6 años y medio del primer mandato de Menem, la CGT hizo un solo paro.
El ratio de paros por año varía sustancialmente según el color político del gobierno de turno. Y como para muestra basta un botón, el gobierno de los Fernández y de Sergio Massa no enfrentó ningún paro general pese a exhibir pésimos indicadores económicos y sociales. Y como para muestra basta un botón (parte 2), ahora se encamina a marcar el récord de convocar al primer paro general más rápido que se le haya hecho a un presidente desde el retorno de la democracia.
Macri, un caso aparte
A diferencia de los dos gobiernos radicales, la gestión de Macri sufrió sólo 5 en sus cuatro años de gestión. Decimos “solo” porque su gobierno registró la misma cantidad de paros generales que Cristina Kirchner en sus dos mandatos presidenciales (en sus primeros cuatro años, ninguno y todos se concentraron en la segunda parte de su gestión, cuando se produjo la ruptura con el jefe del Sindicato de Camioneros, Hugo Moyano, el impulsor de todas esas medidas de fuerza generales).
La cantidad y la frecuencia
Hasta ahora, hemos mapeado los paros de la CGT por cantidad, pero ¿qué podemos agregar en cuanto al indicador de “frecuencia de paro medido en días”? Desde esta perspectiva, nuevamente De la Rúa es quien se llevó la peor parte con un paro general cada 92 días, y cierra la lista Macri, con un paro cada 292.
En el informe de la Universidad Austral se destaca que el mandato de Macri superó el promedio de paros por días gobernados de Eduardo Duhalde (el presidente peronista con peor promedio de paros en relación a sus días en el poder): el dirigente de Cambiemos sufrió 5 paros generales en 1238 días de gobierno, mientras que el referente del justicialismo bonaerense tuvo 2 paros en 509 días.
Hervidero
Todo parece indicar que la CGT regula la intensidad de la confrontación y lo hace con la mirada atenta a las condiciones generales. Los períodos de crisis más profundas, como fue la segunda parte del gobierno de Alfonsín, de Duhalde y De la Rúa, y malhumor social son los de mayor intensidad de paros generales. De hecho, más del 76% de los paros, fueron convocados por la central obrera en rechazo a la política económica.
No es casual que la CGT esté a punto de descongelar su espíritu de protesta al calor de un periodo de alta inflación y de un creciente deterioro salarial.
Seguramente la entidad seguirá sumando récords y hay que reconocer que el estilo de la gestión Milei es tierra fértil para el folclore del sindicalismo peronista.
Historia conocida
La CGT parece ensañarse y eso podría explicar que, de los 42 paros concretados, 26 (el 62%) fueron convocados por la CGT contra los dos mandatarios de origen radical y el único del PRO que gobernaron desde 1983 hasta finales de 2023, a un promedio de 8,67 paros generales por gestión. Solo 16 fueron contra los 7 mandatarios peronistas que hubo en estos 40 años, a razón de 2,29 paros por gobierno.
A veces, la representatividad sindical parece moverse por carriles sinuosos y no siempre se encamina en pos de la defensa de los derechos de los trabajadores. Los datos duros preanuncian la evidente mayor beligerancia frente a una gestión no peronista; los días que corren nos generan un deja vú de la década del 80 y 90. Lamentablemente, es una historia conocida.
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