Cosecha récord y precios al alza: las cerezas chilenas sorprenden en su arranque 2025-26
Con una partida de cerezas anticipada y fruta de alta calidad, el sector proyecta una temporada de recuperación y equilibrio en los mercados.
La temporada 2025-26 de cerezas en Chile ya es una realidad, y comenzó con una sorpresa: un inicio más temprano de lo habitual y en una zona inédita. Esta vez, fue el Valle de Colchagua, en la Región de O’Higgins, el que dio el puntapié inicial, desplazando a Ovalle, tradicional punto de partida de las cosechas. Nuevas variedades fueron las protagonistas de este adelanto.
Según fuentes del sector, el inicio anticipado y las primeras señales positivas del mercado permiten proyectar una temporada de mejores resultados respecto de la pasada. De hecho, los primeros envíos aéreos a China mostraron una recepción favorable y precios iniciales hasta 100 yuanes por encima de los registrados en el primer arribo de la temporada pasada.
Todo este escenario, los desafíos técnicos y la estrategia de fondo, fueron analizados en el excelente trabajo audiovisual realizado por Smartcherry, donde diversos especialistas del sector compartieron su visión sobre la nueva campaña de cerezas de Chile.
El consenso entre productores y exportadores es claro: la calidad de la fruta será clave. Los esfuerzos se concentran en lograr cerezas con firmeza, dulzor, una adecuada relación azúcar/acidez, color uniforme y calibres óptimos. “El desafío hoy es cosechar fruta bien terminada, con los grados Brix suficientes y el color adecuado para cada variedad”, coincidieron los expertos entrevistados por Smartcherry.
Tras los aprendizajes de la temporada anterior —afectada por sobreproducción y problemas logísticos—, el objetivo inmediato es optimizar la cosecha y la distribución, evitando concentraciones excesivas de fruta en cortos periodos que impacten los precios.
Lecciones aprendidas y mirada estratégica
Durante los meses posteriores a la temporada 2024-25, ejecutivos de Frutas de Chile realizaron una gira técnica y comercial por Asia para analizar en terreno las causas del desempeño anterior. El viaje permitió identificar áreas de mejora y consolidar relaciones con importadores y distribuidores en China, Corea, Hong Kong, Indonesia y Tailandia, reforzando el trabajo anticipado de promoción y posicionamiento de la cereza chilena.
Según Claudia Soler, directora ejecutiva del Comité de Cerezas de Frutas de Chile, la industria ha asumido un compromiso colectivo: aprender de los errores y enfocar los esfuerzos en cuatro grandes objetivos que marcarán el rumbo de esta nueva campaña.
En este punto, Soler detalla los cuatro objetivos clave para ampliar y fortalecer el mercado.
-Recuperar la reputación del producto. Tras los episodios de desinformación que afectaron la percepción de las cerezas chilenas en China el año pasado, el primer objetivo es reconstruir la confianza del consumidor y de los socios comerciales, reafirmando la calidad y seguridad del producto.
-Incorporar nuevos consumidores, especialmente jóvenes. El segundo objetivo busca ampliar la base de consumo atrayendo a nuevos segmentos, en especial al público joven urbano, mediante estrategias de marketing digital y colaboraciones con influenciadores locales.
-Aumentar la frecuencia de consumo. Más allá de captar nuevos clientes, el desafío es fidelizar a quienes ya consumen cerezas, promoviendo un consumo más habitual y no solo estacional.
-Mantener el posicionamiento premium del producto. Finalmente, el cuarto pilar estratégico es preservar el estatus de fruta premium que distingue a la cereza chilena en los mercados internacionales, reforzando su calidad, trazabilidad y valor nutricional.
Un foco regional y diversificado
La estrategia promocional también apunta a profundizar la presencia en ciudades de segundo y tercer orden de China, donde existe un importante potencial de crecimiento. No obstante, se mantendrá la inversión en urbes clave como Shanghái y Beijing, donde la cereza chilena ya goza de alto reconocimiento.
El desarrollo del mercado Chino, el gran desafío que tiene por delante la cereza chilena.
Esta visión regional, junto con la diversificación de mercados y la mejora continua en la producción, son los pilares de una industria que busca no solo recuperar los buenos precios, sino también consolidar una relación más estable y sostenible con los consumidores asiáticos.
Con un comienzo temprano, fruta de buena calidad y un enfoque estratégico más maduro, el sector exportador chileno encara la temporada 2025-2026 con renovado optimismo.
Las primeras ventas en el gigante asiático respaldan las expectativas, y la industria confía en que el trabajo técnico y comercial desplegado a lo largo del año permitirá dejar atrás los altibajos de la campaña anterior.
Como concluye el reportaje de Smartcherry, el desafío ahora no es solo producir más, sino producir mejor y vender con inteligencia, consolidando la reputación mundial de las cerezas chilenas como un símbolo de calidad, sabor y excelencia.
Fuente: Smartcherry con aportes de la Redacción +P.
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