Fruticultura

Alertan por nueva plaga que podría frenar las exportaciones

Se trata de la Polilla del Álamo, minador de hojas que fue detectado por primera vez en Chile en el año 2015, sobre cortinas de árboles de salicáceas (sauces y álamos). Posteriormente, en el 2021 se encontró en Mendoza y recientemente, en el 2023, en Neuquén.

La presencia de plagas consideradas cuarentenarias por los países importadoras de nuestras frutas constituye un riesgo de rechazos de embarques y la necesidad de mayores costos a fin de asegurar su ausencia en aquellas frutas exportadas.

La denominada Polilla del Álamo (Leucoptera sinuella) es un lepidóptero minador de hojas que fue detectado por primera vez en Chile en el año 2015, sobre cortinas de árboles de salicáceas (sauces y álamos). Posteriormente, en el 2021 se encontró sobre álamos en Mendoza y recientemente, en el 2023, en la provincia de Neuquén.

Esta polilla podría afectar, en principio, las exportaciones de frutas del Valle de Río Negro y Neuquén con destino a los mercados de los Estados Unidos y México, hacia donde hoy se dirigen importantes volúmenes de peras y manzanas.

En Chile ya se han rechazado (en las temporadas 2016-2020) un promedio aproximado de 80.000 cajas de frutas por año ya que es una plaga cuarentenaria para los destinos mencionados. Sin embargo, hay que señalar que en las últimas temporadas el vecino país no ha sufrido rechazos.

De acuerdo a lo expuesto por Silvina Garrido, en la Jornada Internacional sobre esta plaga, realizada el jueves 22 de junio y organizada por el INTA Alto Valle, los antecedentes indican un alto potencial de dispersión por distintos factores. Las pupas de Leucoptera sinuella pueden ocupar cavidades pedunculares en los frutos de cultivos cercanos, generando un problema cuarentenario para la exportación.

Teniendo en cuenta que las salicáceas son el tercer cultivo como explotación forestal en la región y su abundancia en cursos de agua naturales y artificiales , su implantación como cortinas rompevientos en cultivos frutícolas, son el factor más relevante en el análisis del riesgo de dispersión de esta plaga.

Por ello considera imprescindible la conformación de redes de alertas tempranas de plagas cuarentenarias con la participación de distintas instituciones académicas, de fiscalización, ciencia, técnica y actores del sector productivo para disminuir el impacto de esta y otras plagas cuarentenarias.

Por otro lado Liliana Cichon, del INTA Alto Valle, comentó en estas Jornadas que es necesario tomar todas las precauciones no solo con Leucoptera sinuella sino también con Monosteira unicostata, chinche presente en los álamos hacia inicio del otoño, a fin de mantener el estatus fitosanitario de la región ya que se hacen grandes esfuerzos para cumplir con los requisitos de ausencia de plagas cuarentenarias y de limites máximos de residuos de plaguicidas en los frutos exportados.

En esta nota

Dejá tu comentario